Hay momentos sustanciales que marcan a las bandas más grandes de la música, para bien y para mal. En ese sentido, la gira de Blur por Estados Unidos de 1992 debe ser uno de los momentos más escabrosos en la historia del grupo. Pero también fue un parteaguas para que se encumbraran como una de las grandes del britpop.
Aquel tour le abrió los ojos a Damon Albarn, Alex James, Graham Coxon y Dave Rowntree sobre el terreno que estaban pisando en la escena musical mundial. Y de igual manera, los ayudó a forjar su identidad… Aunque esto último, vendría con una no muy agradable experiencia en suelo estadounidense.
El lanzamiento de ‘Leisure’ y la primera gira de Blur por Estados Unidos
Ya en este punto, no es necesario meternos de lleno en el origen de Blur. La banda se cambió el nombre a petición de su disquera, Food Records, ya que a estos últimos nos les convencía del todo el nombre Seymour. Siendo sinceros, ¿hoy serían la bandota que son y hubieran llegado tan lejos como lo han hecho con ese nombre? Quién sabe, pero probablemente no.
Pero bueno… Una vez que Food Records logró su cometido rebautizando a la banda, se vendrían toda la promoción para impulsarlos: el lanzamiento de los sencillos “She’s So High” (a finales de 1990) con una recepción moderada, el hitazo de “There’s No Other Way” a mediados de 1991 seguida por “Bang” en ese periodo.
La escena británica los volteaba a ver. ¿Eran la nueva banda sensación del Reino Unido? Para eso pintaban, sobre todo en una época donde los grandes ídolos del movimiento Madchester como The Stone Roses o las glorias del shoegaze decaían en los inicios noventeros. Y encima, el grunge ganaba terreno internacional. Así, vendría la primera gira de Blur por Estados Unidos.
Con Leisure lanzado en agosto de 1991 bajo la producción del legendario Stephen Street, emprendieron un breve viaje a Canadá y EE.UU en octubre y noviembre de ese año. El manager de promoción Jon Cohen de la SBK Records (y eventual fundador de la revista The Fader), los recibió en Boston para llevarlos a una pequeña promoción por algunas de las principales ciudades del país.
Ahí en Boston, tocaron en la reconocida estación WBCN y luego, se presentaron en un venue llamado The Paradise, donde dieron un show enérgico. El propio Jon Cohen escribió en 2015 un artículo donde dijo que tras esa visita a Boston, el gerente de aquella estación de radio quedó tan impresionado que prometió que serían los primeros en reproducir la música de la banda en EE.UU.
La primera gira de Blur por Estados Unidos salió bien, a secas. Y aunque parecía que el grupo tenía potencial para ser un acto potente en ese país, las cosas cambiarían drásticamente al año siguiente.
1992: Se vinieron problemas para la banda
Aún cuando la primera gira de Blur por Estados Unidos no había salido mal, el proyecto se enfrentaba a algunos problemas. El más notorio de todo es que Leisure quizá no fue el álbum debut que se esperaba, y la banda no logró cubrir la expectativa que sus primeros sencillos previos provocaron.
Muchos expertos mencionan que ese material, considerado uno de los menos sobresalientes en la discografía del grupo, no funcionó porque estaba influenciado justamente por las escenas del Madchester y el shoegaze que iban en picada para inicios de los 90. El propio Albarn en 2007 calificó el disco como ‘horrible’, para que se den una idea.
Encima de todo, durante el comienzo de 1992, los miembros de Blur se dieron cuenta que tenían un severo problema financiero por atender. Su manager, Michael Collins (quien además era su amigo cercano), no supo administrar las ganancias de la banda y los dejó con una deuda de 60 mil libras esterlinas (incluso se dice que Collins les habría robado dinero).
Por si fuera poco, la banda se empezaba a ganar mala fama por sus constantes shows a los que subían a tocar intoxicados. Y ese periodo, la escena británica empezaba a ver con muy buenos ojos a Suede, fundados en 1989 por Brett Anderson y Justine Frischmann (quien se separó de esa banda para formar Elastica y que eventualmente tuvo una relación con Damon Albarn).
El nuevo manager de la banda, Chris Morrison, de la mano de Food Records, hizo que la banda entrara al estudio. Así llegó el sencillo “Popscene”, que veía un cambio sustancial con el grupo apostando por guitarras de influencia punk e instrumentos de viento… Ahora, se acercaba la segunda gira de Blur por Estados Unidos.
Ahora sí, la desastrosa segunda gira de Blur por Estados Unidos
La banda venía de un tour medio pesado en Reino Unido junto a The Jesus & The Mary Chain, My Bloody Valentine y Dinosaur Jr., esto en marzo de 1992. Además, Blur estaban un poco golpeados ya que en el periodo en que se gestó “Popscene”, habían compuesto suficiente material para un nuevo disco, pero Food Records rechazó la idea.
