Las historias entre fanáticos y artistas son de nuestras favoritas, claro, siempre que tengan un final feliz. Desde niños que se suben a tocar con sus ídolos hasta personas que tienen anécdotas locas con músicos famosos, como esta que involucra al vocalista de Pearl Jam, Eddie Vedder y una mujer que conoció hace 27 años.
El fin de semana pasado, mientras tocaba en Ámsterdam, Vedder hizo una pausa en el concierto para recordar una noche memorable que había pasado hace algunos ayeres con una fan y preguntó si de casualidad esa mujer estaba en la multitud: “Recuerdo que su cabello seguía arrojándose contra mi cara. Estoy casi seguro de que todavía reconocería su rostro”, dijo el cantante. Por supuesto que no apareció, y todo el mundo pensó que se quedaría en una anécdota más que contaría el músico esa noche.
¿Qué creen? Pues, después de que se hizo conocida en un periódico local, esta petición de Vedder se hizo realidad, la misteriosa mujer apareció, y como les decimos, volvieron a verse. Ya con los añitos encima.
Bueno, y a todo esto, ¿cómo se conocieron? Dejen que nosotros les desmenucemos la historia. El nombre de la mujer es Valeska Custers, y le contó al periódico local Het Parool la historia completa. Todo comenzó en 1993, mientras Eddie estaba de gira con Pearl Jam en Utrecht, Holanda. Durante ese tour, el cantante conoció a Valeska, en el backstage del show, aunque ella no iba a ver a la banda de Seattle, sino a los teloneros; City Pig Unit. Jiar, jiar.
De repente, según cuenta nuestra afortunada fan, Vedder se le acercó para intentar ligar con ella con una frase digna de todo un hombre badass: “¿te gusta mi nuevo tatuaje?”. Ah, perro. Obviamente, la señorita le dijo que si y empezaron a platicar. Aunque llegó muy salsa con ella, dice recordar a Eddie como una persona tímida, pero que alcanzó a sentir una conexión con él.
Terminando el concierto, fueron hasta un café cercano que se llamaba Kafé België y, después de varias horas de conversación, Custers ofreció le ofreció a Vedder llamar a un taxi para que lo llevara hasta su hotel. Pero claro que Eddie no planeaba hacerlo, ya que le preguntó a la joven que si tenía una bicicleta; ya saben, porque Holanda. What?
Valenska se llevó al músico hasta su casa y estando ahí, se le hizo fácil agarrar la bicla de su hermano para llevarlo al hotel; y se le cumplió el caprichito. Eddie se fue en la parte de atrás y se ofreció a cargar una mochila que traía ella. Obviamente como ya era conocido, de repente tuvieron que pararse para que se tomara fotos con algunos fans. Para no hacerles el cuento más largo, llegaron, se despidieron y él le pidió su dirección; pero con tanto alboroto se le olvidó regrs con la mochila.
En la actualidad, Valeska tiene 49 años y es madre de tres hijos, y al enterarse de la entrevista, Vedder la invitó junto con su esposo al show que dio en Bruselas. Después del concierto, Custers fue detrás del escenario y se reunió con su viejo amigo, quien la reconoció al instante. “Todavía tienes la misma sonrisa”, le dijo Eddie. Ya estando en el cotorreo, el músico le dijo que había intentado regresarle su mochila, pero que nada más no pudo, incluso le había dicho que guardó su dirección por años.
Esta clase de historias son las que nos hacen recordar el poder de la música, que va más allá de canciones y conciertos. Es todo un universo maravilloso que nos llena de memorias fascinantes. Gran anécdota la del señor Eddie Vedder, ¿siono?