El 15 de marzo de 2020 se cumplirán 17 años desde la primera edición de 31 Minutos, el famoso noticiero chileno protagonizado por marionetas que no sólo logró convertirse en un fenómeno dentro de su país natal, sino que también consiguió expandir su popularidad en otras partes de América Latina, al grado de que sus personajes y canciones han conseguido sonar arriba de los escenarios de grandes festivales como Lollapalooza, Viña del Mar y este 2020 llegarán al del Vive Latino.
Pero 31 Minutos no es sólo un show que le ha regalado canciones pegajosas, personajes entrañables y aventuras divertidas a los niños (algo que incluso también le dio a la mayoría de nosotros cuando éramos pequeños). También, el proyecto de Chile creado por Pedro Peirano y Álvaro Díaz, es una prueba de la lucha por adaptarse a la era digital actual, que ha dejado de lado la tele convencional para darle paso a otras formas de entretenimiento como los servicios de streaming y los espectáculos en vivo.
Y es que cuando uno piensa en un show en vivo de 31 Minutos, todos siempre hacen la misma pregunta: “¿O sea, es con las marionetas?”, y la respuesta siempre es sí. Quienes han visto en vivo a Juan Carlos Bodoque, Tulio Triviño, Patana Tufillo, etc., saben la calidad de show que los personajes –y las personas que le dan vida– brindan sobre el escenario. Pero, ¿cómo será para ellos llegar a uno de los festivales más emblemáticos e importantes de México?
Platicamos con Álvaro Díaz previo a su presentación en el Vive Latino, en donde 31 Minutos encabezará los dos días del festival, para saber más a fondo de la voz de uno de sus creadores, cómo fue que nació este proyecto y la manera en la que ha logrado que los personajes del programa tengan incluso tintes políticos para algunos de sus seguidores, quienes los han utilizado como símbolo de lucha en Chile. Pero sobre todo, que se han quedado grabados en los corazones de muchos.
De acuerdo con Díaz, 31 Minutos no nació precisamente como una parodia de noticieros en Chile, en realidad este proyecto nació por la idea de él y de Pedro Peirano de experimentar en el ámbito de la televisión infantil en su país, un rubro que a pocos le importaba y con el que tuvieron la oportunidad de experimentar, trayendo a la pantalla elementos de programas que ellos veían cuando niños.
“Había muchas referencias de cosas que nosotros veíamos cuando éramos niños, de programas no sólo infantiles que nosotros podíamos emular en su espíritu. Nace como una parodia de los noticieros, pero no de uno en particular, sino como de los noticieros en general. Estos te dan una estructura, personajes, roles y todo el mundo los conoce. Entonces era muy fácil agarrarse de eso e inventar un mundo que cada vez se iba haciendo más fantasioso”, menciona Álvaro Díaz.
Aunque Álvaro y Pedro se inspiraron en lo que veían en la TV, tampoco les costó trabajo darle una personalidad a cada uno de sus personajes, ya que ellos son periodistas en la vida real y vivieron en los medios de comunicación durante varios años. Eso sí, si bien siempre estuvieron enamorados de su pasión por dichos rubros, nunca fueron comunicadores convencionales, algo que sin saberlo les ayudó a desarrollar la esencia de 31 Minutos.
“Nunca fuimos periodistas muy apegados a la norma, digamos. A Pedro le gustaba dibujar en el diario y a mí hacer columnas graciosas. Me gustaban los medios en el fondo, más que el periodismo que en sí me encantaba, teníamos a nuestros amigos periodistas y hemos trabajado en diarios por lo que podíamos conocer bien de que se trataba todo esto”, menciona Álvaro Díaz.
“Creo que fue crear personajes que se parecieran un poco a nosotros y se parecieran a muchos periodistas que conocemos o que no conocemos y lo vas nutriendo con el tiempo con su propia experiencia. Así se construyen los buenos personajes, uno los crea con base en acciones y sus propias reflexiones más que a lo que dicen o a su discurso. La mayoría vive con sus propios demonios y eso es lo que los hace más entretenidos para nosotros”, agrega.
A pesar de que el contenido siempre ha estado dirigido al público infantil, Álvaro y Pedro saben que muchos de los fans que veían 31 Minutos han crecido y ahora son parte de una generación más consciente de lo que consume en medios digitales y también, de lo que sucede en su alrededor, por lo que adoptan los contenidos de Tulio Triviño y compañía con tintes hasta políticos.
Uno de los ejemplos más recientes de eso fue la canción “Lucía, la Sandia”, estrenada a principios de este año y que muchos mencionaron estaba dedicada a Lucía Hiriat, viuda del conocido expresidente chileno, Augusto Pinochet.
“La canción no es que tenga un guiño a la que era la esposa de Pinochet, es una canción sobre un personaje de 31 Minutos que era una sandía, no tiene mucho más que eso. La idea de nosotros siempre es utilizar el deber-ser y eso es nuestro peor enemigo. Es lo que te hace culpable, es lo que te hace consciente, te hace aburrido”, menciona.
Otro de los casos ocurrió cuando en las manifestaciones por la represión que se vive en Chile, se vieron varias pancartas con la imagen de Juan Carlos Bodoque, el simpático conejo rojo y la figura máxima del periodismo de investigación en 31 Minutos, al que muchos adoptaron como un símbolo de libertad de expresión.
Para los creadores, a pesar del halago que resulta ver a sus personajes en las manifestaciones, consideran que la gente chilena se identifica con ellos debido a la fama que han generado en los últimos años, mucha de esta realizada por el simple gusto de hacer un show divertido para niños: “No creemos ser la voz del pueblo chileno, no pretendemos serlo ni nos gustaría serlo. En nuestro caso esto es nuestra bandera el nunca dejarnos de entregar al deber-ser. (Los personajes) se convierten en precisamente en eso porque la gente los conoce y no hemos hecho ningún esfuerzo para, que se vean como símbolos. Nosotros tratamos de contar buenas historias, originales, escribir canciones nuevas y tener nuevos temas”, menciona Díaz.
Acá en México, 31 Minutos es un fenómeno que agota localidades en cualquier parte en donde se presentan. Sin embargo, su presentación en el Vive Latino será una de las más especiales de su carrera, no sólo porque traerán un show completamente renovado, sino porque por primera vez se presentarán en un festival de dicha magnitud en México.
“Hicimos nuestro último show, el Tremendo Tulio Tour, que se refería a un mundo de los shows tributos y homenajes a gente que está viva, pudimos crear un tipo de mundo. Hoy sentíamos que teníamos que volver a un show más esencial de 31 Minutos, uno que tuviera mucho del noticiero y del programa de TV, con los personajes dentro del set”, afirma Álvaro Diaz, agregando que el show que veremos es una especie de invitación a vivir dentro del programa.
“Estar en Vive Latino, en particular, es complejo porque es un publico de festival que si bien va a estar muy arriba, no es tu público ‘fiel’ que va al Metropólitan cuando nosotros hemos ido a México, donde juegas de local todo el rato. Entonces uno sabe que no va a jugar de local en un estreno, lo que te pone muy nervioso, pero también te pone ansioso y es lo entretenido de este trabajo, porque uno va tolerando siempre nuevos caminos”, agrega.
Los años pasan, la forma de ver televisión cambia y muchos crecemos. Sin embargo, estamos seguros de una cosa: El cariño que 31 Minutos ha sembrado en sus fans, chicos y grandes, seguirá vigente en mucho tiempo. Tal y como lo ha logrado hacer, por ahora, durante 17 años de existencia.