El lunes 25 de mayo, George Floyd fue arrestado por supuestamente haber intentando pagar con dinero falso. El hombre de 46 años no estaba armado y nunca se resistió al llamado de los policías. Pero murió… fue asesinado por uno de los policías que lo arrestaron mientras estaba tirado en el piso, boca abajo, esposado y con la rodilla del oficial en el cuello para someterlo.
George Floyd era afroamericano y sólo por eso, por su color de piel, se hizo caso omiso a sus últimas palabras: “I can’t breathe”. El crimen fue grabado en un video por un sujeto que se dio cuenta que estaba ante un acto de brutalidad policiaca y de racismo. Varias voces se escuchan en el video de que lo dejen respirar porque no opone resistencia.
La muerte irresponsable e injusta de George Floyd, ha hecho que Minneapolis, la ciudad donde sucedió la tragedia, se declaró en emergencia. Cientos de personas han salido a las calles con pancartas donde se lee el nuevo lema del movimiento Black Lives Matters: “I can’t breathe”.
La comunidad estadounidense e internacional, han levantado la voz para exigir a las autoridades que tomen cartas en el asunto, pues George Floyd no es la primera víctima fatal del inminente racismo dentro de la policía de Estados Unidos. Este viernes 29 de mayo, el comisionado del departamento de Seguridad Pública de Minnesota, John Harrington, dio a conocer que Derek Chauvin (quien arrestó y asesinó a Floyd), ha sido acusado de asesinato y homicidio involuntario.
Pero un oficial al que se le presentaran cargos, tres policías que fueron despedidos, no va a traer de vuelta a George Floyd ni a Eric Garner, un afroamericano que murió en Nueva York en 2014. Sus últimas palabras fueron: “I can’t breathe”.
La muerte de Eric y ahora la de George, se suman a una larga lista de mujeres y hombres que han sido asesinados por la policía estando desarmados. Breonna Taylor, Michael Brown, Ahmaud Arbery, Trayvon Martin, y decenas más.
De este modo, además de las protestas en las calles y la resistencia simbólica de la comunidad en Estados Unidos, ha surgido una canción que se ha viralizado como un himno de los afrodescendientes. La canción no tiene nombre, pero circula como “I Just Wanna Live”, y es interpretada por Keedron Bryant, un adolescente que canta gospel. La canción fue presentada en Good Morning America y desde ahí tomó fuerza.
La letra de la canción dice lo siguiente:
“I’m a young black man doin’ all that I can to stand. Oh, but when I look around and I see what’s being done to my kind every day. I’m being hunted as prey. My people don’t want no trouble. We’ve had enough struggle. I just wanna live. God protect me. I just wanna live“.
“Soy un joven negro que está haciendo todo lo que puedo para mantenerme en pie. Oh, pero cuando miro a mi alrededor y veo lo que le están haciendo a mi gente todos los días. Estoy siendo cazado como si fuera una presa. Mi gente no quiere problemas, ya tenemos demasiado con qué lidiar. Sólo quiero vivir. Dios me protege. Sólo quiero vivir”.
La canción y la interpretación son sumamente emocionales, y fueron retomadas por un artista que le puso una base musical. Acá les dejamos esta versión de la canción: