Por: Abraham Huitrón
El sol está pegando fuerte, y la calle parece que acaba de ser bombardeada. Pedazos de lo que solía ser el pavimento están apilados de un lado y el otro de la banqueta, mientras el ambiente tiene impregnado un olor a tierra y la maquinaría encargada de arreglar la calle, adornan el paisaje. Nosotros sólo estamos en búsqueda de Legión Americana, el punto de reunión para encontrarnos con Japandroids.
Como suele esperarse en un martes, el lugar está vacío. Entramos y por un momento la idea que nos equivocamos de lugar cruza nuestra mente. Literalmente no vemos a nadie, pero al fondo, casi escondidos, nos hacen señas. Y ahí están, en una mesa la gente de su disquera, y en la otra Brian King y David Prowse, los Japandroids.
Nos presentamos, y desde el primer momento se portan sumamente amables y con toda la disposición. Están en México porque en esa semana dieron un gran concierto en la CDMX, pero esa es otra historia que ya les contamos. Nos sentamos en un gabinete, ellos de un lado y yo del otro. Pedimos unas cervezas, enciendo la grabadora, y comenzamos.
Sopitas.com: Es la primera vez que graban un disco a distancia, con Brian en México y David en Canadá ¿Cómo afectó esto al proceso de creación de Near to the Wild Heart of Life?
Brian King: Fue probablemente el tema que más influyó en todo el disco, fue la gran diferencia en comparación con cómo compusimos las canciones para nuestros dos discos anteriores, y como las componemos en general. En los otros discos vivíamos en la misma ciudad, teníamos una especie de horario para ensayar.
Cuando terminamos el tour del segundo disco, me mudé primero de Vancouver a Toronto, y después aquí a México, así que dividía mi tiempo entre Toronto y México, Dave seguía en Vancouver. Así que de alguna manera, estas tres ciudades se convirtieron en nuestra casa.
Trabajábamos las cosas de forma separada, y luego elegimos una de estas ciudades donde nos reuníamos para juntar estas ideas en las que cada uno había trabajado. Así fue durante un año, de hecho la primera vez que nos reunimos fue en Nueva Orleans, ahí fue donde el disco empezó. Después todo fue Vancouver, Toronto, México, por un año más o menos. Un proceso muy diferente pero al mismo tiempo exitoso para nosotros, muy inspirador. Te da mucho tiempo de pensar las cosas de forma separada, y cuando te reúnes, puedes mostrar todas las cosas que traes y empezar a trabajar en juntarlo.
Como podrán notarlo, Brian nos da una respuesta larga. Y eso es una muy buena señal. De hecho, da la impresión de que es un chico al que le gusta mucho hablar, y lo comprobamos con cada una de sus repuestas.
S: Al escuchar su primer sencillo, parece que quisieron salirse de la fórmula de sus discos anteriores, y hacer uno más ambicioso, que fuera más que sólo guitarra y batería ¿Cuál fue el mayor reto a lo largo de ese proceso de hacer algo diferente?
Antes de contestar, llega el mesero con unos nachos para David, y le pregunta si está bien o quiere pico de gallo. En un esfuerzo por hablar español, David le contesta: “mmm sí, picou de gaio, sí, gracias”.
David Prowse: Sabíamos que queríamos hacer otro disco, queríamos ir más allá de lo que habíamos hecho en el pasado, pero el mayor reto era descubrir que forma tendría este disco. Y lo importante de esto, es que sólo hay que darle tiempo. Somos muy afortunados en el sentido de que nuestra banda es exitosa, sólo somos dos, es muy fácil darle tiempo a las cosas. Queríamos trabajar en el disco hasta que estuviera hecho y después salir de gira de nuevo, y no interrumpir el proceso de composición con una gira, porque queríamos concentrarnos en lo que estábamos haciendo.
Eso fue tema importante, cuando empezamos a hacer este disco no queríamos repetir ciertas reglas que teníamos antes, donde las canciones eran solo batería, guitarra, vocales, y no meter nada más, tenía que tocarse todo en vivo y así irlo grabando, cosas como esas. Decidimos desde el principio que no nos preocuparíamos por eso esta vez, pero aún así nos tomó un poco de tiempo descubrir cómo iba a sonar el disco.
S: ¿De qué forma influenció el disco el hecho de haber trabajado en ciudades y países diferentes?
