Lo que necesitas saber:
Luis Vázquez, un mexicanos que este 2023 fue al Burning Man por primera vez, nos cuenta cómo se la pasó en el festival.
En los últimos días el festival Burning Man, que se realizó en el estado de Nevada, Estados Unidos, ha dado bastante de qué hablar luego de que se reportara que alrededor de 70 mil personas se encontraban varadas debido a las condiciones del clima.
En caso de que no se enteraran, los ponemos rapidísimo en contexto: El pasado miércoles 27 de agosto comenzó el Burning Man, un evento anual que se realiza en el desierto de Black Rock, y donde las personas van a convivir con otras personas a través de la música, el arte y la naturaleza.
El Burning Man fue el tema de días en internet
Las personas que asisten al Burning Man construyen una especie de villa en la que miles conviven durante una semana. Casas rodantes, tiendas de campaña, bicicletas y otros tipos de alojamientos y vehículos son comunes de ver en el desierto gracias a esta especie de ciudad temporal.
En los días que dura el evento las personas colaboran para crear grandes obras de arte o brindar actividades que al final deben desaparecer del desierto. Es decir, todo lo que las personas hagan o lleven al festival se lo tienen que traer de vuelta a casa.
Les contamos ya con anterioridad todo lo que conlleva el asistir al Burning Man y lo que ocurrió en la edición del 2023, sin embargo, nos quedó la espinita de saber qué tantas cosas eran reales o habían sido un poco infladas por las redes sociales.
Y es que desde que se dio a conocer la situación en el Burning Man, en plataformas como X comenzaron a viralizarse videos y fotos que no eran del evento o bien, donde daban información que nos hacía pensar que el evento había terminado en una tragedia nunca antes vista.
Nosotros platicamos con un mexicano que asistió al festival en Nevada, Estados Unidos
A nosotros la verdad no nos gusta quedarnos con la duda y por eso tuvimos una charla con Luis Vazquez, un mexicano que fue de los 70 mil asistentes varados en el Burning Man 2023, y quien nos contó de primera mano todo lo que vivió en la edición de este año.
En una charla a través de Zoom, Luis –quien desde hace ya unos años vive en la ciudad de Miami–, nos contó que este 2023 y después de muchos intentos, finalmente se le hizo ir al Burning Man, evento que siempre le llamó la atención por su filosofía.
“Las razones para asistir este año fueron muchas: la primera es porque decidí renunciar a mi trabajo corporativo para empezar mi propio negocio, y me parecía que era un evento que iba a ayudar mucho como para un cambio de mindset y de perspectiva”, nos comentó.
“Había leído mucho sobre el evento, sobre lo que significa: la gente, la cultura y demás. Yo entiendo lo que las noticias pasan, pero es un evento que es mucho más: la calidad del arte que ves ahí, la calidad de música, de gente es lo más impresionante”, aseguró en nuestra charla.
Luis Vazquez vivió su primer Burning Man de una manera diferente a la que nos mostraron las redes sociales
Luis hace énfasis en que el Burning Man es diferente a otros tipos de festivales tradicionales de música como el Corona Capital o Coachella, pues los organizadores forman parte de la comunidad, que se encarga de levantar grandes campamentos para los asistentes.
“La comunidad dona su arte, levanta unos campamentos impresionantes con la intención de que la gente vaya, y hay toda esta cultura de los regalos, de no dejar basura. Parte de la ideología que está muy alineada con como yo pienso, en cuidar al planeta”, detalla.
Para Luis, Burning Man sea alinea con su filosofía de vida y experimentar el festival era un sueño que finalmente pudo realizar este 2023. Todo sin imaginar que el clima iba a jugar “en contra” para varias personas, pero que a su vez evidenciarían por qué es un evento único en su tipo.
Cronología del festival Burning Man 2023
El Burning Man 2023 abrió sus puertas el pasado domingo 27 de agosto con las actividades retrasadas debido a las lluvias que habían caído en el estado de Nevada días antes, la cual provocó que varios campamentos grandes no se instalaran a tiempo o que las obras en el festival tardaran en aparecer.