Y todavía tenían que solventar la deuda acarreada por su antiguo manager, por lo que se armó la segunda gira de Blur por Estados Unidos en abril de ese mismo año. En teoría, parecía un buen negocio: Damon Albarn y compañía darían más de 40 conciertos en el país norteamericano, durante dos o tres meses… pero no fue lo que se esperaba.
Food Records logró que SBK Records financiara la nueva gira de Blur por Estados Unidos (ambas disqueras eran propiedad de EMI Music). Al ser un tour muy extenso, se gastó bastante dinero para organizar todo… El propio Alex James dijo en una entrevista del 2021 con Mark Hoppus que apenas saldaron el pago de esa gira en los años recientes.
Pero bueno, ese no era el problema más duro que enfrentarían. Blur se encontró en 1992 con un público estadounidense muy apático que básicamente los ignoró. En ese momento, el grunge estaba en su máximo apogeo a nivel mundial y todos los ojos se fijaban en el llamado ‘sonido de Seattle’.
El cuarteto inglés debió soportar una gira desastrosa en la que andaban casi siempre ebrios, donde se sintieron básicamente más humillados que exitosos y donde ya había fricciones entre los miembros. Otro problema importante es que los británicos realizaban este tour solo con un puñado de canciones nuevas, y con el no muy recordado Leisure en su repertorio.
En alguna entrevista, el propio Alex James dijo que fue una mala idea regresar a EE.UU solo con ese disco baggy (que es considerado el estilo musical en el que se hizo la transición del Madchester y el shoegaze al britpop) como carta de presentación.
A final de cuentas, ¿por qué imaginaron que los estadounidenses iban a preferir ver a una banda británica que a sus estrellas nacientes del grunge? Error rotundo. La segunda gira de Blur por Estados Unidos rompió el ánimo de la banda y les caló profundo… Pero no todo estaba perdido.
La mala experiencia en EE.UU los inspiró para resurgir con ‘Modern Life Is Rubbish’
Durante la segunda gira de Blur por Estados Unidos, Damon Albarn se empezó a sentir nostálgico por el Reino Unido. Y no era para menos, teniendo en cuenta lo ignorados que fueron en su paso por EE.UU… Guardando las proporciones, la banda se quedó con algo de resentimiento hacia la escena musical estadounidense.
Mientras viajaban en ese tour, el vocalista empezó a escuchar música de bandas británicas clásicas como The Kinks o The Jam, sintiendo nuevamente esa emotividad sobre la música que culturalmente marcó a su tierra natal.
Y además, cuando regresaron a su país hacia los últimos meses de 1992, Blur se encontró con que Suede les había ganador el terreno como la banda más prometedora del Reino Unido. El grupo nacido en Colchester estaba atravesando una pésima racha.
Blur recibió la advertencia de su disquera, Food Records, de que debían tomarse las cosas más en serio o de lo contrario, romperían su contrato. Y así vino un periodo donde Albarn empezó a escribir canciones… El vocalista la tenía clara: su pesimismo respecto a la experiencia en Estados Unidos, lo orilló a componer temas que hablaran más sobre la cotidianidad británica.
Y musicalmente, el nuevo material se inspiraría un poco en esas bandas de pop-rock británicas clásicas que Damon escuchaba para no pasarla tan mal en la horrible gira estadounidense de 1992. Iniciaron entonces las sesiones de grabación de lo que se convertiría eventualmente en Modern Life Is Rubbish, disco que lanzaron en mayo de 1993.
Fue un disco complicado, sobre todo porque Food Records y SBK Records exigieron canciones que fueran más comerciales (de ahí los agregados de “For Tomorrow” y “Chemical World”). Y en cima, en Food no veían con buenos ojos que la banda cambiara de productor al despedir a Andy Partridge de XTC para meter a su viejo conocido, Stephen Street. Pero se logró.
Regresan a la cima y consagraron al britpop
Con Modern Life Is Rubbish de 1993, Blur logró captar nuevamente la atención del público en el Reino Unido y la crítica lo recibió de muy buena manera; definitivamente mejor de lo que había pasado con Leisure.
Debido a las temáticas y el comentario social sobre la cotidianidad británica, este disco es considerado uno de los que definió lo que sería el britpop a mediados de los 90. Así, colocando a la banda de Colchester como una de las más grandes de su generación y de ese movimiento.
Y si bien Modern Life Is Rubbish no consiguió el éxito masivo de Parklife (1994) o la consolidación de The Great Escape (1995), es justo decir que estos dos últimos son lo que son gracias al avance que hubo en el disco de 1993. En suma de todo, irónicamente la gira de Blur por Estados Unidos de 1992 los convirtió en amos absolutos del britpop como movimiento.
Como dijo Albarn en una entrevista con Mojo del 2000: “Suede y Estados Unidos alimentaron mi deseo de demostrarles a todos que Blur valía la pena”. ¿Qué les parece la historia de la desastrosa gira de Blur por Estados Unidos?
Ahora que andamos en esas, recordemos otro capítulo de Blur echando el vistazo a la batalla del britpop contra Oasis por acá. También les dejamos nuestro quiz para expertos en britpop, a ver si es cierto que le saben.