Desde tiempos inmemorables, es muy común encontrar por las calles de la Ciudad de México a personas tocando toda clase de instrumentos y ritmos. Sin embargo, desde que comenzó la pandemia los grandes afectados con toda esta situación son los artistas y bandas, quienes todos los días se ganan la vida interpretando sus canciones y llevándole un poquito de su talento a las personas de la capital chilanga.

Muchas veces no conocemos el esfuerzo y la dedicación que hay para que todos ellos lleguen hasta nuestras casas a tocar, pues además de años de aprendizaje para dominar sus instrumentos, han tenido que pasar de todo para vivir de lo que más les gusta. También debemos recordar que en esta profesión y de acuerdo con uno de los más recientes censos realizados por el INEGI, al menos 95% de las personas que se dedican a la música no tienen prestaciones laborales, es por eso que ahorita están haciendo de todo para literal, sobrevivir. 

Imagen ilustrativa de un músico de norteño tocando su acordeón en las calles/ Foto: Getty

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La banda sinaloense que está llenando de ritmo a la CDMX

Pero hoy les contaremos la historia de Jorge, Carlos, Héctor y Yael Peral, cuatro jóvenes que desde que se cancelaron eventos y conciertos, todos los días viajan desde el Estado de México para tocar en la colonia Del Valle. Aunque viven en el estado más poblado de nuestro país, en realidad ellos son orgullosamente originarios de Oaxaca –para ser exactos de la mixteca baja, en el municipio de San Miguel Amatitlán–.

Desde muy pequeños, aprendieron a tocar diferentes instrumentos gracias a sus padres y diferentes maestros, quienes les inculcaron el amor por la música de su región, Al principio comenzaron a interpretar canciones típicas, pero después de mucho tiempo y como ellos dicen “de echar a perder” se interesaron por los sonidos y la versatilidad que ofrece la banda sinaloense, pues nadie se puede resistir cuando suena la tambora, ¿a poco no?

Ellos son los miembros de la banda sinaloense que está llevando sabor a la Colonia Del Valle de la CDMX/ Foto: José Carlos López Fiigueroa

Dejar los escenarios para tocar en las calles

Pero fue hasta que se mudaron al Estado de México que Carlos, Héctor, Jorge y Yael comenzaron a tomarse en serio la idea de convertirse en músicos. Con el tiempo se fueron acercando a personas que los han acompañado en este largo camino, y desde hace siete años tocan en diferentes grupos, conformados de al menos 18 miembros  (como las bandas de verdad) y son contratados para amenizar eventos y toda clase de fiestas.

Sin embargo, en vista de que se cancelaron toda clase de reuniones –ya ni hablemos de conciertos–, todos estos músicos se vieron en la necesidad de salir a la calle para tocar y ganar un poco de dinero. “Tocamos en una banda con vocalista y toda la cosa, pero como está la situación no nos queda de otra” dice Jorge sobre lo que les ha tocado enfrentar, pues dejaron de ganar dinero por presentación para esperar que la gente los apoye.

Imagen ilustrativa/ Foto: Getty

Han encontrado toda clase de personas en estos momentos

Todos estos músicos se llevan sus instrumentos como pueden, en el metro o la micro con tal de seguir trabajando: “La verdad es que no pesan, los echamos al estuche o la maleta y nos los llevábamos por todos los trasnbordes”. Desde temprano comienzan a afinar todo para dar un espectáculo de aquellos, y pasan tocando alrededor de siete horas diarias todo tipo de rolas, desde quebradita, carnavalera y baladas, hasta canciones románticas, sones y boleros.

En esta temporada, la banda se ha topa con una situación muy extraña, porque a donde quiera que vayan hay muchas personas que los apoyen con una buena moneda, o quien de plano quieren que se muevan a otro lado: “Sí, nos ha tocado de todo, desde quien nos dice ‘váyanse’ hasta otros que nos dan sus bendiciones, depende en donde te pares a tocar pero en general es más la gente que apoya”. 

Imagen ilustrativa/Foto: Getty

A pesar de todo, esta banda sinaloense siempre

“Con la pandemia no hay nada de trabajo para los músicos, está complicado. Es como muchos dicen, la enfermedad nos pegó de cierta manera a nosotros, fuimos los primeros que de plano ya no tuvimos trabajo por la pandemia. Primero Dios a ver qué pasa estos días, esperamos que se componga todo y vuelva a la normalidad”, mencionó Carlos, esperando que los eventos vuelvan y así puedan volver a pisar un escenario.

“La motivación es que la gente nos apoya y de repente nos dan una buena propina por tocar, como billetes de 100 pesos”, dicen ellos. Pero al final, lo que ganen en un solo día depende de cómo esté el ánimo de la gente y los distintos lugares que visitan, pues no hay absolutamente nada que les garantice que les irá bien durante toda su jornada.

Después de todo, ellos siempre ven el lado positivo de las cosas/ Foto: José Carlos López Figueroa

Después de todo y a pesar de que la situación para nada les ha favorecido, esta banda siempre tiene una actitud positiva y esperan que el mundo de la música se recupere de este momento tan complicado que está enfrentando: “Salimos a la calle para tener qué comer y para los gastos, pero todo lo hacemos con gusto, tocamos porque nos hace felices y también podemos alegrar a la gente”. 

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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