Para un verdadero artista, uno de los grandes retos es tratar de encontrar nuevas formas de crear, para no repetir la fórmula y mostrar siempre cosas similares. En la música sucede lo mismo, y mientras algunos prefieren casarse con una manera de hacer las cosas, otros prefieren ponerse retos y salir de la zona de confort.

Éste es el caso de Ely Guerra, quien en los últimos años —y tras alcanzar el punto más alto de su carrera— ha preferido ponerse nuevos retos creativos en lugar de continuar en la misma línea, lo que la ha llevado a fundar su propia compañía Homey para lanzar sus nuevos discos. Esto le ha permitido tener más control sobre su carrera y poder experimentar con sus propias canciones, al reversionar sus temas como lo hizo en los álbumes Invisible Man y El Origen.

Y justamente hablando de El Origen, el disco que grabó en vivo con temas creados en sus 20 años de carrera únicamente con su voz acompañada del pianista Nico Santella, Ely Guerra presentará este show por tercera vez consecutiva en el Lunario del Auditorio Nacional el próximo viernes 1 de julio, en donde para hacer esta noche especial, presentará tres canciones nuevas. Con ese pretexto, platicamos vía telefónica con Ely para hablar de este concierto, cómo le ha ido en su nueva compañía y los retos a los que se ha tenido que enfrentar para renovarse artísticamente.

Sopitas.com: Ely, ¿qué significa para ti El Origen y regresar a presentar este show en el Lunario del Auditorio?

Ely Guerra: Literalmente es una búsqueda por cerrar un ciclo, antes de El Origen hice el DVD Ciclos en el Teatro Metropólitan celebrando justamente una etapa que venía por culminar. Con El Origen cerramos ese ciclo de 20 años en el que queríamos mostrar que hay una parte muy acústica de mi música, y una parte en la que siempre he tenido que agarrar valor, yo sola con la guitarra y subirme a cantar, relacionarme con otros a través de la música. El Origen explica que hay una manera en que la música nace y es así, pelona, desnuda, y es muy lindo que el show nos permite explicar esta sencillez, el cómo a través de un instrumento como el piano y tu voz puedes explicar muchas cosas.

S: ¿Representa para ti un reto mayor este show, por estar digamos “desnuda” sólo con tu voz sobre el escenario y el hecho de hacerlo por tercer año consecutivo?

EG: Es un tercer año consecutivo con el mismo show, por supuesto representa un reto, sobretodo explicar que aunque sea el mismo show, no es el mismo show. Resulta que hay un hilo conductor, cuando tú estás con esta libertad y el músico en este caso Nicolas Santella, decide tomar un rumbo espontáneamente diferente de tal canción, te obliga como cantante a estar a su nivel e improvisar y a generar música diferente cada show. Es muy hermoso, pero es también un reto como profesionales para los dos. Es muy lindo que El lunario nos quiera por tercera vez consecutiva, nos sentimos muy honrados de esta tercera invitación y por supuesto va haber detalles nuevos. El gran reto para nosotros es que como músicos, estamos más desnudos que nunca y eso permite que improvisemos, que hagamos de nuestras canciones algo nuevo.

S: Habrá tres canciones inéditas en este show, que tuviste guardadas por 14 años ¿Por qué decidiste que ahora era el momento correcto para compartirlas con el público?

EG: La realidad es que estas son canciones que quedaron fuera de la selección de temas para mi álbum Sweet & Sour Hot y Spicy. Estas canciones son muy queridas y yo quería hacer un regalo para esos fans que de repente se descuelgan no sólo de la Ciudad de México, sino de diferentes partes del interior de la República. Es una manera de dar las gracias, una manera de decir ‘aquí hay un detalle, vamos a recordar en serio estos 20 años, vámonos para atrás con canciones que tú nunca escuchaste y que yo nunca compartí antes’.

S: ¿Qué tan difícil es para ti lograr este proceso de reinterpretar y darle una personalidad distinta a tu propia música, como lo has hecho en Invisible Man y El Origen?

