Ha vendido más de 250 millones de discos en todo el mundo, ha ganado ocho Grammys, seis Brit Awards, dos Globos de Oro y hasta un Oscar.

Es uno de los dos únicos artistas en la historia de la música que han logrado vender más de 100 millones de discos tanto con su banda, como de solistas (el otro es Sir Paul McCartney) y aún así, Phil Collins sigue siendo para muchos, una de las figuras más divisivas en la historia de la música.

Tal vez hoy pensemos en Phil Collins como “música de nuestros tíos o de papás”, pero en el fondo de nuestra mente, si desempolvamos nuestros recuerdos, nos daremos cuenta que los mayores de treinta años, lo veremos también como uno de los artistas que en su momento, nos ayudó a conectar con otras bandas como U2, INXS o Duran Duran y cuya trayectoria ha servido para inspirar a un sin fin de bandas y bateristas, desde Taylor Hawkins de los Foo Fighters y Joy División, hasta Coldplay, Kanye y James Blake.

“El resto de mi vida comenzó en Septiembre de 1970” dice una de las páginas de su autobiografía, para narrar el momento en el que ingresó a Génesis, y podría apostar, que así como Collins, todos recordamos ese momento que terminó por definir nuestras vidas.

Uno de esos momentos para mí, sucedió en Mayo de 1994, cuando era un chico de trece años que cursaba (como podía) la escuela secundaria. Por increíble que parezca para algunos, en aquellos días no había muchos conciertos en México y por supuesto que, cuando se anunciaron las presentaciones de Phil Collins en el Palacio de los Deportes, todos los boletos volaron.

Y esto, es algo que nunca he contado públicamente, pero sin dinero, sin trabajo y sin ‘domingos’ ahorrados, mi única esperanza de ver a ese personaje que dominó los setenta con Genesis y los ochenta como solista, eran las promociones del radio y fue precisamente un concurso en el programa de Eduardo Videgaray y El Estaca Brown (en aquellos años del divino diván de WFM), lo que me permitió ganar entradas para que Phil Collins, pasara a mi historia como el primer concierto en vivo al que fui en toda mi vida.

Fast Forward al 2018, casi 25 años después, Eduardo Videgaray y El Estaca siguen triunfando en la radio, y yo, estoy en mi oficina, esperando ansiosamente una llamada telefónica de Phil Collins, a quién inmediatamente tuve que confesarle que aquél show de 1993, fue mi primer concierto, uno que para bien o para mal, terminó definiendo (o confirmando) mi amor por la música y por lo que ahora hago.

¿Recuerdas cuál fue el primer concierto al que fuiste?

“Para ser honesto, no lo recuerdo bien. Comencé a tocar la batería a los cinco años, y desde esa edad comencé a dar presentaciones en vivo, ya seas en escuelas, teatros y demás. Podría contar historias de algunos de los conciertos que he dado, pero mi mente me traiciona cuando trato de recordar, cuál fue el primer, primer concierto al que fui en mi vida”.

Y es que si alguien ha dado conciertos, ese es Phil Collins, quién en más de una ocasión ha amagado con retirarse, pero al final, termina regresando como lo hará esta semana, cuando se presente en Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México para culminar así, su Legendary Tour, una gira que por un lado, le ha permitido auto-redimirse consigo mismo, y por el otro, permitirnos valorar el aporte de Collins a la música y sobre todo, disfrutar, tal vez por una última vez, de todas sus canciones en vivo.

Y es que, aunque las palabras “retiro” y “la gira del adiós” se han vuelto más en un cliché que en una realidad, es imposible ignorar los problemas de salud a los que Phil Collins se ha sobrepuesto para lograr esta gira.

“He visto la muerte de cerca, todo me pasó factura y me acabó afectando físicamente”.

En el 2000, Collins perdió el oído izquierdo tras sufrir una infección bacteriológica, para el 2009, tuvo que ser operado de la columna para reparar un par de vértebras dislocadas, lo que le ha impedido volver a tocar la batería a su máxima capacidad, y más recientemente, el año pasado, Collins tuvo que posponer un par de fechas de la gira tras sufrir una caída que le impidió durante un par de días, caminar o siquiera estar de pie durante diversos periodos de tiempo.

Si a ello agregamos una fuerte depresión, tal vez podamos entender, por qué su biografía se terminó titulando “Not dead Yet”.

Tres matrimonios fallidos, la incapacidad de conciliar su vida profesional con la familiar, problemas de alcoholismo… “Estaba cansado de ser Phil Collins, el éxito y el reconocimiento son dos cosas muy diferentes”, admite sobre los reproches que puede hacerse sus más de 50 años de carrera, cincuenta años, que más allá de las críticas, le han llevado también a ser aclamados por músicos de todas generaciones, desde Eric Clapton, Robert Plant o Paul McCartney, hasta Adele o el propio Peter Gabriel.

Y es que la trayectoria de Phil Collins ha tocado a casi todos los géneros, desde el clásico progresivo, hasta el rap y hip hop, donde figuras como Ol’ Dirty Bastard, DMX, Lil’ Kim o Kanye West le han sampleado o citado como influencia, y es que es precisamente en las bases rítmicas donde Collins ha dejado su huella, y mejor muestra de ello, es el drumbreak de ‘In The Air Tonight’, el cuál estoy seguro que TODOS en algún momento de nuestras vidas lo hemos imitado…. Incluso hasta un Gorilla lo hizo para un comercial de chocolates.

“Ese tema no envejece, tiene vida propia y una fuerza que tal vez se deba al momento de rabia en el que fue escrito (tras el divorcio de su primera mujer). No solo sale en los programas de televisión o anuncios de coches. He descubierto que se lo ponen a los jugadores de fútbol americano para motivarles antes de salir al campo”.

Lo cuál nos confirma que el legado musical de Collins, estará presente mucho más allá de los años, ritmos y géneros, en donde lo importante no son los millones de discos vendidos, las grandes fortunas recaudadas o los premios como los Grammys, Oscares y Globos de Oro, al fina de cuentas, a Phil Collins, sólo le gustaría ser recordado como un gran baterista.

¡Boletos por acá!

***Phil Collins regresa a México para ofrecer una serie de conciertos en Monterrey (6 de Marzo), Guadalajara (7 de Marzo) y Ciudad de México (10 y 11 de Marzo).  Los boletos están disponibles a través de Ticket Master.

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