Vaya que este fin de semana (y en realidad toda la semana) estuvo bastante movida. Y una de las razones por la que la capital se llenó de música fue por la celebración de la edición de 2023 del Festival AXE Ceremonia en el Parque Bicentenario.
El AXE Ceremonia se lució con un line up impresionante que trajo de vuelta a nuestro país a algunos de los aristas más populares tales como la Rosalía (aquí la reseña de su show), M.I.A. (aquí la reseña de su show) o Jamie XX. Pero también fue el escenario de las primeras veces de muchos otros como Travis Scott (aquí la reseña de su concierto). La oferta musical, como siempre, fue de primera.
¿Pero qué tal estuvo la experiencia del AXE Ceremonia en general? Porque en los festivales no sólo vamos a escuchar buena música, sino a vivir todo un concepto que muchas veces tiene sus pros y sus contras. Así que por acá vamos a hablar de lo que súper rifo y lo que no tanto de este año.
LO QUE SÍ RIFÓ
Distribución de horarios
¡Bendito! Si hay un trabajo difícil entre los organizadores de los festivales es acomodar los horarios. Siempre hay conflictos y alguien no queda satisfecho porque chucan sus bandas favoritas. Y es entendible, pues entre una oferta enorme, siempre se van a empalmar algunos artistas incluidos los headliners.
Pero en esta edición de 2023 del AXE Ceremonia, los horarios estuvieron increíbles. Como decíamos, desde luego algunos horarios se empalmaban entre los distintos escenarios, pero la realidad es que los headliners quedaron repartidos de tal manera, que nunca se empalmaban para que la audiencia pudiera disfrutarlos.
Gran sonido
En un gran festival, el sonido es elemental para que la experiencia de la audiencia sea de 10. Para este año, fuera de algunos inconvenientes (por ejemplo, en la presentación de M.I.A.), el sonido estuvo de lujo tanto en el escenario principal del AXE Ceremonia, como en los dos más grandes de tamaño que le seguían, que fueron el American Eagle y el GPI.
La forma de los escenarios
Nos gustaría poder explicar con los términos correctos esto, pero notamos que los tres escenarios principales del AXE Ceremonia estaban acomodados en un lugar puntual en la que en cualquier punto, se veía perfecto. Podías estar del lado derecho del escenario y a una distancia considerable, y el escenario tenía una visión genial.
Esto fue muy claro en el escenario AXE Ceremonia y el GPI, los dos más grandes. El público podía estar a cualquier distancia y desde cualquier punto, y la visión era perfecta. Ojalá para próximas ediciones, esto ocurra de nueva cuenta, pues cuando se llenan los escenarios, suele ser complicado encontrar buena visión a la distancia.
EL DEBATE
La distancia entre los escenarios
Ahora bien. Este punto nos tiene en conflicto. El año pasado, en la edición de 2022, el espacio del festival era reducido, por lo que los escenarios quedaban muy pegados y en algún punto, el sonido chocaba.
Esta vez, los organizadores aumentaron el espacio que trajo dos ventajas. La primera es que el sonido ya no chocaba entre escenarios (con excepción del GPI y el Traición). Y en segundo es que ante el tamaño de la audiencia, se evitó la acumulación de la gente entre escenarios o mientras se recorría el festival.
Sin embargo, hemos de decirlo: la distancia entre escenarios era demasiado extensa. Para que se den una idea, del escenario American Eagle al AXE Ceremonia, caminando, se hacían unos 12 minutos.
El escenario GPI quedaba en medio, y era el único del que la distancia entre los otros dos era mediana, sobre todo con el AE. Pero la ubicación del principal, al menos de la puerta de entrada, era de 15 minutos en un terreno complicado. ¿Ustedes qué opinan de esto?
LO QUE NO RIFÓ
El tema del agua
Desde el día uno del AXE Ceremonia, el agua fue un tema. Sobre todo en relación a los baños, pues desde que arrancó el festival no hubo servicio en todo el día. Primero se prometió que pronto se podría tener acceso al agua, pero para el inicio del segundo día, tampoco sucedió.
Ya entrada la tarde del segundo día, se logró dar servicio de agua. Pero este tema es importante por dos razones. La primera por un tema de higiene, pues afuera de los baños había lavamanos que no funcionaban. Y si bien había gel antibacterial, nada como lavarse las manos.
En segundo lugar, lo decimos por el clima. La temperatura osciló entre los 25 y los 28 grados en una ola de calor en la CDMX bastante fuerte y pesada. Ir a refrescarse de vez en cuando no sólo es un lujo, sino una necesidad de la cual habría estado genial contar.
Espacios de descanso y sombra
El sol estaba a todo lo que da en esta edición del AXE Ceremonia. Como les contamos, la temperatura alcanzó su máxima con los 28 grados. Sin embargo, eran pocas (poquísimas) las zonas de descanso y para obtener sombra. Por ejemplo, a un lado del escenario principal del AXE Ceremonia, había tres carpas pegadas que servían para obtener sombra, pero no eran suficientes.
Y considerando la distancia entre los escenarios, la cosa se puso complicada. Los árboles del parque tiraron paro en algunos momentos, pero de nueva cuenta, entre el tamaño de la audiencia y del lugar, creemos que no fueron suficientes. En futuras ediciones nos encantaría ver más espacis de sombra y descanso para quienes necesiten darse una pausa.
Más señalamientos
Vamos de nueva cuenta. El espacio era tan grande, que se requerían de más señalamientos para poder encontrar los puntos principales del AXE Ceremonia entre escenarios, baños, zonas de recarga, y el área de comida. Hacia la entrada del festival, había algunos señalamientos, pero luego se perdían por su tamaño y en medio de las activaciones de marcas.
Podía ser confuso, como ocurrió en ediciones anteriores, moverse, por ejemplo, del escenario American Eagle, Traición o GPI al AXE Ceremonia. Estaba la ruta por debajo del puente (que sólo se convierte en una entrada que complica mucho las cosas) o recorrer la orilla del lago.