El maestro del bajo Stephen Bruner, conocido como Thundercat, ha tenido un camino natural hacia convertirse en un clásico atemporal. Inició colaborando con Kendrick Lamar, Kamasi Washington, Mac Miller y Flying Lotus (ainomás), armado con su icónico bajo Ibáñez de seis cuerdas y una facilidad para recorrerlo que nos colocó en la cabeza una imagen inseparable del hombre y el instrumento.

Su cuarto disco, tras la pérdida de su amigo Mac Miller, viene con una dosis sobrada de virtuosismo y amor a la música, con un humor que está a la altura de sus rolas, como acá, que intenta conquistar a alguna de las HAIM:

El llamado inicial de “Lost In Space / Great Scott / 22-26”, le grita a su amigo Mac Miller, con un tipo de fe que viene del completo vacío existencial pero rompe hacia la fiesta jazzística que es “Innerstellar Love”.

Letras maduras sobre el amor, y su timbre agudo, son la primera carta de presentación de su cuarto disco, con su amigo y maestrazo Kamasi Washington en el solo final de este frenesí de jazz espacial:

Thundercat armó una reunión familiar, con colaboraciones de gigantes como Childish Gambino, Ty Dolla $ign, Steve Arrrington y el mismo Kamasi, producidos por BADBADNOTGOOD, FlyLo y Dennis Hamm. Lo extraño es que logró el equilibrio entre estas participaciones y canciones únicamente suyas: cinco rolas colaborativas y diez solo. Y en ambos escenarios, nos llena de calidad.

La interpretación de R&B cargado de funk nos pone ante un representante del género que se centra en las ideas de seducción, confianza en sí mismo y, no dejamos de insistir, buen humor ante lo adverso. Chequen el cameo de Zack Fox en “Overseas”, un track en el que Burner invita de viaje a una mujer para pasarla bien:

El versátil bajista sale un poco de su instrumento para tomar el papel de frontman en rolas como “Funny Thing” y “King Of The Hill”, sin que las líneas de bajo se vuelvan sencillas. Los retamos a sacar “Unrequited Love”, ejemplo de que hace parecer algo difícil como si se tratara de cualquier cosa.

Recordemos que Thundercat tenía planeado salir de gira con Mac Miller para tocar el “Swimming” de 2018, lo que no pudo ser por la muerte del rapero ese mismo año. Y vaya que esta pérdida se refleja en el disco.

El camino hacia la angustia existencial está presente, no sólo en el título de canciones como “Existential Dread”, sino en apariciones secundarias o protagónicas del resto de los temas. “Fair Chance” confronta el vacío existencial generado por un cambio inesperado, el mensaje a Mac “bye-bye por ahora”, duele, pero es de lo mejor que nos deja este disco:

Ojo, la sabiduría que deja Thundercat gira alrededor de que un corazón roto puede siempre ver el lado amable y divertirse, y con una facilidad impresionante, lo hace en temas como “Miguel’s Happy Dance” o “How Sway”. Es el Yin y el Yang operando en un disco que se mueve entre géneros.

El tema homónimo es una carta de amor a Mac, que inicia con un “Hey Mac” (al 2:28) que nos hace echar la lágrima con una sonrisa, hablándole con música a su amigo, que para él, está en algún sitio del universo.

Ahora, el californiano tiene un nuevo obstáculo para presentar su álbum en vivo, el coronavirus. Esto solo genera más expectativas de verlo pronto, pero tenemos tiempo de aprendernos completito este discazo, que seguramente sonará increíble en vivo.

Foto: Especial

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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