Por: Abraham Huitrón
El 28 de diciembre es recordado por la fe cristiana, como el día en que Herodes mandó a matar a los niños menores de 2 años, con tal de deshacerse del recién nacido niñito Jesús. Para otros menos creyentes, es la oportunidad perfecta para hacerle una broma a alguien, y decirle que fue una inocente palomita al caer en la jugada.
Fue ese mismo 28 de diciembre pero del 2016, cuando me dijeron que entrevistaría a Britt Daniel de Spoon. Iba a conocer al líder de una de mis bandas favoritas el día de los inocentes, y realmente se sentía como si todo fuera una broma.
Tal vez por eso, hasta que no tuve a Britt enfrente de mis ojos, seguía incrédulo, aunque para ser más precisos, era como un sueño. El sueño de cualquier fan: conocer a su banda favorita. Estaba en un estudio de la colonia Condesa escuchando su nuevo disco, y en el segundo en el que acabó, entró Britt a saludarnos. Esto no es un sueño. Y mucho menos una broma.
De repente nos encerraron en un cuarto para platicar de Hot Thoughts, el nuevo disco de Spoon que saldrá el próximo 17 de marzo. Britt iba vestido todo de negro, con su rubio cabello despeinado, deja su celular a un lado con la pantalla hacia abajo, me siento enfrente de él, y comenzamos a platicar. Hasta aquí llegó el fan.
Sopitas.com: ¿Por qué venir un 28 de diciembre a dar entrevistas a México?
Britt Daniel: Estaba aquí de vacaciones con mi novia, y en cuanto le dije a mi manager que iba a venir me dijo: ‘oh, puedes hacer algunas entrevistas’, y dije que sí. Funciona para mí porque en realidad me gustaría venir más seguido a México, sabes.
S: Qué año para la música fue el 2016 ¿no? ¿Qué sensación te deja el hecho de que hayamos perdido a varias leyendas?
BD: Siento que el mundo es menos rico sin personas como Prince, Bowie y tantas que perdimos. El mundo se siente menos rico, pero lo único bueno que salió de todo esto es que, al menos lo que yo sentí, es una especie de sorpresa. Si me hubieras preguntado hace un año que es lo que pensaba de Prince, definitivamente hubiera sido distinto.
Tengo una larga historia de amor con Prince, siempre ha sido uno de mis favoritos pero, en algún punto llegué a estar un poco frustrado con su carrera. Es decir, siempre fui a verlo en vivo, solamente creo que sus discos más recientes no son igual de buenos que los viejos, pero desde que murió, me puse MUY en contacto con todo lo que amo acerca de Prince. Es como revivir esos momentos que tienes donde realmente te conectas. Creo que esa es la única cosa buena, reconectarte de una forma tan concreta.
S: Siempre que escucho un disco de Spoon, me parece que tratan de hacer algo completamente diferente a lo anterior ¿Que trató de hacer diferente Spoon en Hot Thoughts?
BD: Si pienso en este disco comparándolo con el último, este se siente un poco más ligero, más orgánico. Siento que muchas cosas pasaron por accidente y buena suerte. En el último disco hubo más lucha, en parte fue por los productores con los que trabajamos, pero en esta ocasión únicamente trabajamos con Dave Fridmann, que siente la música, y la vez pasada hicimos una parte con él y con Joe Chiccarelli, quien es un productor que trabaja de forma más metódica. Es muy bueno, tiene muchos éxitos, pero al mismo tiempo él es siempre como: “necesito un éxito”, es lo que él busca y los hace. Es un poco difícil trabajar a nuestra manera cuando estás en esa situación.
S: Por ahí decían en la prensa que siempre habían producido sus discos ustedes mismos hasta They Want My Soul, pero esto no es del todo cierto…
BD: Trabajamos con otros productores antes, pero siempre fue con Mike McCarthy, es un chico de Austin, pero ese hecho salió de la prensa. La gente pensó que esta es la primera vez que trabajábamos con un productor. Transference fue el único disco donde hicimos todo nosotros mismos.
S: ¿Y cómo fue que el trabajo de Dave cambió la dinámica de hacer un disco de Spoon?
