A Grimes la conocemos bien. Su synth pop espacial tiene mucho que ver con su fama, no hay duda de eso. Pero su personalidad excéntrica también ha llenado los titulares más de una vez. Justamente la noticia que les vamos a compartir hoy va por ese lado. En el nombre del arte, Grimes se acaba de aventar la movida más Grimes de toda la historia.
A principios de mayo tanto ella como su pareja Elon Musk, atascaron los titulares no únicamente por la llegada de su primer hijo juntos, sino por el extraño nombre que le pusieron. Hoy Grimes regresa por otra rareza digna de ella. Así como lo leyeron en el título, y razón por la que están aquí de curiosos, literalmente está vendiendo un pedazo de su alma al mejor postor como un pedazo de arte.
Titulado Selling Out (Vendiéndome), el trabajo lleva el título de la primera exposición de bellas artes en línea de Grimes. Presentado conjuntamente por Gallery Platform Los Angeles y Maccarone Los Angeles, el programa recoge numerosos dibujos, impresiones digitales, fotografías y lo más importante: su alma.
Pero, ¿cómo la va a vender? Así literalmente como en La Sirenita: a través de un contrato firmado. Ahí modestamente, Grimes le puso un precio inicial a su alma de 10 millones de dólares. Lo hizo con la intención de que a ningún loco se le ocurriera comprar su alma, pero como están las cosas con el coronavirus pensó que ponerle un precio tan alto a su alma estaría demasiado cargado. En cambio, ahora está en la lista de “mejor oferta”.
¡Ah, caray! ¿Grimes y Elon Musk le cambiaron el nombre a su bebé?
“Me veo a mí mismo como un artista visual en primer lugar”, dijo Grimes a Bloomberg, “y siempre me sentí extraño de que la gente me conozca por la música”.
Aún así, las piezas son “una continuación, más que un alejamiento de su música”. De esa manera, Selling Out the Artwork es una extensión de la existencia de Grimes como una superestrella del pop. La pieza en sí es un documento legal que indica que el comprador posee un porcentaje aún no especificado del alma de Grimes.
“Cuanto más lo profundizamos, más filosóficamente interesante se volvió”, explicó. “Además, realmente quería colaborar con mi abogado en arte. La idea del arte fantástico en forma de documentos legales me parece muy intrigante”.
Elon Musk ya es dueño de su corazón, pero alguno de ustedes se podrían hacer de un buen pedazo de su alma si están dispuestos a ganarle a quien sea por tenerlo.
