Luego de siete meses de espera e incertidumbre, Foals finalmente ha revelado la segunda parte de Everything Not Saved Will Be Lost, el quinto álbum de la banda británica que no sólo sorprendió a muchos a principios de año con su primer corte –en donde tocaron temas como política, calentamiento global y enfermedades mentales– también, por el hecho de que la agrupación nos deja ver la dualidad que quisieron manejar en este nuevo disco.
Con una portada inspirada en el Día de Muertos –festividad mexicana que se encuentra relacionada en gran parte de esta nueva producción musical y cuya fotografía fue tomada en Oaxaca– Everything Not Saved Will Be Lost Part 2, muestra el otro lado de la moneda de Foals en 2019; uno que está cargado de riffs más pesados, baterías presentes y la inconfundible voz de Philippakis, que se apegan más a la esencia musical que la banda nos ha venido presentando desde principios de los años 2000. Aunque no del todo.
Y es que el sonido de Foals es inconfundible cuando escuchamos rolas como “The Runner”, “Black Bull”, o “Like Lightning”. Sin embargo, la banda británica también se fía de sonidos más suaves en otras canciones como “Wash Off”, “Dreaming Of” o “Into the Surf”. Al final, toda la combinación de estas 10 nuevas piezas musicales por parte de la agrupación sólo nos deja ver que Everything Not Saved Will Be Lost no es un álbum doble, en realidad, son dos discos perfectamente pensados y distribuidos.
Para quienes han seguido a Foals desde producciones anteriores como Antidotes (2008) o Total Life Forever (2010), sabe que la evolución musical de la banda a través de sus producciones ha sido lenta, pero notable. Aún así, podemos asegurar que ENSWBL es quizá el trabajo más arriesgado del ahora cuarteto británico, pues aquí se atreven a plasmar sus pensamientos en canciones que no son una explosión de sonidos, pero que sin duda tienen una carga personal muy significativa.
Todo parece indicar que Foals ha llegado a ese punto en el que prefiere darle paso a la creatividad y transmitir tal cual las cosas que han vivido o se cruzan por su mente, sin filtros y sin miedo. Al final, todo se va a olvido y es mejor dejar algo que la gente quiera guardar porque les hacen reflexionar sobre algo, que dejar una melodía pegajosa que podría perderse en unos cuantos años.