Lo primero que pensé cuando me dijeron que iba a entrevistar en persona a Ben Bridwell de Band Of Horses, con motivo de su show en el Corona Capital, fue en la entrevista que ya había tenido con él vía telefónica meses atrás, por lo que creí que sería buena idea darle la vuelta, tratar de hacerlo como si fuera una plática, no una entrevista. Lo que no sabía en ese momento, es que esa charla trascendería más de lo que me imaginaba.
Así que después ahí estaba, en un balcón de su disquera esperando a entrar en un gran cuarto. Lo único que estaba iluminado hasta el fondo, era un enorme letrero con la portada del Why Are You Ok? y enfrente dos sillas, una de ellas ocupada por Ben. Nos presentan, y nos sentamos para comenzar a platicar, pero antes de empezar le menciono que anteriormente tuvimos una entrevista vía telefónica que seguramente no recuerda, pero que ahora quiero darle otro giro y hacerlo una conversación. “Ok, let’s do it”, me contesta. Y ahí empezamos.
Han pasado 10 años desde que lanzaste tu disco debut con la banda ¿Cómo sientes que ha cambiado la escena musical en todo este tiempo?
Ha cambiado mucho, ¿no es así? Ahora presenciamos una ola de programas de televisión siendo la nueva radio, publicando bandas. Descubres que estás escuchando el soundtrack de OC o del jodido Twilight (risas), para alcanzar a nuevas audiencias. Vimos como bajaron las ventas de los discos. Muchos discos físicos cayeron ante las ventas digitales, o incluso con descargas gratuitas, pero la gente después encontró la manera de monetizar la música digital ¿En qué nos hemos convertido? Es decir, ¿en lugar de salir de gira para promover tu disco, sacas un disco para promover tus giras y hacer dinero? Es un poco salvaje ahora, qué tiempos tan interesantes para ser parte de ellos. Siempre he pensado que alguien puede encontrar tu música de alguna manera u otra ¿Qué importa si es por medio de una licencia para un programa de televisión, o si lo descargan gratuitamente, o si van a un concierto, o compran una playera? Es interesante, ni siquiera sé en dónde estamos parados ahora. Tienes todavía algunas disqueras peleando con YouTube y Spotify, porque ellos sienten que sus artistas no reciben un pago justo, pero siempre he diferido de eso, porque la música siempre encontrará la forma de llegar al dinero.
Y hablando de cambios, tú empezaste siendo un baterista, y de repente terminaste siendo el vocalista, guitarrista y líder de Band Of Horses, ¿cómo pasó todo eso?
Sí, empecé como el dueño de una disquera, tenía un pequeño sello en Seattle, y nunca había tocado música para ninguna banda, pero el jodido baterista renunció así que tuve que entrar al desquite. Era malísimo en la batería. Y sí, después de alguna manera terminé en Band Of Horses, porque esa banda terminó, y quería hacer algo más a parte de lavar platos por el resto de mi vida. Tuve mucha suerte y también trabajé muy duro,para tener la suerte de poder salir adelante.
Sabemos que estás casado y eres padre de familia, ¿cómo es vivir de la música para sacarlos adelante?
Es duro, y se está volviendo aún más difícil. Se está haciendo más difícil cada día. Por ejemplo tan sólo anoche fue como: ‘ok, buenas noches, dale un beso a los niños antes de que se vayan a la cama’. Y uno de ellos tiró algo en la mesa, y fue como ‘mierda, y mañana se van a la escuela’. Hay muchas cosas de la vida que pasan en un solo día, y luego trato de no distraerme. Trato de tener un pie en mi casa y otro en México hoy (pisa fuerte con un pie en un lado y con otro, explicándome), poner atención en el trabajo y hacer un buen trabajo para los fans. Es loco, no es fácil, pero mientras no te pierdas en medio de todo este proceso, podrás encontrar un balance y a lo mejor seguir haciendo esto por los próximos diez años, ya veremos.
