En la vida hay canciones que unos aman pero otros odian. Luego, hay otras que tienen un éxito efímero pues no logran trascender más allá de la época en la que salieron… Y luego está “Dancing Queen” de ABBA, esa que para muchos evoca lo que debe ser una buena canción de pop de relevancia innegable.

Vamos, que casi uno nace conociéndola. Es de esas rolas que probablemente ni recuerdes cómo llego a tu vida pero está ahí, lista para contagiarte las ganas de bailar y no parar. Ya con eso de por medio, uno entiende el poder que tiene el grupo sueco compuesto por Agnetha Fältskog, Björn Ulvaeus, Benny Andersson y Anni-Frid “Frida” Lyngstad.

Foto: Getty Images

La canción tiene un mérito enorme porque para mediados de los 70, no era muy común ver a un grupo europeo triunfar a lo grande si no venía del Reino Unido, el eterno ‘competidor’ del mercado estadounidense en la industria musical. El tema se llevó el #1 en las listas del RU y fue el único de la banda que alcanzó esa misma posición en EE.UU.

Y así como ese, “Dancing Queen” tiene muchos detalles detrás de su creación que la hacen única. Legado puro del llamado europop.

Comenzando a grabar su más grande hit

ABBA ya tenía un nombre muy sonado en Europa para mediados de la década de los 70. Si bien no rozaban la popularidad masiva de, por ejemplo, The Beatles (más que en su natal Suecia), era claro que tenían algo que los distinguía del resto.

Para ese momento ya habían lanzado algunos discos, cambiado el nombre de la banda, ganado el Eurovision de 1974 con el tema “Waterloo” y el siguiente paso era seguir la buena inercia que llevaba su trayectoria. Pero había que alejarse del estigma de la banda de concurso y buscar impactar el mercado internacional.

Con su disco homónimo de 1975 consiguieron un éxito modesto, pero seguía sin ser lo esperado. Así que en el mismo año en que sacaron ese material, comenzaron a producir el próximo esfuerzo de estudio: una joya de la vida llamada Arrival que salió en 1976 y que significó su boleto a la fama mundial masiva.

Portada de ‘Arrival’. Foto: Polar Studios.

Y si significó un hitazo aquel álbum, se debió principalmente ese tema exquisito que es “Dancing Queen”. Pero el proceso hasta conseguir la perfección de esa canción claro que no fue fortuito ni fue fácil. Empezando por la parte instrumental, la inspiración directa que ABBA tomó para componer su obra maestra vino de otro hit de la época como lo fue “Rock Your Baby” del cantante George McRae, lanzada en 1974.

Los suecos se dejaron llevar por las pulsaciones de la música disco que McRae había impreso en su canción. Björn Ulvaeus, Benny Andersson eran unos verdaderos maestros para tomar una o varias influencias y proyectarlas en su trabajo de manera que no se sintieran como una copia.

Ya con la mira puesta en lo que querían crear con esa canción, se metieron al estudio para empezar a darle forma.

Björn Ulvaeus, Anni-Frid Lyngstad, Benny Andersson y Agnetha Fältskog/ Foto: Getty

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La canción que hizo llorar a Frida

Saber si una canción tiene pinta para ser un éxito, es algo que parecería subjetivo. Pero en el caso de “Dancing Queen”, los miembros de ABBA han comentado en muchas ocasiones que sabían que su composición sería un verdadero hitazo, incluso antes de que le pusieran letra.

Tan solo para que se den una idea, Frida Lyngstad dijo alguna vez a The Guardian que lloró cuando Benny Andersson y Björn Ulvaeus le mostraron la pista de la canción; solo escuchó la pura música sin voz ni nada más. “Sabía que era absolutamente la mejor canción que Abba había hecho nunca”, dijo la cantante.

Frida Lyngstad en 1975. Foto: Getty.