BD: Hubo muchas cosas que se hicieron diferentes. Es decir, hicimos la mayor parte del disco fuera de Austin, si lo hubiéramos hecho por nuestra cuenta o en la forma en la que trabajamos, se habría hecho todo en Austin. Él tiene su casa en Upstate Nueva York y no viaja, es tan bueno que todo el mundo se acerca a él. Es bueno tener a alguien que siempre está pensando en formas de, a falta de una mejor palabra, joderlo todo. Él quiere joder la música y hacerla rara, quiere causar una impresión, siempre dice “la sutileza es nuestro enemigo”, y es bueno tener a alguien empujándote hacia esa dirección.
S: ¿Por qué pensaron que este era el momento indicado de trabajar con Dave y no antes? ¿Por qué justo en esta etapa de su carrera?
BD: Habíamos trabajado con productores locales, nos gustaba lo que estábamos haciendo con él y pensamos que estábamos haciendo buenos discos con Mike. En el camino hicimos Girls Can Tell, Ga Ga Ga Ga Ga, estábamos desarrollándonos bastante bien. Creo que en gran parte se debió a que Dave hizo dos de mis discos favoritos, The Great Destroyer de Low, que es uno de los mejores discos de la década pasada, y Embryonic de los Flaming Lips, que es tan sónicamente hipnótico. Estaba atrapado en este disco, que es como si el rock and roll conociera a John Coltrane. Estoy muy impresionado por eso. Él trabajó con Sleater-Kinney, y yo soy muy amigo de Janet (Weiss) que toca ahí, y siempre me hablaba de lo grandioso que es, y fue sólo cuestión de tiempo para tratar de hacer otra cosa.
S: Cuando tocaron en el Corona Capital del 2015, me llamó la atención cuando dijiste que estabas muy feliz de tocar con Alex Fischel, y ahora que escuché el nuevo disco siento que hay mucha influencia de él ¿Qué tanto contribuyó Alex al sonido de Hot Thoughts?
BD: Él es el sonido de este disco, de alguna manera. Por ejemplo hay una canción “I Ain’t The One”, que escribí en la guitarra acústica tratando de hacer algo como a la Johnny Cash, como un outsider, el tipo de canción de un hombre que camina solo, sabes, y fue genial. Pero cuando la empecé a tocar con Alex, él tenía esta manera de abordarla con su Wurlitzer para hacerla más exuberante, y eso paso una y otra vez. Cuando la canción estaba escrita de una manera, nos reuníamos, y terminaba siendo otra cosa.
S: Además también cambió el sonido de Spoon en vivo…
BD: Sí, él hizo ambas cosas. En la composición también, escribió la mayoría de “First Caress”. Yo escribí las letras, pero él hizo la melodía vocal y la música. Me siento muy afortunado de haberlo encontrado, lo encontré en Divine Fits, y luego lo traje.
S: Hablando de letras, a veces siento que tu proceso para escribirlas es muy complejo, pero al mismo tiempo llevas años haciéndolo ¿Cómo ha cambiado la forma en la que escribes las letras de las canciones en todo este tiempo?
BD: Creo que el proceso es en su mayoría el mismo, pero yo he cambiado (risas). Hay ciertas cosas que ahora me gustan más, otras que son más importantes que en otra época, en donde tal vez el tipo de letras que quería hacer era sobre besar a alguien, salir de la ciudad, escuchar la radio, ese tipo de cosas. Ahora es un poco, a lo mejor más profundo, más obscuro, o tal vez más divertido, pero el proceso es a menudo escribir cosas que escucho, que creo que son cool; o teniendo una conversación con alguien, escribo una idea y pienso ‘después escribo más acerca de esto’. También me siento con la guitarra acústica y empiezo a jugar con sílabas, ya que a veces eso te lleva a palabras, sin ninguna intención.
S: Leí que “New York Kiss” del disco pasado, la compusiste en la era de Girls Can Tell ¿Cómo sabes cuando una canción está lista, o cómo decides que debes de esperar y trabajarla más?
BD: Solamente lo sabes, yo siempre trato de encontrar los hoyos en lo que hago, lo pongo a prueba. Si es lo suficientemente sucio y no encuentro ningún hoyo en ello, creo que probablemente es bueno. Voy escuchando todo y digo: ‘mmm ok esto está bien. No, esto no me convence. Sí, ok, me gusta, ya, está bien’. En esa canción en particular, la aguantamos porque no estuve de acuerdo con la parte de la batería, yo quería que fuera más seco, y él (Jim Eno) no quería eso, pero ya después lo pude convencer.