EG: Toda esta reinvención ha sido parte también de una creación nueva, es decir yo ahorita estoy escribiendo música nueva, pero para llegar a este punto y enfrentarme al momento musical que vivo, siento que tenía que pasar forzosamente por el proceso de reinvención, pasar por un proceso distinto con las canciones que ya existían y que ya se habían publicado. Ha sido importante para mí no sólo como una parte de cierre, de nuevos ciclos, de nuevas inquietudes musicales, sino también confrontarme como profesional o como cantante a esta faceta de cantar algo de jazz, o de cantar a voz y piano, en realidad no es nada sencillo, ha sido muy interesante, pero también ha sido muy bello ver que la gente está abierta a escuchar una manera distinta de interpretar mis propias canciones. Me gusta mucho lo que nuevo que escucho ahora en mi estudio, pero también me da temor porque es sumamente distinto, entonces estoy en un momento creativo vulnerable, pero es lo normal cuando estás inmerso en estos procesos creativos.

 

S: ¿Cómo te sientes de trabajar ahora bajo tu propia compañía Homey y abandonar el mundo de las disqueras en el que estuviste inmersa tanto tiempo?

EG: Creo que de todos los músicos con los que tú puedes tener una conversación, yo te me voy a salir del huacal, porque la realidad es que no me importa el mundo y sus exigencias comerciales y superficiales. Cuando yo decido alejarme de disqueras o de fórmulas de administración, es porque estaban literalmente coartando mi libertad, están queriendo que yo sea una persona que no soy, que sea la cantante y el músico que no soy, por favor acéptenme como soy, celébrenme como soy. En lugar de celebrarme, había una constante crítica y una constante negativa. ‘No Ely eso no se puede. No Ely eso no ¿Por qué te pones el puto afro? ¿Por qué te pelas a rapa?’ Todo era un problema, a mí no me gusta estar de novia resentida, pero hay un punto en el que te resientes y tu creatividad se merma.

Cuando yo elijo decir adiós a todo esto no es un capricho, no son ganas de ser rebelde, es un grito de libertad, se acabó, quiero ser quien soy, no me importa porque al final del camino a alguien le va a resonar tu personalidad y tu música como sea. Claro que hay desventajas o ventajas, pero eso depende de tu punto de vista o de lo que tú quieras, lo que yo quiero es vivir tranquilamente de mi música y ya lo hago. Hoy vivo un mundo nuevo, que me da lo más preciado para mí que es mi libertad creativa y que ahí es donde hay un gran matrimonio y una gran oportunidad, pero tampoco me vuelvo loca con las ventas, el momento es para crear y la música estará en el lugar que deba estar.

S: ¿Qué opinas sobre el acoso y la violencia que sufren las mujeres en nuestro país y que ha alcanzado niveles preocupantes en los últimos meses?

EG: Como mujer es una circunstancia que uno lo ve de lejos porque no nos toca, como que todavía estamos cubiertos y no hemos sufrido en carne propia estas cuestiones, de repente verlo nos alarma, pero yo creo que ni siquiera como mujeres entendemos la profundidad de lo que significa, y lo más importante es que como mujeres nos sensibilicemos y entremos en esa energía para podernos ayudar unas a otras y hacernos más fuertes para que nuestro amor propio crezca y de alguna manera podamos invertir esta circunstancia. Creo que las mujeres tenemos que preocuparnos y sensibilizarnos, porque a veces pareciera que no le damos importancia, y es momento de unirnos y dárselo, porque no es normal querido, podría resultar normal para otros, pero pa mí no lo es.

S: ¿Y crees que de alguna manera este “sexismo” se vea reflejado en la escena musical mexicana?

EG: Es igualmente sexista cuando las mujeres sólo queremos hablar de mujeres. Hay caballeros increíbles que hacen cosas increíbles. En realidad creo que todas las mujeres vamos a pasar por una etapa en la que tú piensas que todo está en tu contra, y esa etapa justo va a ocurrir cuando estás despuntando en tu carrera. En lo personal siento que yo viví ciertas circunstancias incómodas al inicio de mi carrera o cuando empecé a destacar, venían las agresiones: ‘Ely te invitamos a tocar en un festival y te ponemos entre Molotov y Guillotina‘. Son maneras muy sutiles de decirte no eres bienvenida, y la realidad es que yo creo que eso va a existir en todos lados, no creo que ocurra solamente en mujeres músicos como nosotras, le ocurre a abogadas, filósofas, contadoras, a mujeres que deciden tener una vida profesional y desgraciadamente el hombre siente que somos amenaza. Por eso habemos mujeres guerreras que tenemos que decirle ‘no, aquí estamos a la par, somos colegas iguales, tenemos el tamaño igual de cerebro y podemos hacerlo igual’, aunque también las mujeres estamos en una posición privilegiada ahorita, gracias a otras mujeres que han peleado por ello.

Por: Abraham Huitrón / @abrahamhuitronv
Fotos: Paula Balbi

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