Pareciera ayer cuando conocimos por primera vez a James Blake, un erudito de los sintetizadores y la producción que nos sorprendió con una curiosidad inmensa que atraviesa géneros y colaboraciones. Hoy, Blake lanza su quinto trabajo de estudio, a diez años de su excelente debut, mostrando sus mejores elementos en una docena de canciones nuevas.
James Blake mantiene la nostalgia intacta
Nunca ha estado ausente el elemento nostálgico en las atmósferas y voz del inglés, quien es un experto en componer baladas digitales que contagian sus melodías y mensajes. Las mejores muestras de ésta capacidad se lucen en los espacios de “Funeral”, una canción espaciada que muestra la capacidad de introspección de Blake y su predilección por los sonidos espaciados para hacer una reflexión intensa sobre la vida.
Desde el título de ésta entrega , notamos que James sigue siendo un sujeto que tiende bastante a la tristeza. ‘Friends That Break Your Heart’ resulta otra lección sobre la emoción permanente en Blake.
Maestría en producción
En los cuatro discos que preceden a éste lanzamiento, James Blake siempre ha mostrado sus capacidades como un curioso de los sonidos sintéticos y la producción vocal.
Para ésta entrega, notamos la cumbre de su trabajo como productor en rolas como “I’m So Blessed You’re Mine” y la canción que da título al disco, en las que hay momentos impresionantes en cuanto a la cantidad de elementos que conviven en el mismo espacio que los loops vocales del inglés de 33 años.
En vivo, Blake suele jugar con el público y su respuesta a las grabaciones vocales que hace frente a la audiencia. Por lo que escuchamos en este LP, no será la excepción cuando comience la gira para mostrar su quinto trabajo de estudio.
Un fanático del rap
Estamos frente al disco con más presencia de rap en la carrera de James Blake. SZA, JID y SwaVay prestan sus colaboraciones para rapear entre las armonías sintéticas de Blake, quien ha coqueteado con el género desde el remake que trabajó con Chance The Rapper para “Life Round Here” de su disco Overgrown.
Y como tarde o temprano tendremos un disco de rap completamente producido por Blake, por ahora disfrutamos su participación en éste género, en el cual ya ha colaborado con leyendas que hemos mencionado y hasta con Kendrick Lamar, Vince Staples y Frank Ocean.
Un disco anticlimático cortesía de James Blake
Sin duda, el gran ausente de éste disco es algún momento emocionante en el que James Blake explote completamente sus melodías agudas y capacidad de producción. La colección de baladas que lanza el día de hoy resulta en una calma perpetua a lo largo del disco, lo que llega a cansar hacia el final de este quinto disco.
El trabajo impecable de James Blake en la producción y diseño de cada una de sus canciones resulta a veces eclipsado por lo monótono de sus motivos líricos, que orbitan la soledad, decepción y tristeza, de las que eventualmente se espera algún distanciamiento para dar lugar a canciones menos estiradas que permitan escucharle en ambientes distintos.
