Afortunadamente para todos los melómanos, gracias al internet podemos descubrir un montón de propuestas musicales de todas partes del mundo. El abanico de posibilidades es enorme, puedes escuchar prácticamente todo tipo de géneros, pero hay muy pocos artistas que logran mover masas con tan solo una guitarra y canciones 100% sinceras, y ese es justo el caso de un músico en Escocia que está rompiéndola, hablamos de Gerry Cinnamon.
Muchos lo han calificado como un poeta, una mente incomprendida y hasta un loco del folk, pero lo cierto es que la música que él crea es completamente única. Tomando las bases de aquel género que nos ha traído verdaderos genios y adaptándolo a situaciones actuales, este musicazo está conquistando su país natal y gran parte de Europa, es un completo fenómeno y por acá les contaremos por qué todo el mundo está perdiendo la cabeza gracias a él.
¿Quién es Gerry Cinnamon?
Gerard Crosbie –mejor conocido por todos como Gerry Cinnamon– nació en Glasgow, Escocia el 1 de octubre de 1984. Muchos años antes de convertirse en una verdadera promesa de la música y así como muchos, creció escuchando los casetes que tenía su mamá, una colección completa de clásicos como The Beatles, The Rolling Stones, Simon & Garfunkel y hasta Oasis, pero hubo un artista que le cambió la vida por completo.
Según lo que él mismo cuenta, quedó fascinado cuando escuchó a Bob Dylan y desde entonces se clavó en su música. Como muchos, Gerry sufrió de bullying y no era muy bueno en la escuela cuando era adolescente, así que sus padres decidieron mandarlo con uno de sus tíos a Londres para pasar el rato, mientras la cosa se calmaba, pero no contaba con que se toparía con algunos instrumentos que lo forjarían.
Resulta que para matar el tiempo, Gerard encontró una guitarra y una armónica, las cuales empezó a tocar porque era eso o ver partidos de cricket. Poco a poco fue dominando cada uno de los instrumentos, así que cuando regresó a Escocia se le metió la espinita de empezar a componer sus propias rolas, todo esto mientras mantenía uno que otro trabajo de medio tiempo para poder vivir.
Durante uno de los primeros shows que dio en solitario en una universidad, conoció al que sería su amigo y productor, Chris Marshall. Ambos empezaron a colaborar de manera casual, con Marshall arreglando las canciones y Crosbie como letrista, y finalmente formaron una banda de lo-fi llamada The Cinnamons –sí, de ahí adoptó su nombre artístico el buen Gerry–.
La canción con tintes políticos que catapultó su carrera
Junto a The Cinnamons, en 2010 publicó un EP con cinco canciones con las cuales esperaban despegar su carrera. Sin embargo, la cosa no funcionó y la banda terminó por desintegrarse, aunque Gerry siguió insistiendo y jamás se dio por vencido. Una noche en un bar ubicado en el centro de Glasgow, le dieron chance de tocar sus canciones y la gente quedó encantada con su actuación, tanto así que lo contrataron.
Así como ocurría hace algunos años, el nombre de Gerry Cinnamon fue pasando de boca en boca, y gracias a las redes sociales comenzó a ganar cierta fama. Pero la bomba explotaría en 2014, cuando fue invitado a escribir e interpretar una canción en un evento en la plaza George Square en Glasgow antes del referéndum sobre la independencia de Escocia.
Esta rola se llamó “Hope Over Fear” y fue lanzada como sencillo, con la cual logró anotarse su primer hit. Aunque esta canción le dio exposición por todo el Reino Unido, el músico ha declarado que no se siente tan a gusto con ella porque no quería ser una figura de la campaña de Yes Scotland, pues el tema que compuso se convirtió en el himno de todo este movimiento político.
A partir de aquí, su carrera subió como la espuma, en el verano de 2015, Cinnamon estrenó otra canción que marcó su carrera, “Kampfire Vampire” y después de convertirse en un verdadero fenómeno en su país, un año después se ganó la oportunidad de tocar en un festival que para él era un sueño, T In The Park. A pesar de ser uno de los primeros actos, logró reunir a una buena cantidad de personas.