A pesar de eso, muchos asistentes llegaron temprano al desierto de Nevada para instalarse en sus tiendas de campañas y caravanas. Nunca se imaginaron lo que ocurriría después, pues toda esa semana (del 28 de agosto al 1 de septiembre en la mañana) la lluvia no se apareció y el clima era sensacional.
“No hubo ni tormentas de arena, que a veces es el problema. Tampoco hubo lluvia, o sea hacía calor pero no era un calor intenso y no había un frío intenso. La verdad es que estaba todo muy bien”, nos relató Luis, quien junto a otros ‘burners’ disfrutó esos días del festival.
La mayor parte del festival ocurrió como de costumbre
Para la noche del viernes 1 de septiembre fue cuando el panorama cambió. Ese día y durante las siguientes 24 horas, en Nevada cayó una lluvia torrencial equivalente a tres meses, misma que al mezclarse en un ecosistema demasiado seco dio paso a un lodazal que paralizó todas las actividades.
Los asistentes del festival, incluido Luis y su esposa, recibieron la indicación de los organizadores de resguardarse de la lluvia y racionar sus víveres. También, les informaron que la entrada y salida del festival quedaba suspendida debido a las condiciones del clima.
Aunque sonaba alarmante, la mayoría sabía que la situación no era de peligro sino más bien una advertencia, pues debido a la cantidad de lodo las caravanas, autobúses colectivos y bicicletas no podían salir sin la posibilidad de quedarse atorados.
La opción era caminar varios kilómetros –como lo hicieron Diplo y Chris Rock– hasta encontrar la salida. Algo que más allá de ser peligroso resultaba una odisea cansada y también, correr con suerte de encontrar a alguien que te diera un aventón.
En los medios de comunicación la situación se mostraba como una emergencia
Pero afuera todo era un poco diferente: Diferentes medios de comunicación en Estados Unidos informaron que el Burning Man ya era declarado una emergencia nacional, pues eran 70 mil personas atrapadas en el lugar sobreviviendo a las condiciones del clima sin tener escapatoria.
Los reportes indicaban que el acceso e ingreso de vehículos era sólo para servicios de emergencia y eso sí fue cierto, pero más por una sugerencia de esperar a que el lodo se secara un poco y así los ‘burners’ pudieran salir sin arruinar sus caravanas.
“Nosotros en particular nunca entramos en pánico porque, hasta lo que logré ver y lo que me tocó, la gente estaba muy calmada, muy organizada”, nos contó Luis sobre cómo muchas personas, al tener años asistiendo, van preparadas para sobrevivir al clima del desierto y eso fue de ayuda.
“La gente lo estaba disfrutando, ¿me explico? Porque decían ‘pues nos faltan dos días aquí’. La gente había planeado para salir hasta el domingo, el tema fue que por las lluvias muchos empezaron a salir antes, aunque la mayoría de la gente casi siempre sale los domingos en la mañana”, aseguró.
Durante esos días lluviosos, Luis Vazquez y otras personas sólo se dedicaron a convivir con otros “vecinos” cerca de su caravana: “Así estaba la mayoría de la gente, nosotros no vimos a nadie que estuviera ni paniqueado ni estresado”, afirmó.
Y es que probablemente si algo fue de bastante ayuda fue el espíritu del festival, el cual básicamente consiste en convivir entre todos y apoyarse entre sí, lo que hizo los dos días entre la lluvia del desierto no fueran tan graves como muchos pensábamos.
El apoyo era más que el pánico en el Burning Man 2023
“No te puedes imaginar el esfuerzo que había adentro por gente ayudando a unos a los otros: protegiendo a la mayoría de la gente para que no tuvieran frío, dando agua, comida y demás”, recuerda Luis Vázquez sobre su experiencia en el Burning Man 2023.
No sólo los asistentes al festival le extendieron una mano a los demás. Los mismos organizadores se encargaron de mantener informada a la gente e incluso mandaron comida a la gente que buscaba llegar al festival y se quedó atrapada en el camino.
“En alguna nota incluso leí que los baños estos portátiles se estaban desbordando y demás. Pero hasta donde me salí, yo seguía viendo las pipas de agua que pasaban y los limpiaban”, aseguró Luis sobre algunas noticias falsas que vio sobre lo ocurrido en el Burning Man 2023.
