Uno de los nombres más sonados en el mundo del indie rock actualmente es, sin duda alguna, el de Foals. Otro ejemplo de los chicos tímidos que sólo buscaban pasar un buen rato con su música, que años más tarde terminaron por convertirse en las mejores cartas de los festivales más importantes del mundo, y evolucionaron para perfeccionar su estilo musical.
Aunque hace no muchos años, Jack Bevan y Yannis Philippakis (amigos de la infancia) formaban parte de una banda llamada The Edmund Fitzgerald dedicada al math rock, aunque decidieron abortar la misión una vez que las cosas estaban tomando un camino más serio, alejándose de la diversión de hacer música. Mientras que Walter Cervers y Jimmy Smith asistieron juntos a Abingdon School (la misma escuela a donde comenzó Radiohead) y tenían un proyecto llamado Face Meets Grill, que más tarde se disolvió para el nacimiento de Foals.
Jimmy fue el único en terminar la carrera de Geografía en la universidad Hill, y los demás decidieron abandonar los estudios para firmar su primer contrato con Transgressive Records.
Es así como a principios del 2007 la banda lanzó sus primeros singles: “Hummer” y “Mathletics”, e incluso aparecieron para interpretarlos en vivo en un mini episodio de Skins, donde podíamos ver ese salvajismo que dominaba en sus conciertos con la complejidad de sus riffs distorsionados y melodías inspiradas en el math rock, en una etapa muy temprana de su carrera que ya poseía todo el sabor necesario para levantar el éxito rápidamente.
Foals comenzó como una banda que se presentaba en fiestas, cuya intensidad y ganas de romperla eran tan grandes, que todas las casas donde se presentaban terminaban destrozadas. Pero a la hora de meterse al estudio y grabar su disco debut se lo tomaban con tanta seriedad, que trabajaron desde las cuatro de la tarde hasta la media noche durante 5 semanas con el productor Dave Sitek de TV on the Radio. Aunque al final de todo la banda no quedó conforme con su trabajo, y decidieron mezclar las piezas por su propia cuenta.
Antidotes salió a la venta el 24 de marzo de 2008 en Estados Unidos, y dos semanas después en Reino Unido donde alcanzó los primeros puestos en las listas de popularidad. Según Philippakis las influencias de su sonido fueron Steve Reich, Arthur Russell, los Talking Heads y hasta Madonna (¿quién podría hacerle el feo a la reina del pop?).
Foals ha cambiado de estilo en cada disco, pero sin importar que con la llegada de Antidotes aún podíamos apreciar que les faltaba madurez y experiencia musical, lograron plasmar un excelente trabajo con sonido propio para más tarde adueñarse de esos riffs característicos, que incluso sirven como referencia para otros proyectos musicales (“Swing and Waterslides” de Viola Beach es un buen ejemplo).
Ya han pasado 9 años desde su lanzamiento. Queremos celebrar su aniversario reviviendo la magia de ese sonido tan agitado, meticulosos arreglos de guitarra, y la presencia dominante del espíritu de fiesta. Antes convertirse en el monstruo que son ahora, tienen un excelente pasado que vale la pena recordar y por eso Antidotes será su compañero ideal esta noche.