El artista que agotó sus conciertos sin tener una disquera
Después de presentarse en 2016 una vez más en T In The Park en un escenario mucho más grande, Gerry Cinnamon logró una verdadera proeza para un artista independiente, agotar por completo la serie de presentaciones que tenía planeadas en el salón de conciertos 02 ABC. Aunque es un logro enorme, lo único que el músico hizo fue publicar una sola vez que daría estos shows y sus fans corrieron como locos a comprar todos los boletos.
Para julio de 2017, Gerry se presentó en el festival TRNSMT, donde por supuesto no cabía ni un alfiler para verlo. Fue ese mismo año cuando anunció que lanzaría su álbum debut, Erratic Cinematic, el cual fue financiado por sus seguidores a través de la plataforma PledgeMusic y contó con la producción de su ex compañero de banda y viejo amigo, Chris Marshall.
Rápidamente, el disco llegó al número 1 en la lista de iTunes del Reino Unido de cantantes y compositores (para que chequen el dato, logró superar por varias semanas a Ed Sheeran). Y para presentarlo anunció un concierto en el Barrowland Ballroom de Glasgow, pero a las pocas horas logró vender todas las entradas, ingresando de inmediato al salón de la fama de dicho lugar junto a David Bowie y Noel Gallagher.
Todo ese año se la pasó tocando en festivales y venues de Escocia, y para 2018 armó una gira por todo el país e Inglaterra. Todos sus shows tuvieron que moverse a lugar más grandes por la demanda y en algún punto, sus fans se quejaron porque la reventa apañaba todos los boletos y los vendían a precios exhorbitantes, incluso señalaron a Gerry Cinnamon como responsable de todo esto, ¿pueden creerlo?
Escocia y el Reino Unido le quedan chicos
A finales de 2018, Gerry Cinnamon fue telonero de The Courteeners, pero llegó un momento en que el público no quería que dejara de tocar, así que no lo quedó de otra mas que organizar un enorme tour que por supuesto, tuvo que añadir un montón de fechas para que todos pudieran verlo en vivo.
Sin embargo, en 2019 le llegó la oportunidad de ser headliner del festival TRNSMT y se pudo presentar en algunos de los festivales más importantes de Europa, como Benicàssim, Isle of Wight, Kendal Calling, Y Not y por supuesto, Glastonbury. En esa presentación, el músico logró abarrotar por completo el escenario John Peel, con un set corto pero contundente.
Por si no fuera suficiente todo esto, el mismísimo Liam Gallagher lo invitó a abrir uno de los conciertos más grandes que dio en aquel año. Parece que a Gerry le encanta batir récords en su natal Escocia, pues reveló que daría el mayor show de su corta pero fructífera carrera en el Hampden Park, con capacidad para más de 50 mil personas y adivinen que… se agotó en cuestión de minutos.
Además de este conciertazo, Gerry Cinnamon aprovechó para anunciar que lanzaría su segundo álbum de estudio, The Bonny, el cual llegó a nosotros en abril de 2020 a través de su propia disquera y debutó en el número 1 de la lista de álbumes del Reino Unido e Irlanda, además se convirtió en el vinilo más vendido del año.
Ahora, solo queda esperar a que la pandemia esté controlada para que pueda conquistar más escenarios, y en una de esas se nos hace verlo en México, ¿no? Se vale soñar.
¿Qué es lo que lo hace tan especial?
Puede que todo el planeta, existan varios artistas que tan solo con una guitarra, unos cuantos pedales de loop, pero nadie ha logrado lo que Gerry Cinnamon en cuestión de años. Sus canciones hablan de todos los problemas que cualquiera podría tener en la vida, aunque como buen cantante de folk y con la chispa que tienen todos esos músicos, también le encanta contar historias acerca de delincuentes, matones y hasta drogas.
Quizá el encanto de este musicazo es que sus letras son brutalmente honestas, no se guarda absolutamente nada y hace que el lenguaje coloquial tenga un nuevo significado. Prácticamente tiene una rola para cualquier estado de ánimo, desde aquellas para cortarse las venas hasta algunas otras que nos hacen reflexionar sobre la vida, y aunque él solito se sube al escenario y doma a todo el público, sus shows para nada son aburridos, pues con sus canciones logra que todos tarareen y brinquen como si no hubiera un mañana.