2006 fue un año sumamente emocionante, en el que vimos el ascenso a la fama de bandas que más tarde se convertirían en iconos de la música. De todas esas propuestas que surgieron quizá la más importante fueron cuatro jóvenes de Sheffield, Inglaterra que sacudieron el mundo con su álbum debut, los Arctic Monkeys, que después de convertirse en un fenómeno en MySpace sacudieron al mundo con un sonido fresco.
Más allá de ser una colección de canciones que hablan sobre romances y vivencias adolescentes, aderezadas con baterías rápidas y riffs contundentes, detrás de Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not hay muchísimas anécdotas e historias que lo llenan de mística, pues es un disco fundamental para entender el rock de aquellos años, es por eso que por acá les dejamos algunos datos curiosos de este gran álbum.
El nombre del disco y las canciones dentro de él
A lo largo de los años, los Arctic Monkeys se han valido de muchas cosas para componer sus canciones. En su primer álbum –y como banda primeriza– se inspiraron en una sola persona, Albert Finney. Los cuatro jóvenes eran grandes admiradores de Finney, así que se basaron en la cita de una película protagonizada por el actor lanzada en los años 60 llamada Saturday Night and Sunday Morning para nombrar a su primer disco. Por si esto fuera poco, canciones como “The View From The Afternoon”, “Still Take You Home”, “From The Ritz To The Rubble” y “Dancing Shoes” son el reflejo del legado de Albert en este álbum.
El famoso fumador en la portada del disco
Además de la música, Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not llamó la atención por la impactante foto de la portada, que fue tomada en el bar Korova en Liverpool y muestra a Chris McClure –amigo de la banda– fumando en un ambiente lúgubre. Por supuesto que causaría polémica, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido acusó a los Arctic Monkeys de reforzar la idea de que ‘fumar es cool’, más tarde el mánager de la banda declaró que Alex Turner y compañía querían mostrar todo lo contrario, que el cigarro no le está haciendo bien. Dos meses después, McClure anunciaría que dejaría de fumar pero pasó a la posteridad por esa peculiar imagen.
Jamie Cook trabajaba como obrero cuando salió el álbum
Muchos son los casos de músicos que tienen trabajos comunes y corrientes, para más tarde dejarlos para seguir sus sueños. En el caso de los Arctic Monkeys –específicamente el de Jamie Cook– fue algo mucho más curioso. Aún cuando la banda gozaba de cierta popularidad en su ciudad natal, comenzaban a hacer ruido por todo Inglaterra y salía de gira junto a sus compañeros, antes del estreno de este disco el guitarrista de la banda continuaba trabajando como solador, colocando pisos y pavimento. Gracias al éxito inmediato, Cook pudo dejar esa chamba y dedicarse de lleno a componer riffs poderosos.
Sigue siendo el debut de una banda más vendido en la historia del Reino Unido
Antes de que apareciera este disco, Definitely Maybe de Oasis tenía el récord del disco debut más vendido en la historia de la música británica. Lamentablemente llegaron los Arctic Monkeys para arrebatarles este honor aunque el gusto no les duraría mucho, pues en 2007 la cantante Leona Lewis lanzó Spirit y le quito la risa del rostro a los de Sheffield. Pero no se preocupen, aún con todo esto Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not sigue siendo el debut de una banda en el Reino Unido que más copias logró vender.
Proyecto la carrera del productor Jim Abiss
Este disco no solo fue el trampolín para que el mundo terminara de conocer a los Arctic Monkeys, pues también terminó de consolidar a Jim Abiss. Pasó de ser un ingeniero de sonido común y corriente a ser uno de los productores más prometedores en el Reino Unido. El trabajo que hizo con el debut de la banda le valió la oportunidad de tomar otros artistas en ascenso como Adele con la que produjo dos discos, 19 y el multipremiado 21. Todos ganaron con el estreno de este álbum.
Un B-Side le valió una nominación a los Grammy
Puede pensarse que para estar nominado a un Grammy debes tener una carrera enorme y vender miles de copias en todo el mundo, pero los Arctic Monkeys lograron algo inimaginable. En 2007 estuvieron nominados en la categoría de Mejor Canción Instrumental de Rock por “Chun-Li’s Spinning Bird Kick”, rola que apareció en el lado B del sencillo “I Bet You Look Good On The Dancefloor” y que a diferencia del sonido potente que hay en todo el disco, aquí la banda muestra su lado más funky y bailable. No lo ganaron pero al menos fueron reconocidos después de que la bomba explotó.