Es probable que sí estás leyendo esto, no necesites otro recordatorio, pero Nine Inch Nails se presenta mañana, 27 de marzo, en el escenario Indio del Vive Latino, a las 22:15 horas.
Casi seis años han transcurrido desde la última vez que Trent Reznor piso un escenario escenario mexicano y muchas cosas han pasado desde entonces. Reznor anunció el retiro de su banda para dedicarse a otros proyectos como How To Destroy Angels o a componer la música de fondo de las películas de su amigo David Fincher. En el trayecto incluso se llevó algunos premios como un Globo de Oro y un Óscar. Sin embargo, Reznor es un Dr. Frankestein que tuvo la urgencia de desenterrar a su monstruo para darle vida de nuevo. El año pasado, Reznor lanzó su primer álbum bajo el nombre de Nine Inch Nails después de cinco años: Hesitation Marks.
Con motivo de la próxima visita de Nine Inch Nails a México, Sopitas.com tuvo el enorme privilegio de entrevistar a una de las grandes figuras del rock en los últimos veinte años. En la siguiente platica, la mente detrás de Nine Inch Nails nos explicó sobre la necesidad de cambiar la presentación de su show, el futuro de la música como un negocio, y su régimen de trabajo, entre otras cosas.
SOPITAS: Han pasado casi seis años desde tu última presentación en la Ciudad de México, y muchos fans están muy emocionados por tu próximo show el jueves. ¿Qué podemos esperar del concierto de Nine Inch Nails en el Vive Latino?
TRENT REZNOR: Bueno, queremos pasar un buen rato. La banda ha estado de gira desde finales del verano pasado y estoy tratando de que cada bloque de la gira sea algo distinto a los demás. Estoy cambiando las cosas, estoy cambiando la producción, estoy cambiando a los integrantes de la banda, nos reducimos de lo que era un banda de ocho piezas a finales del anterior a ser una de cuatro piezas. La razón detrás de todo eso es para mantener las presentaciones vigentes, para mantener a la audiencia a la expectativa. Quiero hacer cosas que la gente no estaba esperando. De hecho, ahorita estoy formulando el setlist y yo estaría a la expectativa de un show muy completo, que no se enfoca sobre ningún disco en particular sino que abarca toda la trayectoria. Muy agresivo y conciso y listo para marchar.
S: Sí, es un show fantástico. Yo tuve la oportunidad de ver tu presentación el verano pasado en Lollapalooza y fue algo increíble. Quería preguntarte sobre el elemento visual que es de una importancia tan vital para el espectáculo en vivo. ¿De dónde surge la inspiración?
TR: Pienso mucho sobre cómo debe de verse el show al igual que cómo debe de sonar. Mi lógica detrás de eso es, me estás otorgando un par de horas de tu atención, por lo tanto, lo menos que puedo hacer es transmitirte una grata experiencia. Y no solo por medio de tus oídos, lo visual también importa. Entonces trato de apoyarme en un par de cosas. El show que viste el verano pasado estaba fuertemente inspirado en Stop Making Sense de los Talking Heads. Me gusta la idea de que puedes tomar un escenario vacío y transformarlo en algo extraordinario delante de tus propios ojos. Estamos intentando hace algo distinto en cada tramo de la gira porque, de lo contrario, puedes caer en una rutina después de hacer el mismo show 30 o 40 veces. Es difícil hacerlo emocionante todas las noches, así que nos vamos por las sorpresas.
S: Han transcurrido 25 años desde que Pretty Hate Machine tuvo su lanzamiento y 20 años desde Downward Spiral. ¿Cómo te sientes ahora con estas canciones?
TR: Es extraño. Hace unos días tocamos en Nueva Zelanda y estaba pensando como me gustaría tocar esa noche más canciones del Pretty Hate Machine. Modificamos algunos de esos temas y cambiamos los arreglos y algunas partes, pero la esencia de las canciones (no de todas, sino de las que suelen figurar a menudo en el setlist) pienso que permanece realmente sólida. Son canciones que han sobrevivido el paso de los años, y mientras las tendencias de moda han cambiado -como yo he cambiado- hay un puñado de ellas que todavía resuenan conmigo. Fundamentalmente, son buenas piezas musicales que nunca muestran su edad, lo cual nunca sospechas cuando las estás escribiendo. Cuando escribía una canción, estaba en mi recámara tratando de sacarla de mi cabeza y no estaba preocupado por su futuro estado como grandes clásicos. Me han dejado una buena impresión al quedarse conmigo por todos estos años.
