Lo que necesitas saber:

Fontaines D.C. unieron fuerzas con el mítico productor James Ford para su cuarto disco de estudio, en el que se ponen más personales que antes.

Hace apenas dos años Fontaines D.C. nos maravilló con Skinty Fia, un intenso testimonio de la capacidad de esta banda irlandesa de post punk y art punk que en voz de Grian Chatten regresa con historias obscuras y una magnitud mayor a sus trabajo anteriores.

En producción se une el conocedor James Ford (Simian Mobile Disco, Arctic Monkeys, Gorillaz) quien ha llevado proyectos a sonar de un tamaño inmenso, y eso es precisamente el principal cambio para Romance. El quinteto de Dublín hizo un disco con ambiciones altas, y para el que incorporan puentes dignos de estadios, cuerdas, y un cambio sorprendente en estructuras y temas, como mostraron en “Starbuster” y “Desire”.

La esencia obscura e intensa que define a Fontaines D.C. permanece con nuevas alturas

Nuevos elementos sobre un sonido conocido, con la capacidad de matizar su identidad

Con apenas su cuarto disco de estudio, Fontaines D.C. se consagra como un proyecto congruente, que supo capitalizar con las aportaciones de James Ford, en puentes y coros mucho más grandes de lo que les conocíamos a la fecha. Eso sí, la esencia punk se queda y no teman, aún tenemos distorsiones inquietantes y una atmósfera tétrica permanente.

Aunque sabíamos que Fontaines D.C. podía conquistar estadios desde antes de Romance, con el sonido crudo de sus primeros dos discos, Skinty Fia llegó como una revelación tenebrosa de que la banda tenía para más.

Romance es la confirmación de las sospechas planteadas en su antecesor, en dónde a base de reverbs y atmósferas tétricas, se aventaron uno de los mejores discos del 2022. Para Romance, aunque lo obscuro sigue ahí, la banda decidió rifarse en grande, abrazar un lado más tirado hacia las baladas grandiosas y orquestadas, con muchos temas sobre madurar, el amor y desamor.

Para los fans del sonido clásico de la banda, tenemos “Starbuster”, “Death Kink” y “Favourite”, en las que mantienen un sonido típico del post punk. La mayoría de las nuevas rolas tienen que ver con el cambio en sonido, y se sitúan como un elemento nuevo de Fontaines, pero hay momentos que se sienten bastante pesados y sin una dinámica entre calma y aceleración.

El mejor trabajo vocal de Grian Chatten, con versatilidad y un esfuerzo notable

Fontaines D.C. había mostrado una gran visión en sus letras, combinando la crítica social y los temas de la clase trabajadora frente al mundo moderno, pero lo logrado en Romance se siente más personal e inclusive más poético. Lo que antes era descarado y directo, encuentra una presentación más simbolista y que recurre mucho más a la imaginación.

La atmósfera del disco la plantea la abridora, que también da nombre a este LP. “Romance” abre como una rola misteriosa de The Cure, con la intensidad del industrialismo de Nine Inch Nails y la voz de Grian con una aguda fragilidad, repitiendo un mantra: “Quizás el romance es un lugar para ti y para mí”.

No todo es color de rosa (contrastante con la portada del álbum), ya que en esta letra, Chatten abre con “Dentro de la obscuridad de nuevo (…) Estaré a tu lado hasta que te mueras”. Hay una belleza bastante gótica en esta introducción disonante que es en igual medida hipnótica y atemorizante. Funcionará perfecto en sus shows en vivo para colocarnos en un humor obscuro que nos prepare para sus rolas más intensas.

Lo que le escuchamos a Grian en “Starbuster” contagia un sentido de asfixia, recordando que esta rola fue inspirada por una ataque de pánico que sufrió, logró transmitir esa sensación en un rap que usa sonidos de ahogamiento.

Baladas para un mundo moderno e incomprensible, con el toque de Fontaines D.C.

Vaya sorpresa que nos llevamos en este disco con las canciones que aparentemente son las más tranquilas. “In The Modern World” es una balada en la que Grian se abre por completo, tirándole al mundo moderno, pero poniendo por delante la salud mental. Esta balada nos habla a todos, y la banda de Dublín le habla a cualquier persona que viva en una ciudad. Tiene un sonido bastante apocalíptico, como si fuera una balada para escuchar en el fin de los tiempos.

“Motorcycle Boy” es igualmente una rola que podría ser la versión de los Fontaines de The Smiths, con un descontento social permanente que suena sobre una marcha de denuncia. Mucho más calmada, llega “Horseness Is The Whatness”, que es la pieza más orquestada del disco, y quizás un bajón innecesario que al final coquetea con una idea inconclusa de distorsión.

Quizás el clímax de este sonido de Fontaines D.C. lelga con “Sundowner”, una pieza ecléctica en la que la voz llena de reverb llena cualquier espacio, y tiene una línea de bajo directita del post punk ochentero y obscuro. La banda de Dublín le tira a nuevos sonidos, con guitarras acústicas de manera permanente de fondo. Esta rola habla sobre los sueños, el alma, y como un tema persistente del disco, la madurez que llega después de una ruptura.

El cambio en el sonido de Fontaines D.C. llega como algo más calmado pero profundo, en el que la banda comparte de manera más personal cómo viven en este mundo, su cambio de salir de Irlanda para ser un acto internacional y hasta el impacto en las relaciones personales.

A pesar de ser un gran álbum, por momentos se puede volver repetitivo en las baladas y desequilibrado, ya que sí hay mucha balada con guitarra acústica y sintetizadores, y pocas rolas con la intensidad que nos encanta de Fontaines D.C.

Fontaines D.C. se encuentra de gira, y llegan a Estados Unidos y Canadá en el otoño, por lo que estaremos atentos a una fecha solos en nuestro país. Para celebrar el lanzamiento de Romance lanzaron varias ediciones físicas que pueden encontrar por acá.

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Entusiasta y nerd musical desde que tengo consciencia. Lector obsesivo y escritor. Ávido de escuchar y presenciar música en vivo. Músico novato a ratos. Egresado de Derecho y (casi) de Letras Inglesas...

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