Brian: Las tres ciudades al final, se convirtieron en nuestra casa. Por primera vez el concepto de casa no aplica a un lugar en particular o una ciudad, es más una idea. Crecer en casa se refiere a un lugar específico. Vancouver es casa por ejemplo, porque ahí es donde Dave creció, y Toronto, México, incluso Nueva Orleans, se convirtieron en casa en del sentido de que tú vives ahí. Por ejemplo, mi novia es mexicana y vive aquí, y pasamos mucho tiempo en estas ciudades. Además, en estos lugares nos sentimos muy cómodos, tenemos muchos amigos en cada una, todas tienen algo diferente que ofrecer y cuando mezclas todo eso, es suficiente de alguna manera para hacer un disco completo, no que el disco se únicamente sobre eso, pero te da muchas ideas para escribir.
S: Y toda esta mezcla de nuevos sonidos en su música, ¿cómo afectará a sus presentaciones en vivo?
David: Creo que esa es una parte que aún está por verse, aún estamos viendo cómo lo hacemos. Mucha gente nos pregunta si vamos a traer a otra persona en el escenario, pero esa idea no nos atrae mucho. Creo que más bien trataremos de reflejar estos cambios dinámicos en las nuevas canciones, manteniéndonos sólo nosotros dos sobre el escenario, pero incorporando cosas más sofisticadas como efectos de guitarra en los pedales de Brian, para simular guitarras. Estamos empezando a experimentar con algunos loops, cosas como esas. Es difícil decirlo, pero creo que por ahora sí se va a notar la diferencia entre las nuevas canciones y las viejas en vivo, porque desde una perspectiva sonora sí son muy diferentes, además hay unas canciones que la gente conoce y otras que no, así que esa es la gran diferencia por ahora.
También lo veo como la oportunidad de tener más atracciones sobre el escenario, en lugar de solo salir durante hora y media a tocar súper fuerte y ruidoso todo el tiempo. Hay espacio para calmarnos con canciones más lentas, y regresar. Hay libertad de hacerlo más dinámico con este nuevo catálogo, pero aún debemos decidir que es lo que queremos hacer.
S: En su tour pasado se aventaron cerca de 300 shows. Si pensamos en ese número es brutal, para el cuerpo y para la mente ¿Hay algún secreto para aguantar esto?
Brian: El gran secreto es realmente amar lo que haces, no hay manera de que puedas hacerlo sin ello, y aunque lo lograras, terminarías siendo miserable y odiándolo. El show de cada noche, te libera de todo lo negativo que pasa antes de llegar ahí, y no es que todo sea malo, pero hay muchos viajes, pasas mucho tiempo alejado de tus amigos y familia. Físicamente es muy difícil, hay mucho trabajo duro antes del show: cargar equipo, conectar todo, ese tipo de cosas. Tienes que amar tocar, para que puedas balancear todo lo que haces durante mucho tiempo antes de que el cuerpo se quede sin energías. Si estás ahí por el dinero o alguna otra cosa, no creo que dures mucho tiempo haciéndolo sin que te vuelvas loco.
S: Hubo una etapa al principio de la banda donde ustedes pensaron seriamente en terminarla ¿Qué tipo de cosas creen que estarían haciendo ahora si no estuvieran tocando con los Japandroids?
David: Probablemente los dos seguiríamos tocando música, no sé que clase de música sería… -o tal vez no profesionalmente, agrega Brian-… Sí, tal vez no profesionalmente. La música es algo que amamos hacer, somos muy afortunados de que nos paguen por hacerlo, es nuestro trabajo ahora. Incluso si la banda no hubiera sido exitosa, ahora seguiríamos tocando, sólo que en algún bar de mierda en Vancouver cada miércoles por la noche (risas).
S: ¿Y en este nuevo disco veremos otra portada en blanco y negro con una foto de ustedes?
Brian: Decidimos que como estrenamos disquera en los Estados Unidos, y se trata de un álbum donde tratamos de hacer un sonido diferente. Es como el fin de los viejos tiempos y es el inicio de algo nuevo. La portada irá un poco en ese sentido. No es un cambio drástico, es aún en blanco y negro, pero la portada va a reflejar esta nueva etapa en la que estamos.
S: Acá en México escuchamos a muchas bandas de Canadá, pero desde Arcade Fire hasta Japandroids, pasando por Grimes y Kaytranada, todas son muy diferentes ¿Cómo es la escena musical en Canadá?