“O sea, todo era un lodazal, pero las pipas seguían tratando de limpiar los baños portátiles. En un evento de 70 mil personas cayó esta lluvia y supongo que sí hubo gente que no estaba preparada y se la pasó mal, pero también estoy seguro que la misma comunidad se ayudó”, puntualizó.
Hubo seguridad dentro del evento en todo momento
Luis nos detalló que a diferencia de lo que muchos podrían imaginarse, el Burning Man es un festival donde la gente no sólo colabora hacia los demás, sino en donde también existen cientos de miembros de seguridad cuidando a los asistentes del evento.
Me da la impresión que lo que se ve en los medios es como si fuera un festival fuera de control, sin ley, y no tiene nada que ver. Es un evento muy muy grande, 70 mil personas que montan unas ciudades, es un mundo de gente. Y tú nunca te sientes inseguro porque la gente está en su rollo y también, porque hay mucha policía adentro. Si te mueves en bici o caminando, a donde vayas, ves camionetas de policías.
El tema de la seguridad dentro del festival dio bastante de qué hablar luego de que se confirmara la muerte de un hombre, quien de acuerdo con las autoridades locales pudo haber fallecido por un tema “relacionado a las lluvias”. Algo que es una noticia triste, pero no relacionada a un asunto de inundaciones dentro de Burning Man.
“Si metías el pie tu bota si se llenaba de lodo. Sí era complicado caminar porque el lodo se pega mucho al zapato y pesa mucho, pero no te llegaba ni las rodillas, ¿me explico? Por eso no creo que haya sido la lluvia”, comentó sobre lo ocurrido en el evento.
Incluso al salir del Burning Man se sentía el compañerismo
Tras dos días de lluvias y esperar, la mañana del domingo 3 de septiembre Luis y su esposa finalmente pudieron comenzar la marcha a bordo de su caravana en la que iban dando “ride” a varias personas que caminaban entre el lodo para dirigirse a la salida.
“A nosotros nos costó mucho trabajo salir, nos costó varias veces que nos quedamos atascados. En el camino nos tocó ayudar a personas que tenían que caminar. Pasamos y subíamos a la gente que podíamos para tratar de sacarla junto con nosotros“, recuerda el mexicano sobre esta experiencia de la que no se arrepiente.
“Yo hablo por mí y te puedo decir que es una de las mejores experiencias y semanas de mi vida. Nosotros fuimos muy afortunados porque logramos salir, es un concepto único en el mundo, es una ciudad prácticamente utópica”, aseguró Luis Vázquez al recalcar lo bueno del festival.
“En Burning Man no puedes comprar más que hielos y hay gente que te regala comida, agua, bebes alcohol; todo lo que te puedas imaginar, lo puedes encontrar gratis ahí, es una semana donde la gente se vuelca a donar a la comunidad y a compartir”, nos detalló.
A pesar de eso las ‘fake news’ del Burning Man estuvieron a tope
Luis asegura que con su relato no busca desmentir o confirmar nada, pues como lo mencionó desde el principio, esto es lo que él vivió en Burning Man 2023. El joven está consciente de que mucha gente sigue atorada en el lugar y se le complicará salir, sobre todo si usaron el transporte del evento para llegar.
A pesar de eso, la gente abrazó la situación y simplemente hizo con ella lo mejor que pudo y siempre pensando en cómo ayudar a los demás. Algo que quizá muchas personas deberíamos recordar hacer al momento de encontrarse en un escenarion similar.
“Me parece que hay muchas cosas que la gente está sacando de contexto, no sé si por crear contenido o clics y demás”, nos mencionó Luis luego de ver un par de videos virales que encontramos en redes sociales y los cuales, nos recuerdan que quizá debemos cuestionarnos todo lo que vemos en internet.
A pesar de que en las últimas horas se ha dicho que la situación es una emergencia en la que incluso se busca involucrar al presidente Joe Biden, los organizadores de Burning Man ya mencionaron que nunca hablaron de un escenario alarmante ni mucho menos. Algo en lo que tanto ese relato, como el de Luis, coinciden. ¿Qué tal?