“Dancing Queen” no sería lo mismo sin el manager de ABBA

¿Creen ustedes que “Dancing Queen” hubiera tenido la misma repercusión en el mundo de la música si se hubiera llamado diferente? Tal vez y en una de esas no, eh. Eso sí, aunque no nos podemos imaginar que este temazo hubiese tenido otro título, la verdad es que estuvo a punto de llamarse diferente.

Mientras componían la canción, Björn Ulvaeus y Benny Andersson la desarrollaban bajo el nombre de “Boogaloo”, que era un tipo de baile muy popular entre los 60 y 70. Pero el manager de la banda, Stig Anderson, sugirió que ni de chiste se quedara con ese título, para mejor nombrarla como la conocemos.

El propio Anderson, quien era dueño de la disquera Polar Music donde ABBA estaban firmados, participó activamente en la composición de la letra como lo hizo contras composiciones del grupo.

Stig Anderson (izquierda) y Bjorn Ulvaeus a las afueras de Polar Studios en Suecia. Foto: Getty.

Ya en la escritura de la letra, las modificaciones aparecieron. En una de las versiones, las cantantes Agnetha y Frida tenían pensado un verso que iba así:

“Baby, baby, you’re out of sight

Hey, you’re looking alright tonight

When you come to the party

Listen to the guys

They’ve got the look in their eyes”

Al final, esa línea lírica quedo descartada. Como podemos ver, “Dancing Queen” pudo ser bastante diferente de lo que conocemos hoy en día. Quién sabe si con esos detalles como el primer título que tuvo y con el verso cortado, hubiera sido el mismo éxito.

ABBA durante una presentación de 1970. Foto: Getty.

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El significado y el legado

La letra es directa y no se lía tanto en su significado, al menos literalmente. La canción presenta la historia de una joven de 17 años que solo busca un lugar con buena música para divertirse; ser la “reina del baile”. Es esa la sencillez de por medio que la hace tan mágica, porque es una invitación a bailar a través de ese ritmo de música disco que la caracteriza.

Pero “Dancing Queen” de ABBA ha sido analizada a lo largo de los años de diferentes maneras y hasta se le ha encontrado un significado más trágico del que parece. Algunos dicen incluso que la letra es narrada desde la perspectiva de otra persona que está en el mismo lugar que la chica de 17 años que se menciona en la letra.

Esta persona, este presunto narrador, es alguien mucho mayor de edad que observa a la joven convirtiéndose en la reina del baile. Este sujeto misterioso que la hace de narrador o narradora, sería alguien que se visualiza a sí mismo a través de la joven pues extraña esos años de juventud. Pero esa es solo una interpretación de las muchas que se ha hecho.

“Dancing Queen” ha sobrevivido al paso del tiempo como un clásico inolvidable. Su influencia ha llegado a artistas de diferentes épocas, por ejemplo, Blondie pues el guitarrista Chris Stein dijo en alguna ocasión que su canción “Dreaming” era un intento de hacer un hit del estilo de ABBA.

Elvis Costello también dijo en su momento que su clásico, “Oliver’s Army”, tiene una influencia directa del piano y teclados del éxito sueco. Hasta proyectos musicales más actuales como MGMT se han inspirado de alguna manera en el clásico de ABBA pues, como revelaron al programa Song Exploder, compusieron su tema “Time to Pretend” utilizando el tempo de “Dancing Queen”, registrado en 101 BPM.

Por ahí hasta se cuenta una anécdota de que esta es la canción favorita de la Reina Isabel del Reino Unido. Chris Evans, un reconocido DJ de la BBC, lo platicó en alguna transmisión de hace algunos años y según en palabras de Su Majestad, ella dijo que “siempre trato de bailar cuando suena esta canción porque soy la Reina y me gusta bailar.

Ilustrativa de la Reina Isabel. Foto: Getty.

Indudable legado el que ABBA nos ha dejado por tantos años con una de las grandes canciones de pop por excelencia. Póngansela y no paren de bailar.

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Editor de Música en Sopitas.com; a veces escribo y hablo de otras cosas. Egresado de FES Aragón UNAM. Los gatos y la música son necesidad absoluta.

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