Se acerca Corona Capital 2021 luego de que el año pasado, debido a la pandemia, el festival debió suspenderse hasta nuevo aviso. Por acá en Sopitas.com, nos hemos dado a la tarea de recordar algunos de los mejores momentos del evento, esos que han marcado su historia y hoy toca hacerlo rememorando la ocasión en que Billie Joe Armstrong y compañía se subieron a detonar el escenario con un tremendo show en 2017….
Desde hace algunos años, Green Day se unió al grupo de selectas bandas capaces de llenar estadios. Pero, ¿cómo una banda de punk/pop llegó a ser capaz de eso? Bueno, pues ahí están más de una decena de discos que los californianos han editado en casi 30 años de carrera… de ahí sale suficiente material para armar todo un set de más de dos horas y media de duración…¿¡dos horas y media con puras canciones que – la mayoría – oscilan los 3 minutos de duración?!! Así es y, pese a lo que pueden imaginar, el tiempo es justo para todo el espectáculo que presenta Billie Joe Armstrong y compañía.
No es un espectáculo de las dimensiones de U2, Roger Waters o Muse, en el que la tecnología ya juega un papel importante para la música. Lo de Green Day es más básico y, por ello, quizás más poderoso. Lo que ofrece esta banda es entretenimiento puro con las bases elementales. Se ve desde el inicio, cuando después de “Bohemian Rhapsody” en escena aparece un conejo rosa que, al ritmo de “Blitzkrieg bop”, hace un pequeño acto de comedia para arrancar motores: bailando, jugando con el público… provocando con el dedo medio, mientras un miembro del crew vestido con un tutú lo saca y, entonces sí, llegan los amos del show.
Con “Also Sprach Zarathustra” de fondo para su espectacular entrada (recurso que ya han utilizado Elvis y los Flaming Lips… otros masters del show) Armstrong, Tré Cool y Mike Dirnt tomaron sus instrumentos para comenzar con “Know your Enemy”. De inmediato los apretones, los brincos y las cervezas voladoras se dejaron ver entre un público que furioso coreaba Do you know your enemy?… ¿pues quién realmente lo conoce? Mejor comenzar por el amigo. Por eso, desde la primera canción Billie Joe enseñó su lista de necesidades: quería gritos, baile, coros… un público que se metiera de lleno en el show, tanto como ellos. “¿Quieren enloquecer esta noche?” Y para que quedara más claro, trepó al escenario al primer afortunado de la noche. Un chico que despertó la envidia de todos los fans al cantar al lado del carismático frontman.
No cualquiera puede lo que Green Day. Para tener a tope a miles de personas y que su ánimo no decayera, además de contar con un showman como es Billie Joe, la banda soltó hit tras hit, repasando desde el Kerplunk! del 92, hasta el reciente Revolution Radio; claro, sin faltar temas del aclamado Dookie, del cual seleccionaron verdaderas joyas como “When I Come Around”, “She”, “Basket Case” y “Longview”. Esta última cantada nuevamente por otro del público, cuya suerte fue también envidiada… aunque no tanto como la de la chica elegida para tocar, en guitarra regalada por el vocalista, unos acordes del cover de Operation Ivy, “Knowledge”.
Fuegos pirotécnicos, disfraces, regalos, pausas que por veces parecían eternas y que la banda utilizaba para… básicamente juguetear. Lo que en otras bandas acaba por fastidiar un show, en el poderoso trío californiano fueron extras que hicieron que por casi tres horas la gente se olvidara del frío, el cansancio y la inminente y agotadora salida del Foro Sol. Green Day estuvo ahí para colocar los ingredientes de la diversión y más que eso: ya que de ella nace energía que puede utilizarse para la protesta, la banda aprovechó la total atención que recibió del público para solicitar en diversas ocasiones rechazar la homofobia, la guerra… ¡la corrupción! y, por qué no, la discriminación representada por el presidente de Estados Unidos. “¡Fuck you Donald Trump… esto es México!”
Un conciertazo en el que los integrantes de la banda demostraron ser, además de unos verdaderos entretenedores, unos músicos de alto calibre. Prueba de ello, los espectaculares solos de batería de Tré Cool y, en especial, la forma en que Billie Joe Armstrong cerró no sólo la presentación, sino todo el tour. “Good Riddance (Time of Your Life)”.