Lo que necesitas saber:
Katy Perry fue una de las artistas más grandes de inicios de la década pasada, pero hoy en día se ha perdido con varios lanzamientos que no tienen el nivel de antes. Analizamos cómo Katy tocó la cima y se perdió posteriormente.
La sensación Katheryn Elizabeth Hudson, mejor conocida como Katy Perry, reinó a finales de la primera década de este siglo como la artista de pop vocal más grande de ese momento. Katy lanzó One Of The Boys, Teenage Dream y Prism en un asombroso lapso de cinco años, por lo que de 2008 a 2013 tocó la cima de la popularidad a nivel internacional.
Teniendo todo y una prolífica carrera por delante, hoy Katy Perry no tiene el nivel de popularidad que imaginábamos que tendría, por lo que vale la pena analizar lo que sucedió con esta inmensa vocalista, en 5 momentos que han definido su carrera.
Los altibajos de una de las cantantes de pop más relevantes de la actualidad
Irrupción en el mainstream: Cambio de concepto, género e identidad
El lanzamiento de One Of The Boys catapultó a Katy Perry como la nueva gran cantante de pop, con una mezcla de gran composición musical, una voz maravillosa y letras bastante transgresoras que se alejaban bastante de los temas convencionales del género. El hit “I Kissed A Girl” llegó al número uno de Billboard y se mantuvo siete semanas en ese puesto, y “Hot N Cold” se mantuvo 39 semanas en el Billboard 100.
Desde ese entonces, Katy se perfilaba como una futura estrella, con una personalidad encantadora y una enorme presencia en los shows en vivo. Su diseño de imagen, como la protagonista de una fiesta permanente, le ayudó a generar muchísima expectativa sobre sus giras, y Katy lo cumplió con creces.
Teenage Dream: shows que llenan estadios como la antesala a la cima de la fama
Como con muchos proyectos, Katy Perry tuvo la dificilísima tarea de lanzar un segundo disco con la misma o mayor calidad de One Of The Boys, y lo superó. Repitió la fórmula de producción junto a Dr. Luke y Max Martin, quienes se encargaron una vez más de lanzar rolones como “T.G.I.F.”, “Firework”, “”California Gurls”, “Teenage Dream”, y un inesperado éxito romántico con “The One That Got Away”.
Con muchísima más producción en sus shows en vivo, Katy se volvió el acto a seguir con su California Dreams Tour. De ese disco, ahora clásico del pop, cinco canciones llegaron al Billboard Hot 100, y fue la primera mujer en lograr esto. Para que dimensionemos el tamaño de este logro, Teenage Dream fue el segundo disco en la historia en lograr esto, después de Bad de Michael Jackson.
Katy tenía una corta carrera, pero era la gran figura del pop, con participaciones en Plaza Sésamo, Saturday Night Live y hasta como novia de Moe, en los Simpsons. Todas las miradas estaban sobre Katy Perry, y lo que seguía en su carrera.
La cima de Katy Perry, con el show del Super Bowl que la encumbró
Con dos lanzamientos tan cercanos, Katy decidió tomar más tiempo para su tercer LP. PRISM fue lanzado en 2015, con bastantes rolotas como “Roar”, “Dark Horse” y “This Is How We Do”. Katy de nuevo se asoció con Max Martin y Dr. Luke, y este último ya tenía una denuncia en su contra por parte de Kesha, quien relató abuso sexual y violencia de género.
El anuncio de Katy Perry como acto principal del Super Bowl XLIX fue algo absolutamente lógico, con actos de pop del tamaño de Black Eyed Peas, Madonna y Bruno Mars presentándose a inicios de la década pasada en el show con más televidentes en el mundo. El show de Katy la llevó al máximo de popularidad, con momentos icónicos, como su entrada en un león gigante, o los famosísimos tiburoncitos bailarines, que se viralizaron de inmediato.
Katy se encontraría con el momento más complicado de su carrera, ya que su siguiente LP tendría que al menos llegar a ser igual de bueno que PRISM, que aunque fue un buen disco, era el más flojito de los tres.
Su primer tropiezo, con el cambio del pop por sumarse a las nuevas tendencias
Cuatro años después, Katy exploró la electrónica, y ritmos de rap y hip-hop de una manera muy desafortunada. Esa aventura salió bien en “Dark Horse”, pero en Witness, Katy lo llevó a otro nivel, con un nuevo equipo de producción que exploró nuevos géneros y falló. Katy fue atacada por la crítica, aunque en ese disco obtendríamos lo último rescatable de Katy en rolas como “Pendulum” y “Witness”.
Este intento de Katy por subirse a las tendencias, mostrar momentos viralizables en sus videos y “agradar” a la opinión pública, fue el principio del fin de la Katy Perry que conocimos y adoramos en un inicio. La gira de Witness no tuvo el éxito de sus primeras giras, y todo parecía indicar que Katy se alejaría un rato del ojo público.
Katy también mantuvo la consistencia con dos lanzamientos malos después de ‘Witness’
Así como logró lanzar tres grandes discos desde sus inicios, Katy ha lanzado tres álbumes carentes de su esencia, en los que parece que se ha apartado de la idea musical que la encumbró. Aún con bastante chispa y simpatía en sus redes y en espacios públicos, Katy no ha logrado colocar un éxito como los de antes.
Para su siguiente álbum, Smile, recurrió a la producción de grandes como Zedd y Charlie Puth, sin que lograra colocar alguna rola en la cima de Billboard, y se continuó alejando de lo que le escuchamos en sus primeros discos.
Con su disco más reciente, 143, Katy se ha colocado en lo que algunos medios han afirmado es la lista de la infamia musical del pop. Tal parece que Katy sigue mutando de estéticas y conceptos musicales para adecuarse a movimientos temporales, y parece que la heroína del pop no logra regresar a los éxitos que logró.
143 tiene muchos intentos pero poquísimos aciertos, e invitó a 21 Savage, Kim Petras y Doechii para buscar adaptarse al pop actual, sin lograrlo. En sus letras, quien alguna vez dio grandes mensajes de autoestima y apoyo con bastante labor poética, hoy recurre a rimas que tienen un poco de rap sin rumbo ni mensaje claro.
Aunque regresó a aliarse con Dr. Luke, tal parece que ambos se han perdido, con una mala lectura del momento cultural que tiene el pop, con actos como Sabrina Carpenter y Chapell Roan al frente de una nueva ola del género. Katy intentó sonar bien en géneros más dance, con muchísima electrónica y menos pop que antes. Quizás “WOMAN’S WORLD” es la rola más pegajosa del disco, pero fuera de este sencillo, hay poco rescatable, con bases muy genéricas y letras superficiales.
Por otro lado, Charli XCX, Dorian Electra y A.G. Cook están al frente de un movimiento novedoso, el hyperpop, que ha llevado los límites de producción a horizontes fascinantes.
Katy Perry se encuentra de gira por Australia, y habrá que ver si logra agotar estadios como en sus mejores tiempos. Esperemos que su siguiente disco retome lo que más nos ha gustado de su sonido a través de sus lanzamientos.