S: Las canciones de Spoon han sido utilizadas en varias series, películas, videojuegos, y parece que la música ahora se adapta a los tiempos y no al revés ¿Qué opinas acerca de todas estas nuevas formas de encontrar a tu público?
BD: Es un hecho de la vida, muchas de las formas en las que haces dinero en la música es con la venta de discos, y ésta se ha ido del proceso, esa es una razón. Y cuando estás en esto, quieres hacer un poco de dinero, porque es importante seguir haciéndolo de tiempo completo. No soy un súper purista del tema, creo que mientras la música esté escrita con la intención correcta y la vibra correcta está bien. Iggy Pop dijo algo como “ellos pueden vender salchichas con mi música mientras yo sepa lo que estoy haciendo. Yo no escribí una canción para las salchichas, la hice para mí, por el espíritu del rock and roll”. Mientras tú te apegues a ello, no importa mucho para mí. Eso sí, no le daría una de mis canciones para la campaña de Donald Trump o el ejército de los Estados Unidos por ejemplo, tienes que ser un poco selectivo en eso, pero creo que en general está bien.
S: ¿Cuál fue la parte que disfrutaste más cuando tocaste con Divine Fits?
BD: Lo que estuve pensando todo el tiempo antes de tocar con Divine Fits fue ‘quiero estar en la banda de alguien más, quiero ayudar a alguien en quien creo, cuya voz y canciones sean buenas’. Hay algo muy divertido en solamente tocar un instrumento y tal vez hacer algunos coros. Sin preocuparme por cargar a la canción, estar al frente de la banda y todo esto, es una experiencia diferente claro. Me reuní con Dan (Boeckner), y terminé escribiendo la mitad de las canciones (risas), pero esa fue la idea original detrás de todo esto, quiero mucho a Dan, a sus canciones, fue muy divertido apoyarlo.
S: ¿Cuál es tu disco o canción favorita del 2016?
BD: La primera canción del nuevo disco de Warpaint, “Whiteout”, amo esa canción. Es grandiosa. También amo el disco de Thee Oh Sees, que bueno en realidad sacaron dos este año, pero me encantan.
S: ¿Qué es lo más extraño que les ha pasado estando de gira?
BD: Esto no es LO más raro, pero recuerdo una vez que bajé del escenario después de un show en San Francisco, y John Doe estaba ahí. Yo no lo sabía. Me dijo “yo no los había escuchado antes, pero amé el show”, y después dijo algo así como “ustedes sólo hacen rock and roll, nadie más hace eso”, y pensé ‘ese es el mejor cumplido que nos han dado’.
-Desde una pequeña ventada redonda que tiene la puerta, me hacen la seña de que sólo me queda una pregunta más ¿Eso es una broma también, verdad? No. –
S: ¿Qué opinas cuando la gente le pone etiquetas a la música de Spoon como “experimental” o “minimalista”? ¿Estás de acuerdo con esos términos, o para ti sólo hacen rock and roll?
BD: Ojalá tengamos un poco de los dos. Cuando la gente comenzó a llamarnos minimalistas fue en la época de Kill The Moonlight, y creo que eso fue grandioso. No fue un término que a mí se me ocurriera, fue algo que salió de la gente, y hay muchas cosas minimalistas que me gustan, así que para mí fue maravilloso. Yo quería satisfacer a ambas categorías, es decir, tomar las canciones, sacarlas a la calle y tanto tocarlas con una guitarra acústica si quieres, como tocarlas con una banda de rock and roll, pero además grabarlas de una forma en la que te pones los audífonos y te encuentras con varias sorpresas, ese es el ideal.
La entrevista se terminó. Nos ponemos de pie, me despido de Britt y salgo del lugar. Fueron 15 minutos, pero sentí que hablamos por horas, que el tiempo se detuvo y durante ese corto período estuvimos en otro lado, sólo ese hombre de Austin que ha hecho canciones que he reproducido hasta el hartazgo, y yo ¿Inocente palomita? Tal vez. Tal vez todo fue una broma, una que no termina aún, o es el sentimiento inexplicable y único, de cuando conoces a tu banda favorita.