S: Algo que realmente admiro de ti es la manera que tienes para pensar siempre en el futuro. ¿Cómo fue que adoptaste este marco de referencia cuando formaste NIN hace más de 25 años?
TR: En términos generales, mi mente estaba formada para crear música. Todo gira alrededor de esta idea de siempre mirar hacia delante en lugar de mirar para atrás. Personalmente, desde joven he estado interesado en computadoras, ciencia-ficción y futurismo, y al ser antes que nada un tecladista, la música y lo electrónico siempre ha estado integrado. En los 80, cuando estaba descubriendo mi camino, todos estos artefactos eran relativamente accesibles para la persona normal: los sintetizadores, la programación de las drum machines, y ser capaz de componer música en una computadora. Era una época muy emocionante para mi cuando escuchaba música hecha con computadoras y drum machines, fuera del formato clásico de guitarra, bajo y batería. Sentía como si pudieras hacer música que nunca antes se podía haber producido porque la tecnología no existía en su tiempo. Eso fue exageradamente emocionante. No digo que no me gustara el rock de guitarra, porque seguro que sí. Pero la idea de hacer algo tan agresivo y con tanta expresión como la música rock de guitarra, y hacerlo con nuevas herramientas era lo que me fascinaba.
Entonces, siempre sentí que quería hacer un disco que nunca se pudo haber hecho unos años antes. Todavía intentaba meter buenas canciones y letras pero utilizando tecnología y un nuevo equipo de sonido. Eso siempre me pareció más inspirador en contraste a algo que suena familiar o retro. Por muchos años, los gustos de la cultura pop han recaído sobre lo familiar y ahí podrían caber los Black Keys, por ejemplo. Cuando lo escuchas lo comprendes. No los estoy criticando por lo que son, simplemente digo que su estilo se apoya mucho en el aspecto familiar o nostálgico. Eso nunca me ha atraído. Yo siempre estaré empujando por un sonido que nunca hemos escuchado antes en su contexto adecuado.
S: Para mi, esto nos trae de regreso a tu relación con la tecnología. Actualmente estás a la cabeza de Beats Music…
TR: Si, he estado involucrado con Beats Music que acaba de tener su lanzamiento en los Estados Unidos. El porqué he estado trabajando con ellos es que en los últimos diez años, la industria musical ha sido quebrantada por la tecnología. La gente escucha música de manera distinta, la escuchan en aparatos distintos, su consumo es diferente, y la compran -si es que lo hacen- de otro modo. Tenemos acceso a más música como nunca lo hemos tenido. He tenido mucho tiempo para pensar en ello porque mi forma de vida, mi carrera y lo que hago se ha visto en peligro por la manera en que la gente escucha lo que yo produzco. He pensado mucho en eso. Y para mi, después de intentar varias cosas con Nine Inch Nails en términos de estrategia de negocios (paga lo que quieras, disco con boletos, un libro para la mesa del café…) siento que la verdadera solución es el servicio de streaming que tenemos ahora.
Me encanta la idea de Spotify, pero no me gusta el producto de Spotify. Creo que su software apesta y el proceso actual de usarlo no es tan bueno. Pero la idea detrás de eso es genial. Entonces, algunos amigos y colegas nos juntamos, invertimos recursos, y después de muchos años de esfuerzo, lanzamos al mercado Beats Music, el inicio de un largo proceso. Queríamos diseñar un servicio que hiciera divertido el acto de escuchar música, así de simple. Que te ayude a descubrir nuevos artistas y te acompañe con canciones que se ajusten a tu estado de ánimo, sin esfuerzo alguno. Eso lo veía como algo digno de mi tiempo, proporcionar un servicio que yo pienso que no existía, en lugar de buscar el modo de enriquecerme en el mundo de la tecnología. Si yo, como fan de música, puedo hacer que más gente se conecte a Hank Williams, ok, he hecho mi trabajo.
S: ¿Están planeando en lanzar en Beats Music para México en el futuro?
TR: Estamos armando un mapa. La respuesta es “si”. Es seguro que no estamos mirando al mundo como los Estados Unidos. Simplemente lo estamos abordando racionalmente para poner nuestro mejor pie por delante. Nuestra meta por el momento consiste en enfocar nuestros recursos para ofrecer el mejor producto que podamos hacer.
