En casi veinte años, The Killers han alcanzado un nivel importante como banda icónica de inicios de siglo. Con tracks inmensos como “Mr. Brightside” o “Somebody Told Me”, los de Nevada hoy no tienen miedo para experimentar con su sonido, identificarse en nuestros recuerdos y no salir de ahí.
Han usado como inspiración décadas anteriores a sus inicios, con una facilidad para coverear naturalmente y para crear nuevos himnos de estadio. Para fortuna de todos, eso sigue presente en Imploding the Mirage, su sexto disco de estudio.
The Killers se apega a la nostalgia con un gran equipo
A casi un año de inicio de la pandemia, tenemos diez nuevas canciones del cuarteto de Las Vegas que nos trajo el sentimiento de rock de estadio de la década de los ochentas a un tiempo incierto, donde Brandon Flowers encuentra su mejor forma, con canciones basadas en nostalgia pero producidas en un siglo muy distinto.
Los que le dieron forma a este LP son maestros en los sonidos nítidos de nuestra época: Ariel Rechtshaid (Vampire Weekend y HAIM), Shawn Everett (Alabama Shakes, The War on Drugs) y Jonathan Rado (Foxygen, Father John Misty). Una alineación inmejorable.
Una gran espera que al final valió la pena
La banda decidió retrasar este lanzamiento, agendado originalmente para finales de Mayo. Con el resultado final no los culpamos, ya que no le falla algo a este álbum y nos deja con ganas de verlos mínimo en un estadio.
A principios de año, “Caution” nos cautivó como una de las mejores canciones de los Killers, con versos que escalan a un coro con delays enormes que, una vez más, nos comprobaban el protagonismo de las teclas para este disco. Sin duda, este fue un sencillo elegido a la perfección para presentar su sexta producción discográfica.
‘Imploding the Mirage’ es un gran homenaje a los años 80
En un homenaje sin pretensiones, las atmósferas de The Police o Genesis tienen un representante hoy en “Lighting Fields”, con k.d. lang como una artista enorme que se inserta sin fuerza con la voz de Flowers, en un diálogo amoroso que duele y da esperanza a la vez (GULP).
La ausencia de Dave Keuning en este LP cayó muy bien, ya que la guitarra no fue necesaria y dio lugar a instrumentos inesperados en esta banda, como el bajo que lidera en “Fire In Bone” a la par de la voz de Flowers, en otro homenaje a los finales de los ochentas (Tears for Fears, Hall & Oates) que transcurre a la perfección.
Se agradece que, en apenas una decena de canciones, Flowers y amigos entreguen buen material y no hayan forzado ideas sin musicalidad o viceversa. Este disco es un gran homenaje a bandas que le inspiraron (Dire Straits o Men At Work) en “Running Towards A Place” y “When The Dreams Run Dry”, con sintetizadores elongados como personajes principales.
En una versión sencilla del sencillo principal, disfrutamos “Caution” en un baño, cuando podríamos experimentar fácilmente esta canción en un estadio repleto.
Se ‘agradece’ la ausencia de Dave Keuning en este disco
Mucho más concentrados en los sintetizadores, Flowers y Vannucci no necesitaron de los riffs de Dave Keuning, quien se centró en su proyecto solista, abandonando un poco el lugar que le correspondía en The Killers, para beneficio de la banda.
Balanceándose entre el pop rock y el synth rock de los ochentas, Brandon Flowers y amigos se tardaron tres años en entregar un nuevo álbum de estudio, y no decepcionaron. Seamos sinceros: todos esperamos un cierre de festival grandioso con alguna canción de los Killers de fondo, y ahora no es una de las “viejitas”. Elegir a Weyes Blood como colaboradora habla mucho de lo que nos espera de esta banda.
The Killers vuelven a la vida al llamado ‘Rock de estadio’
Tres meses después del pronóstico, recibimos diez tracks que se pudieron brincar el Wonderful Wonderful, en los que visitan los mejores sentimientos del Battleborn, y demuestran que son más que una buena secuencia de guitarra distorsionada.
El quinteto nunca ha ocultado que vive de la nostalgia (la referencia a Sinatra en “We’ll be the birds down to Acapulco Bay” en la canción “When the Dreams Run Dry” lo demuestra), de rolas de carretera que encuentran resonancia en algún lugar de las memorias de generaciones pasadas. La prueba es ponerlos ante los fans de U2 y demás bandas ochenteras, ávidos de bandas que revivan el sentido de rock de estadio que hace mucho tiempo se perdió.
Peleando entre lo digital y lo análogo, Flowers y amigos buscan un sonido atemporal para ubicarse entre las últimas cuatro décadas, con canciones que llevan el sello de la casa: casi hacerte llorar con la energía para bailar al mismo tiempo.
Tracklist de ‘Imploding the Mirage’
1. My Own Soul’s Warning
2. Blowback
3. Dying Breed
4. Caution
5. Lightning Fields
6. Fire In Bone
7. Running Towards a Place
8. My God
9. When the Dreams Run Dry
10. Imploding the Mirage