Hay cosas en esta vida que valen la pena ver aunque sea una vez en la vida. Florence + The Machine es una de ellas. Desde su aparición en México en 2012 y a pesar de haber lanzado un disco, la cantante británica se mantuvo ausente, por así decirlo, del radar de sus fans. En aquel entonces muchos estuvieron en el dilema de si verla o ver a New Order —que por cierto estará de regreso en México para el CC 2018—. Algunos la eligieron, otros prefirieron a la banda nacida en los 80. Los argumentos, para aquellos que no la vieron, fue que “era muy tranquila”, que “su show no era de festival, sino para algo más íntimo”. Hoy con toda certeza podemos decir que es digna de un escenario grande, de ser el show con el que cierra un festival y más.

A diferencia de Pharrell, Florence no exigió que todo estuvieran tranquilos, que la escucharan, que se tomaran de las manos, que se abrazaran. Más bien los convenció. Hizo que todos y cada uno de los presentes se agachara, brincara, aplaudiera, subiera en sus hombros al otro e incluso que guardaran sus celulares.

Foto: FilmMagic/FilmMagic for Life Is Beautiful

El efecto Florence, como hemos decidido llamarle, es esa velocidad, energía, delicadeza y sofisticación en cada acorde de guitarra, de arpa y de violín, en cada golpe de batería y tambor, en cada nota musical de piano o de voz. Es ese movimiento casi imperceptible de telas arriba del escenario y juego de colores naranja pastel de las luces. Ella es tierna, sí, pero también es feroz cuando está sobre el escenario y alcanza el timbre más alto en una estrofa. Es casi invisible, inalcanzable cuando corre de un lado a otro, cuando intenta tocar a sus fans y cantar desde allí arriba.

“Quiero agradecer a todos los que han estado conmigo desde ‘Lungs’. A ustedes les dedico esta canción”, dijo justo después de haber pedido que aquellos que tuvieran el celular en mano, lo guardaran. “Por favor, si alguien está grabando con su celular, guárdenlo. Quiero hacer algo muy especial. Si tú ves que el de al lado tiene su celular en la mano dile, muy a la forma inglesa, que por favor guarde su celular. Necesitarán ambas manos”. ¿Lo siguiente? Todos brincando y gritando sin parar. Aplaudiendo.

Foto: Jeff Kravitz/FilmMagic for Life Is Beautiful

“Dog Days Are Over”, “Shake It Off”, y cortes de su más reciente disco, High As Hope, hizo que todos quedaran agradecidos, sorprendidos de ver a una mujer cuya voz, cuando no está cantando, es tan tenue como una flor, pero que cuando toma el micrófono es tan poderosa como un rayo.

Florence + The Machine, con toda certeza, es uno de los actos dignos de ver en vivo. A cualquier hora. En cualquier lugar. 10 años no han pasado en balde. Ya no es una banda joven ni una artista novata. Ella sabe bien cómo apretar los botones para prender al público, cómo pedirles, de la manera más amable, las cosas. Piensa que el amor es una forma de mover y cambiar al mundo. Nadie lo cree, pero puede que tenga razón.

Foto: FilmMagic/FilmMagic for Life Is Beautiful

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Foto: FilmMagic/FilmMagic for Life Is Beautiful
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Foto: Jeff Kravitz/FilmMagic for Life Is Beautiful
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Foto: Jeff Kravitz/FilmMagic for Life Is Beautiful
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