S: ¡Eso es genial! Te ves como un hombre muy ocupado. Estábamos platicando sobre lo ocupado que estabas con Nine Inch Nails, How to Destroy Angels, colaboraciones con Queens of the Stone Age y, por supuesto, tu trabajo en el cine. Quería preguntarte, ¿Cómo determinas el proyecto al que va dirigido una composición?
TR: He escuchado de personas que escriben y escriben y escriben música y luego tratan de averiguar si se quedan con una canción o si se la dan a otro artista. Así no es como trabajo. Me pongo en la mentalidad de “voy a trabajar sólo en esto.” Por ejemplo, en estos últimos días, mi enfoque creativo principal ha sido mi trabajo para la nueva película de David Fincher para el próximo otoño. Desafortunadamente, este proyecto me cayó justo a mitad de la gira, lo cual está presentándome un reto. Pero me encuentro en este ambiente donde eso es lo único que tengo en mente desde el momento que me levanto en las mañanas hasta que me voy a dormir en la noche. Estoy consciente que el banco de inspiración al que acudo se enfoca únicamente en esto. Si estoy sumergido en un disco de Nine Inch Nails o de How To Destroy Angels, una vez más todo pensamiento creativo está dedicado a eso. Con respecto al cine, es una mentalidad distinta.
S: ¿Podemos esperar otro álbum de Nine Inch Nails en el futuro?
TR: El único criterio sobre el cual eso depende es la inspiración, o sea, si me siento emocionado por eso. Yo no planeaba sacar Hesitation Marks. Simplemente ocurrió. Estaba haciendo algunos experimentos y luego me di cuenta que era emocionante escribir para Nine Inch Nails otra vez. Comencé por escribir ocho canciones que luego se volvieron diez y luego fue un ¡ok wow! debería hacer esto. No siempre puedo planear lo que va a pasar. Me sentí motivado e inspirado y pensé, así es como siempre termino haciendo un disco. Nunca lo hice porque mi carrera dictaba que tenía que sacar un nuevo disco, a mi nunca me importó eso.
S: Y es evidente que tomas tu trabajo muy en serio. Si fueras un abogado, estarías en la oficina de 9 a 6 todos los días. Parece que cuentas con la misma disciplina pero en el estudio: grabando, escribiendo, produciendo…
TR: Lo que estoy diciendo es que, no es por flojera cuando no tengo los ánimos para trabajar, pero de lo que me he percatado en los últimos -no sé cuántos años han transcurrido- diez años más o menos, es que al estar sobrio puedo pensar con más claridad que antes. Yo sé que la sobriedad tiene mucho que ver con eso. Te permite enfocarte de manera creativa con más facilidad. Si estoy trabajando en una película estoy utilizando una parte diferente de mi mente que cuando estoy escribiendo letras de Nine Inch Nails. Si estoy trabajando en wireframes para Beats Music, eso es un aspecto distinto en contraste a la música de fondo que debo meter en una escena para evocar cierta emoción. Y encima de eso, quiero seguir aprendiendo sobre cómo trabajar en el estudio. Aún hay muchas cosas que ignoro sobre ingeniería de audio, diseñar sonidos de sintetizador, software.
Mi lema es que para hacer una zanja, agarras una pala y trabajas nada más en eso hasta que no puedas seguir. Pero no todo funciona así. A veces ni siquiera importa lo mucho que presiones. Si la inspiración no está ahí, si no estás en la mentalidad correcta, es contraproducente intentarlo de todas formas. Por lo tanto, debo tener varias opciones a la mano de las que puedo escoger. Si no siento nada por esto, puedo dedicarme a esto otro. Sigue siendo divertido e interesante si consigues el balance perfecto (no digo que ya estoy ahí) y luego te das cuenta que un proyecto se puede inspirar en otro.
S: Una última pregunta. He querido escuchar tu opinión sobre el escándalo de la NSA sobre espionaje gubernamental.
TR: No tengo muchas opiniones perspicaces ahí. No me quedé impresionado cuando escuché que eso estaba ocurriendo. Ignoro por qué alguien estaría sorprendido al escuchar eso. Me parece bastante obvio, dado la tecnología y los recursos que el gobierno tiene, por supuesto que harían algo así. No quiero parecer tan cínico pero lo sí me sorprendió fue cómo se dio a conocer todo esto, y el asunto de Snowden ha seguido una trama interesante. Pero el hecho de que el gobierno puede interceptar los correos electrónicos y nos ha estado espiando, ¿me parece impactante? En realidad no.