La vez pasada me platicabas que para ti es muy complicado el proceso de composición de un disco ¿Cómo encuentras el balance para superar ese proceso y lanzar un gran disco como Why Are You OK?
Es curioso, porque como dije tengo un pie en Carolina del Norte y otro en la Ciudad de México. Incluso cuando estaba en casa haciendo el disco, tenía puesto un audífono en una oreja escuchando lo que se grababa en la computadora, y la otra descubierta escuchando a ver a qué hora tocaban la maldita puerta. Que dijeran ‘alguien tiró algo en la mesa’ o ‘alguien está despierto a mitad de la noche y necesita ayuda’. Tratar al menos de estar balanceado, al final no sé si lo logre o no, pero mientras hay que estar atento y tratar de balancear ambas cosas. Y por eso creo que hicimos un mejor disco, porque no tuve la necesidad de irme dos semanas a perder mi cabeza en creatividad, sino que este balance me ayudó a darme estabilidad en el proceso de composición, en lo que es importante, porque al final esas cosas se filtran en el contenido.
Y no sé si cuando dijiste eso, también te referías a que ser un músico es una gran responsabilidad. No sólo con la familia, sino con el público. Todo mundo ve y juzga lo que haces.
Sí, tú quieres hacerlo bien para la gente, quieres darle una razón para que peleé por ir a verte a tus shows, hay una responsabilidad en hacer un buen trabajo, honestamente. Conforme te vas haciendo viejo tus prioridades cambian, lo más importante son las cosas reales. Pero quiero hacerlo bien, hacer buenos discos, de los que esté orgulloso también. Es un proceso en desarrollo del que ya veremos como salgo librado.
Tal vez por ello cuando escuchamos tus letras, se leen muy sinceras, pero no todo mundo puede alcanzar ese nivel de sinceridad, es difícil compartir todo eso que es tan personal, ¿cómo lo logras?
Es otra complicada línea de explicar, porque no queremos ser muy egocéntricos, es alienar al escucha y que sea parte de la historia. Tú quieres abordar un tema que sea lo suficientemente universal para que alguien que escuche la canción, lo haga porque siente que les habla a ellos. Cuando la van escuchando en el camión por la mañana, es tu historia y quieres que sea trascendental, esa es la parte favorita de cualquier fan de la música, y es mi parte favorita de hacer música, que se siente que fue escrita para ti. Pero también, es difícil ser brutalmente honesto contigo mismo, porque no puede ser que cuando vaya a dejar a mis hijos a la escuela, me la pase hablando mierda de una fiesta a la que fui, y que digan ‘oh este wey es un imbécil en la vida real. Fue lindo hablar con él, pero en realidad sólo viene a quejarse y cuando llegue a su casa sólo va a escribir canciones de odio en contra de su fiesta’.
El 2016 ha sido un año muy complicado para la música, perdimos a grandes leyendas como Bowie, Cohen y Prince. A propósito de eso, ¿cómo te gustaría ser recordado cuando llegue el momento de partir?
Al menos me gustaría que tocaran “The Funeral” el día de mi muerte (risas) No lo sé, me gustaría que al menos mis hijos no les de vergüenza lo que hago, pienso más en los aspectos de la vida real. Llevo 20 años en la música, desde la disquera, la banda, y es una bendición, y mientras tenga vida para seguir haciéndolo está bien. Cuando me vaya, que los niños no estén avergonzados de esto y que puedan sacar algún dinero, está bien. No importa cómo me recuerden mientras la familia esté bien.
(La chica de la disquera, quien ya había olvidado que ha estado junto a nosotros todo el tiempo, se para atrás de Ben y me levanta dos dedos, como si hiciera la señal de amor y paz, para indicarme que me quedan dos preguntas)
Oye y esa enorme imagen que tienes allá atrás, leí que es una foto que tú tomaste ¿Cómo terminó siendo la portada de tu disco?