Brian: Sí, es un país muy grande, no en número de habitantes pero sí geográficamente hablando. Es muy fácil que existan escenas completamente independientes y diferentes una de otra dentro del país. Es un país bastante multicultural, tienes gente que viene de todas partes del mundo, con diferentes pasados musicales, y a la vez es muy joven. Es como el campo perfecto para que empiecen a hacerse cosas diferentes, no hay necesariamente un “sonido canadiense”. Pasando por Arcade Fire, Drake, Japandroids, no hay nada parecido en su música. Además todas las ciudades principales como Toronto, Montreal, Vancouver tienen su propia historia e identidad, así que eso ayuda a hacer las cosas diferentes. Pero también creamos a Justin Bieber y Nickelback, así que no todo es bueno (risas).
S: ¿Hay alguna banda canadiense que nos recomienden?
Brian: Mmmm ¿Alguna vez has escuchado A Tribe Called Red?
David: (Visiblemente emocionado) Sí, ese es un grupo muuuuy bueno.
S: No, ¿debería?
Brian y David: ¡Sí!
Brian: Hacen como hip hop canadiense, son muy famosos allá pero apenas van saliendo al resto del mundo, son muy auténticos.
David: Ellos utilizan música indígena de Canadá y lo mezclan con hip hop, música electrónica, y son muy políticamente activos, ya que hay mucha historia de genocidio en Canadá, sabes.
Brian: Y son realmente únicos, es decir, realmente ningún grupo viene a mi mente para compararlos, creo que en un año o dos, estaremos hablando de ellos como ahora lo hacemos de Caribou o Grimes.
S: Ustedes llevan mucho tiempo viniendo e incluso viviendo en México, ¿qué es lo que más los ha impresionado acerca de este país?
Brian: ¿Cualquier cosa?
S: Sí, cualquier cosa
Brian: Oh demasiadas cosas. Es decir… Demasiadas cosas, realmente muchas. Nunca había estado en México antes de que empezáramos esta banda. Por supuesto vinimos a tocar dos veces pero de esa forma no exploras bien a México, a su gente, a su cultura. En los últimos años los dos pasamos mucho tiempo aquí en la Ciudad de México, y una de las cosas que más impresionantes, es como la ciudad se las arregla para funcionar con tanta cantidad de gente, y su ubicación, es muy, muy diferente de Canadá. Me impresiona como todo mundo se levanta en las mañanas, y todo parece funcionar, a pesar de que todo es completamente loco, caótico. Hemos estado expuestos a mucha música, arte, comida, hemos conocido mucha gente.
Ni siquiera sabemos como empezó todo esto. Mi novia es mexicana, y he podido de alguna manera entender todo lo que pasa en México, su historia, sus bandas, su comida, así que cada vez lo voy asimilando más, pero lo sigo encontrando muy interesante, pero específicamente al principio, me volaban la cabeza.
David: Para mí específicamente hablando de la Ciudad de México, siento que hay un pequeño grupo de ciudades en el mundo entero donde tú, y mira que hemos estado por todos lados, donde tan pronto como empieces a recorrerla puedes sentir esta especie de energía en el aire, donde sabes que estás en medio de un centro cultural y dices: “este es un lugar donde arte emocionante pasa, donde se toca y compone gran música”, simplemente tienes este sentimiento cuando caminas por las calles de la Ciudad de México, que sientes cuando estás en lugares como Londres, Berlín, Nueva York, Tokio. Estas ciudades donde simplemente sientes que hay millones de cosas grandiosas que están sucediendo en este preciso instante.
Brian: También es un lugar que nunca terminas de conocer completamente. Es decir, mi novia ha vivido aquí toda su vida y no la conoce completamente. Crece muy rápido, hay mucha gente, pasan muchas cosas. Es muy excitante estar en un lugar que sabes que nunca vas a terminar de conocer por completo, porque nunca te vas a aburrir, nunca alcanzarás a ver todo. Siempre hay algo que ver, a donde ir, algo que hacer.
En ese momento terminamos la entrevista, y nos empiezan a platicar canción por canción, todo lo que los influyó para crear Near to the Wild Heart of Life. Hacemos algunas fotos, nos salimos a fumar un cigarro y Brian nos cuenta que le gusta mucho el futbol, que su equipo favorito son las Chivas porque le agrada la idea de jugar con puros mexicanos. Son de Canadá, pero nos da la impresión que el gen chilango se ha quedado impregnado en ellos, como la tierra en toda la calle que está grabada en nuestras narices.