Después de un ajetreado día en Coordenada 2017, finalmente tuvimos la oportunidad de ver a uno de los headliners de la noche, ¡Phoenix! La banda francesa se encuentra actualmente promocionando su más reciente disco, Ti Amo., pero lo más importante de todo esto, es que tras cuatro años de ausencia, el cuarteto regresó a tierra azteca para ofrecernos un show lleno de colores, visuales impactantes y mucho, mucho amor. ¿Ya les dijimos VISUALES IMPACTANTES?
Luego de unos minutos de espera, al fin salió una de las bandas más esperada de la noche, y sobre el Escenario Coordenada, Phoenix abrió con nada más y nada menos que “J-Boy”, la cual desde que sonaron los primero acordes estuvo acompañada de unos visuales que nos dejaron con la boca abierta. Luces por aquí, luces por allá, y así la silueta de la banda francesa relumbraba sólo tras luces de colores y la gente realmente estaba ENLOQUECIDA, y aunque muchos llegaron tarde por quedarse hasta el final de Interpol, el lugar estaba a reventar.
Si hay algo que aplaudir, es la energía con la que salió Phoenix al escenario, pues si bien no cerraron el primer día de Coordenada, la efusividad con la que salieron a tocar “Lisztomania” denota que tenían DEMASIADAS ganas de regresar, ¡y vaya que fueron bien recibidos!
Canciones como Lasso, Tuttifrutti, 1901, y una que fue coreada de principio a fin (casi como Lisztomania…PLOP!) fue su último sencillo ‘Ti Amo’. Incluso en alguna parte de la noche, Thomas Lars se aventó hacia el público, no sin antes acostarse en el suelo durante un buen rato en las partes instrumentales y ver hacia arriba como buscando algo por un largo, largo tiempo.
Volteando al rededor, no veías a nadie que no estuviera sonriendo, fue como estar en otro mundo literalmente. La felicidad y energía que contagió Phoenix fue tanta que aunque usted no lo crea, vimos MUY pocos celulares al aire grabando el show. Todo mundo estaba con una sonrisa de oreja a oreja y dejándose llevar por la felicidad de ver a la banda francesa una vez más en México.
Por muy cursi que suene, Phoenix fue puro amor, fue como apagar un ratito los problemas del mundo y bailar con una gran sonrisa, es más, ni vasos voladores de chela hubo.
¡Bienvenidos, Phoenix, México los estaba esperando!