Todavía no se escuchaba la primera canción de Something About Airplanes y Death Cab for Cutie ya tocaba su primer show en vivo. Érase un 22 de noviembre de 1997 y la banda de culto (aunque en ese momento no lo sabían ni lo imaginaban) dio un pequeño concierto en The Pacer House en Washington del que hay evidencia: una cinta extraña de 28 minutos grabada con un dictáfono.
El vocalista Benjamin Gibbard, para celebrar que llevan dos décadas en la industria indie, lanzó este regalito de la vida acompañado de un mensaje que dice “Ninguno de nosotros pensó que estábamos empezando una banda, ni teníamos planes de expandirnos rápido. Sólo pensamos que podía ser divertido tocar algunas canciones para nuestros amigos antes de hacer otras cosas”.
Corte informativo… ¡recuerda que Death Cab for Cutie estarán en el Corona Capital!
Así inician las buenas cosas, sin saber qué va a suceder. “Fue una de las mejores noches de mi vida y su importancia ha ido creciendo con el tiempo”. La presentación se hizo en un espacio cerrado lleno de sillones y amigos y colegas sentados en el suelo comiendo palomitas…
Y así de tranquilo, mágico, relajado y maravilloso suena el comienzo de una banda que marca la historia: