Ayer dio inicio la décima edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y como ya es santa tradición, aquí en Sopitas.com estaremos cubriendo lo sucedido en la capital michoacana.
Todo comenzó con la develación de una placa conmemorativa, en donde los organizadores tuvieron de invitados al director iraní Abbas Kiarostami, la directora Sally Potter, el director del Festival de Cannes Thierry Fremaux y por supuesto, al mexicano Gael García Bernal. Siendo éste último el más ovacionado por la muchachada, sobre todo por las féminas imberbes que cerca estuvieron de aventarle hasta los calzones.
Todos muy felices en la develación de la placa
Luego del evento, las actividades continuaron con la conferencia de prensa de NO, cinta que inaugura esta edición del FICM y la cual es dirigida por el director chileno Pablo Larraín y protagonizada por Gael García. Ahí el actor mexicano platicó un poco acerca de su trabajo en el filme (del cual ya hablaremos más adelante), además de los paralelismo que encontró entre la historia narrada y la de nuestro país, México. “Me devolvió la esperanza”, dijo Gael al referirse acerca de la película del chileno.
La lluvia comenzó a caer ya rumbo a la alfombra roja, en donde además de una oleada de mirreyes y chicas en cortísimos vestidos, se pudo ver desfilar a gente como Cecilia Suárez, Luis Felipe Tovar, Manuel Bernal, la sabrosa de bella Paola Núñez, el narizón del Tigre de Santa Julia, Arcelia Ramírez y a la leyenda viviente del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
El “inge” paseando con su hija en la alfombra roja
Posteriormente, se continuó con la ceremonia de inauguración en el Teatro Morelos, en donde habló el Lic. Fausto Vallejo, actual gobernador de Michoacán, quien con mucho, muchísimo trabajo, logró pronunciar los nombres y apellidos de los invitados, para luego dar paso a Cuauhtémoc Cárdenas Batel, vicepresidente del FICM (y también hijo del ya mencionado ingeniero).
En un emotivo y fuerte discurso, Cárdenas Batel habló de la situación actual del país y al que dijo “han convertido en un sembradío de muertos que nos han obligado a regar con lágrimas y de las que sólo han logrado cosechar amargas tristezas”. Citó a Benito Juárez, a Salvador Allende y hasta al mismo Tin Tan, terminando con un largo y estridente episodio de aplausos.
Finalmente, los organizadores Alejandro Ramírez (presidente del FICM) y Daniela Michel (directora general del FICM) terminaron el evento para dar paso a la proyección de NO. La cinta, narra los hechos ocurridos en Chile durante 1988, año en que la dictadura de Augusto Pinochet intentaría legitimar su gobierno frente al extranjero con un plebiscito.
Fotograma de la película “NO”
Ahí es donde entra un joven publicista (interpretado por Gael García), quien luego de regresar de su exilio, decide verse involucrado en la campaña televisiva de la oposición, la del “No”. Una historia que Larraín nos cuenta en una forma cuasi-documental, con una estética muy particular que logra exitosamente llevar al espectador en un viaje al pasado, mezclando imágenes reales con las de su ficción.
¿Es posible embotellar los sentimientos de una nación? ¿Cuál es el límite de lo moralmente correcto, cuando se necesita de un milagro para cambiar un país? Si la alegría social alguna vez estuvo cerca de consumarse en Latinoamérica, fue en Chile, o al menos así nos la ha vendido la mercadotecnia de la historia.