Es una foto que tomé con mi celular en la playa, así es. (Volteando a ver la imagen) Mierda, creo que tuvieron que limpiarla un poco para que terminara ahí, le hicieron Photoshop para sacar a varias personas de la imagen, e hicieron un gran trabajo. Al menos el mejor que pudieron hacer, sólo espero que esta gente no nos meta una maldita demanda cuando se enteren que son la portada de un disco (risas).
¿Ah no lo saben?
¡No! Yo sólo estaba en la playa, y de repente dije: ‘mira, esas personas parece que están llorando’. Me pareció un contraste interesante porque estaban en la playa. Y conforme el sol iba bajando, ellos también bajaban las manos, era como si estuvieran tomando un baño de sol. Les tomé varias fotos y dije ‘esto puede ser una buena portada, mientras no nos demanden’. Esperemos que no, aunque ya lo descubriremos.
(La chica me vuelve a hacer la seña, ahora sólo levanta el dedo índice. Me queda una pregunta)
Finalmente, yo sé que ahora estás concentrado en la gira, vas a tener un montón de shows, ¿pero qué sigue para ti? ¿para Band Of Horses?
Muchas cosas eh. Quiero ir a casa con los niños y hablar con el management para que me den más días libres. Hacer dinero en festivales y todo eso está bien, pero ir a casa más seguido. No necesitamos estar tanto tiempo fuera. Y tengo planeado hacer un disco, tengo muchas canciones terminadas por las que estoy muy emocionado, y quiero ver a Jason (Lytle), ya que él está promoviendo el nuevo disco de Grandaddy, y creo que él puede ayudarme a hacer otro gran disco, porque en estos momentos quiero sacar el siguiente lo más rápido que se pueda. Porque desde Infinite Arms, me tomó como año y medio para sacar un nuevo disco, y me gustaría retomar ese ritmo ahora, romperme la espalda un poco pero sin descuidar a la familia.
En ese momento nos ponemos de pie, y Ben me vuelve a mencionar la entrevista telefónica que tuvimos hace meses, mientras me acompaña a la puerta de salida. “Es bueno que hayamos platicado por teléfono, y que ahora nos conozcamos en persona, ¿no? ¿Vas a ir al show?” Me pregunta, y le digo que sí, que nos vemos el sábado en el Corona. “No”, me contesta, “al concierto de hoy”. Hago memoria y le respondo que no, porque es privado y no tengo planeado ir. “No te preocupes, yo te pongo en la lista de invitados, con un más uno”.
¿Qué? ¿Me está invitando? ¿Qué se debe de hacer en estas ocasiones? Desconcertado y más bien por inercia, le digo que sí está bien, y al entrar su manager le dice que me ponga en la lista con un más uno. Yo sigo sin saber que pasa. Me dan los detalles y llego esa misma noche al lugar del evento. Tras una mala organización y dificultades para entrar, ingreso al backstage y ahí está Ben. Yo ni siquiera sabía qué hacía ahí. “Paso al baño y me voy”, pensé.
Al salir del baño, me encuentro a Ben. Me reconoce. Levanta la mano como para que hagamos un “high five”, lo hacemos y empezamos a platicar.
¿Nervioso antes de salir del escenario?, le preguntó.
Nah para nada, emocionado más bien. La gente está prendida y ya quiero salir a tocar. Pero tú qué onda ¡Lo lograste! Qué bueno que sí viniste.
¡No! Qué chido que me invitaste. Jamás pensé que alguien famoso me invitaría a algo.
Ah es que ese es el problema. Yo no soy famoso, sólo soy el que canta las canciones en un grupo cualquiera (risas). Espero que agarres un buen ángulo para ver el show.
Yo igual. Nunca había visto a la banda en vivo, entonces estoy emocionado ¿Te gustó la entrevista de hace rato?
¡Sí! Me gusto ese giro que le diste. Fue como plática, no una entrevista.
Gracias por todo Ben, y suerte con los shows.
Por: Abraham Huitrón