En 1991, la escena musical mundial se encontraba en plena transición. Los pegajosos riffs de guitarra del hard rock y el heavy metal entraban en un periodo de ‘decadencia’ -por decirlo de una manera- toda vez que el rock alternativo y sus vertientes ganaban terreno en diversos espacios.
Usualmente, ese triunfo se le adjudica en mayor medida a Nirvana y de manera más cautelosa a otras bandas como Pearl Jam, Soundgarden junto a todo el séquito grungero de Seattle (además de The Smashing Pumpkins, que son de Chicago). Y bueno, claro que ellos tienen un impacto importante en el catálogo musical de los 90, pero en esa ecuación muchas se pasa por alto el alto valor de R.E.M.
La banda comandada por Michael Stipe, una pionera del rock alternativo estadounidense, ya tenía para ese entonces una importante trayectoria en la espalda. Pero fue en ese año cuando alcanzó el punto más álgido de su carrera de la mano del disco Out Of Time y de “Losing My Religion”, una canción llena de mística que entre sus peculiaridades goza de la influencia del escritor colombiano Gabriel García Márquez.
La llegada de ‘Out Of Time’
El éxito no lo era ajeno a R.E.M. de ninguna manera. La banda comenzó a cimentar su legado en 1983 con el lanzamiento de Murmur y a lo largo de esa década, la agrupación trabajó sin parar liberando cerca de seis álbumes, todos bien recibidos por la crítica –claro, algunos en mayor o menor medida-.
Sin embargo, si debemos marcar pautas y momentos cumbre, el periodo entre 1987 y 1988 merece una mención especial por dos razones. En el primero de estos años, llegó el disco Document que sería la primera de muchas fructíferas colaboraciones con el productor Scott Litt. Luego, en el ’88, la banda lanzaba el álbum Green como el primer material que elaboraban formando parte de una importante discográfica como Warner Bros Records.
Una vez conformados los ingredientes, ya cuajados y complementados junto con el talento innato del grupo, era momento de llegar con todo a la nueva década. Fue así que R.E.M entró al estudio con Scott en 1990 listos para crear una placa que tendría más trascendencia de la esperada.
Ya en 1991, precisamente el 12 de marzo, el grupo oriundo de Athens, Georgia liberó Out Of Time. Pero esta vez, había algo inusual (en el buen sentido de la palabra) que identificaba su obra y el guitarrista Peter Buck tenía mucho que ver en ello.
La mandolina y el significado en “Losing My Religion”
Durante las sesiones de grabación del álbum, el propio Peter Buck quiso explorar sus capacidades como músico, comenzó a practicar en mandolinas y se ideó repentinamente el característico riff de la canción que en los primeros demos se conocía como “Sugar Kane”. Luego vinieron los acompañamientos de bajo, batería y la lírica de Stipe con lo que el tema se convertiría en “Losing My Religion”.
La canción, desde luego, es el tema más reconocible del disco no solo por el inusual instrumento que le daba leitmotiv. La letra y el mismo título manejan un significado bien definido. Por un lado, el track habla sobre la sensación de inseguridad de una persona que quiere mostrar su amor a alguien. Las líneas “I said too much” (dije de más) y “I haven’t said enough” (no dije suficiente) demuestran ese sentimiento de haberse sobrepasado o haberse quedado corto en la declaración amorosa.
Y por otro lado, el nombre de la canción es un modismo del sur de Georgia, EU para referirse a un estado mental de desesperación, de desquicio, de perder la cabeza (algo similar a “lose my mind”). En todo caso, nuestro personaje se encuentra desesperado por no poder expresar su sentir cómo desea. Hay un poco de amor no correspondido en la fibra lírica de la canción.
Según cuenta la propia banda en la docuserie de Netflix, Song Exploder, R.E.M. y la disquera tuvieron una brevísima discusión acerca de qué canción debió ser el primer sencillo del disco. Warner quería a toda costa “Shiny Happy People” que era el tema más radio-friendly de la placa; R.E.M. quería “Losing My Religion” porque no esperaban que el disco fuera exitoso, según relata Peter Buck.
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La influencia de Gabriel García Márquez y el éxito del video
Podríamos decir que, de alguna manera, Gabriel García Márquez tiene influencia directa en la creación del tema. Evidentemente no como letrista, sino como referencia textual. Michael Stipe, vocalista de la banda, es un de los lectores más reconocidos del escritor colombiano y la obra de este último influyó de manera sustancial tanto en la temática de la rola como del video.
Las referencias al amor no correspondido de “Losing My Religion” comparten cierta cercanía con una de las primeras líneas que abre el libro El Amor en los Tiempos de Cólera (1985): “Era inevitable: el aroma de las almendras amargas siempre le recordaba el destino del amor no correspondido”. Y esa es solo una de las inspiraciones que Stipe toma de emblemático escritor.
En el video, diversos personajes y el propio Michael aparecen caracterizados con grandes alas de ángel. En el caso del cantante, en muchas tomas aparece arrinconado en un esquina (por aquello del verso “that’s me in the corner”) a lo largo del video. Esa es otra clara referencia a una obra de García Márquez llamada Un Señor Muy Viejo Con Alas Enormes.
A grandes rasgos, aquel cuento relata la historia de lo que parece ser un ángel que cae en el patio de una familia pobre. Esta gente lo encierra en su gallinero y los vecinos de la localidad se acerca a verle, creyendo que es un ser milagroso y pagan por verlo. Este misterioso ente, cuando se siente abrumado por la multitud, se arrincona y empieza a desplegar sus alas para defenderse. POR ACÁ puedes leer el relato entero.
Pues bien, todo ese concepto le valió a R.E.M. llevarse diversos premios. El videoclip ganó a Mejor Video del Año en los MTV Video Music Awards de 1991 y, al año siguiente, la canción se llevó dos Grammys: uno por Mejor Video Musical y Mejor Performance Vocal de Grupo o Dúo. Con esas tablas y 30 años exactos de su lanzamiento, “Losing My Religion” es un hit que perdura y no dejará de hacerlo.