Lo que necesitas saber:

The Weeknd lanzó hoy el cierre de su más reciente trilogía con un disco larguísimo y que experimenta con nuevos sonidos y colaboraciones.

The Weeknd cierra hoy una trilogía de discos que lo catapultaron a ser una estrella global y un artista que definitivamente hay que seguir. Abel lo ha logrado con un enfoque renovado hacia la electrónica obscura y hooks vocales pegajosos, y bajo la producción principal de Daniel Lopatin de Oneohtrix Point Never.

Para este disco hay muchísimos productores, repitiendo Lopatin, “Wake Me Up”, cuenta con la participación de Justice, mientras que Giorgio Moroder, aparece en “Big Sleep”.

Recordemos Abel Tesfaye, mejor conocido como The Weeknd, se formó desde el underground para el mundo. A base de mixtapes, alejado de los reflectores, alcanzó su momento para convertirse en estrella pop cuando lanzó Starboy.

El cierre de After Hours (2020) y Dawn FM (2022) repite a Daniel Lopatin en producción, en una de las alianzas más geniales y sorpresivamente compatibles de esta década.

The Weeknd se abre ante la pérdida amorosa en un disco larguísimo

La mayoría de sus rolas son congruentes con la trilogía, con nuevas sorpresas en producción

The Weeknd nos ha sorprendido con su visión, sin importarle tanto gustar, y ha sacado joyas fuera del formato editado para radio, sino pensado para transmitir a un nivel más profundo que tres minutos que se queden en tu oído. Al menos, eso escuchamos en sus últimos dos discos, que coincidieron con lo que sus fans esperaban.

La mayoría de las rolas son congruentes con su sonido como “Baptized In Fear” y la excelente “Open Hearts” (compuesta con Max Martin y Oscar Holter). “Enjoy The Show” llega a un momento de sampleo intenso que baja el tempo, y a lo largo del disco se nota cómo es que hay bastantes interludios, pero además algunas rolas tienen sus propias introducciones y salidas, por lo que la larguísima duración del disco puede resultar engañosa.

Ahora, Hurry Up Tomorrow comienza en la misma línea, con un pop obscuro, ochentero y que se asemeja en “Wake Me Up”, a las primeras bases de “Thriller” de Michael Jackson, como si el parecido vocal no fuera suficiente. Destaca también “Take Me Back To LA”, con los sintetizadores relucientes y la excelente producción como base, siendo protagónica la voz de Abel a lo largo de toda la rola.

Con un disco de casi hora y media, que bien pudo dividirse en dos, o aprovechado para lanzar un disco de lados b, The Weeknd se dejó ir con toda la música que podía y fue creada en este tiempo. Esto no es necesariamente acertado, ya que hay rolas excelentes y congruentes con el sonido presentado para esta trilogía, pero otras que son ejercicios de exploración exagerada.

Muchos intentos aventurados hacia nuevos sonidos, con una duración inexplicable

Lo que desorienta de este disco, es la incursión en beats de reggaeton, y algunas de las colaboraciones. Abel invitó a Anitta, Travis Scott, Playboy Carti, Future y Lana del Rey. “Cry for Me” deja ver algo de estos ritmos, pero el momento estelar es “São Paulo”, con Anitta. El puente que la lleva a una especie de electrónica con un sample en portugués es un intento de unir los dos mundos sonoros, pero pierde bastante congruencia con el resto de la trilogía.

El interludio “Until We’re Skin & Bones” confirma la idea exuberante de la rola que deja atrás, algo que se pudo ahorrar, ya que el dubstep pesado simplemente desconcierta antes del regreso al pop en “Baptized In Fear”.

Esto no es algo nuevo en The Weeknd, recordemos “LA FAMA” con Rosalía, pero ahora decidió explorar más terrenos, y regresar al rap con las participaciones de Travis Scott, Playboy Carti y Future. El regreso al rap con “Timeless”,

“Given Up On Me” se va hacia el otro lado del espectro, al ser una balada que comienza acelerada y congruente con el sonido general de la trilogía, pero se convierte en un momento triste y muy downtempo.

Hay algunas rolas que parecen ser ideas expresadas, pero no totalmente terminadas, como pasa con “Drive” o “Reflections Laughing”, que no tienen un momento catártico como suele lograrlo Abel en los coros o puentes excepcionales. En “Reflections Laughing” usa el recurso de una llamada telefónica seguida de una voz distorsionada, y la rola nos deja esperando algo más.

Letras sobre salud mental, momentos de crisis y eventual redención

Si algo hay que destacar del álbum es que Abel se abre como no lo había hecho desde sus mixtapes. Aunque parte de su historia y popularidad se las debe a las relaciones tormentosas que le conocemos, ahora hay letras de crisis absoluta, como “Given Up On Me” y “Cry For Me”, particularmente sobre pérdidas amorosas que parecen irreconciliables.

En “Cry For Me”, Abel le atina a una balada ácida en la que confiesa que espera que su ex llore por él cómo él ha llorado por ella, todas las noches. Esta combinación es de lo que mejor ejecuta a lo largo del disco.

Algunos de los momentos brillantes tratan sobre su propia redención, como lo hace en “I Can’t Wait To Get There” o “Take Me Back To LA”. Pero la que mejor demuestra este sentimiento de redención y perdón propio es “Give Me Mercy”, en la que reconoce sus errores, pero al sentirse derrotado, pide piedad.

Otra vez premiando a sus fans, The Weeknd se rifó con las versiones físicas y mercancía del disco, que pueden conseguir por acá. Comenzará en mayo una gira por Estados Unidos que se extiende hasta septiembre.

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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