Lo que hizo con The Beatles es insuperable, pero Paul McCartney tiene un muy prolífico y destacado “después” del cuarteto de Liverpool. ¿Qué escoger de entre tanto que ha hecho como solista? Hay de donde agarrar y muchas bastante conocidas, como “Band on the Run”, “Uncle Albert” y “Another Day”… y, claro, la que enchina la piel del fan mexicano sólo por la línea “We can make it to Mexico city”…

Los fans de Paul McCartney andan buscando el primer bajo que usó con The Beatles/Foto: Especial

“Mrs Vandebilt”

La hizo con Wings, pero la toca en vivo sin que nadie diga “ahh, no es lo mismo sin Denny Laine” (quizás sí Linda, en los coros). Aquí, el bajo de McCartney marca el tono juguetón de toda la melodia. Es espectacular. Una canción que destila el estilo de Paul McCartney por todos lados.

“Goodbye Tonight”

Y si de canciones juguetonas hablamos, entonces hay que enlistar ésta que viene de la época del Back to the Egg (igual, de Wings). Con un ritmo más que sabroso, influido por el flamento y la música disco, en esta canción resalta el órgano ejecutado por Linda McCartney y, claro, la maravillosa interpretación de Macca.. y sí, otra vez su sensacional bajeo.

“One More Kiss”

Puro sabor country que, innevitablemente, hace recordar algunas cosas que hizo con The Beatles (como “I’ve Just Seen a Face”, por ejemplo). Ésta es una canción inspirada por un jugueteo entre padre e hija y, con esta premisa, no extraña la ternura que se siente a lo largo de la melodía rematada por una acogedora guitarra slideMelcocha de la buena.

“Little Lamb Dragonfly”

Una cancion cuyo arreglo inicial haría pensar que se coló una del Potrillo. Pero no, se trata de una hermosa composición dividida en tres partes, la cual algunos fans aseguran que trata sobre cómo Paul McCartney le entró al mundo del vegetarianismo… otros dicen que “simplemente” habla de la muerte de uno de los corderitos que el exbeatle tenía en su granja. Lo que sea, se trata de una hermosa canción con la que es fácil conmoverse. Quién sabe por qué (quizás por lo que pasa en segmentos como el minuto 2:31).

“Maybe I’m Amazed”

Y hablando de vegeterianismo: si tocas “Maybe I’m Amazed” al reves, se escucha la receta de una estupenda sopa de lentejas… Bueno, eso dicen en Los Simpson. Quién sabe si sea cierto; pero, lo que sí es verdad es que ésta es una de las grandes canciones de McCartney. Inspirado en su gran amor a Linda, Paul hace magia en el piano y hasta se avienta el solo de guitarra… bueno, de hecho, él toca todo lo que se oye no sólo en esta canción, sino en todo el fabuloso McCartney (su primer disco solita). 

“Calico Skies”

Otra inspirada por Linda. Una de las favoritas de los fans mexicanos, tanto que hasta rogaban y se organizaron fallidamente para que la tocara en vivo en aquella gira del 2002. No se les hizo en esa ocasión (no en show, diiiiiiiiicen que la tocó varias veces en el soundcheck). “Calico skies” tiene mucho del aire Beatle y no es de extrañar, no sólo por lo obvio (es de un exbeatle, dah), sino porque viene en el Flaming Pie, un disco grabado luego de las sesiones para el The Beatles Anthology.

“Jenny Wren”

Si la anterior hace recordar a “Blackbird”, ésta tiene todo el estilo. Incluso, también basada en la pieza de Johann Sebastian Bach que él y George Harrison hacían de jóvenes y con todo y referencia a un ave. De, quizas, el último gran disco como solista de Paul McCartney, el Chaos and Creation in the Backyard del2005.

“Silly Love Songs”

La dulce respuesta que Paul McCartney le dio a John Lennon, cuando éste le reprochó que nomás hacía canciones sobre amor. “¿Qué tiene de malo?”, le contestó McCartney en esta canción del  Wings at the Speed of Sound, otra que hizo con la banda que armó con su esposa Linda y Denny Laine… y otra en el que el bajo truena como tocado por un dios (y sí). 

“Moonkberry Moon Delight”

Quién sabe por qué aquí en México a esta canción se le conoce como “la del Monje Loco”. Lo que sí resulta evidente es por qué no la toca en vivo. En esta del Ram, Paul McCartney se desgarra las cuerdas vocales como pocas veces y muestra su habilidad como letrista: nació porque sus hijas le decían “monk” a la leche… y de ahí partió para volarse en imágenes y juegos tarareables.

“Let ‘Em In”

Más british no se podía. Una marcha marcada por un piano, acelerada por los tambores y suavizada por el sonido de la flauta. Quienes hayan ido al concierto del 2002 en el Palacio de los Deportes, recordarán a la señora bailando esta canción en el pasillo principal enfundada en la bandera del Reino Unido. Una bella postal como varias otras que evoca este rolón del Wings At The Speed Of Sound.

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