Los servicios de streaming llegaron para cambiar la industria de la música como la conocíamos, puesto que ahora sólo necesitamos una conexión a internet para poder escuchar (o descargar) la canción que queramos en el mismo instante sin tener que buscar entre cajas o gastar comprando un disco completo.
Aunque algunos lo ven como un problema para sus carreras musicales, otros le deben su éxito a plataformas de este tipo que los han colocado en grandes puestos de las lista de popularidad… lo que después se traduce en ganancias al llenar sus conciertos.
De acuerdo con un nuevo estudio realizado por Music Business Association, las playlists ahora son una forma más popular de escuchar música que los discos completos.
Los datos de este estudio fueron obtenidos a través de una encuesta realizada a 3,014 estadounidenses durante el mes de mayo de 2016, y los porcentajes de preferencia se dividen de la siguiente forma:
- A 31% de las personas encuestadas les gusta más escuchar música en una playlist.
- Mientras que 22% de los participantes en el estudio siguen el estilo convencional de escuchar discos.
- Sin embargo, a pesar de la victoria de las playlists sobre los discos, los singles siguen coronándose como favoritos con 46% de la preferencia.
Aunque los resultados pueden parecer preocupantes para ciertos sectores de la industria de la música, hay dos artistas del momento que parecen estar sacándole provecho a la situación: Calvin Harris y The Chainsmokers, quienes han estado publicando singles durante los últimos meses, sin planes de estrenar un álbum.
Ahora hay una nueva camada de artistas que ven estos cambios en la forma de compartir y comercializar su trabajo como una forma diferente de compromiso con la música que va más allá de sacar un hit o dos de cada creación en el estudio.
Probablemente el futuro en el que las “canciones sueltas” terminen por dominar y definir el rumbo de la música aún está lejano puesto que aún hay personas que disfrutan de comprar la música en formato físico (en el que los discos completos son la norma) y se rehúsan a utilizar servicios de streaming. Lo que es una realidad es que este tipo de melómanos está en peligro de extinción.