Texto: Abraham Huitrón
Fotos: Miguel Lozano
“Ahí están las cheves, las cheves, las cheveeeees”, gritaban los vendedores de cerveza mientras recorrían a placer el Pepsi Center WTC. La noche es muy joven aún y todavía falta gente por llegar. En la pista se ven muchos espacios vacíos, pero no será por mucho tiempo.
La música de fondo se termina abruptamente y Felipe el Hombre empezó con su parte del show: ser el acto abridor. “Vamos a empezar a calentar los motores para esta fiestota”, fueron premonitorias palabras que el vocalista le dirigió a la audiencia, adelantándose a lo que iba a pasar minutos después. Un público impávido los recibió fríamente y con poca convicción, a pesar de que entraron a nuestras mentes con un poderoso ruido que retumbó en todo el recinto durante la media hora que duró su show. Gran presentación, poca respuesta. La maldición del abridor.
Inmediatamente después de que se bajaron del escenario, suena “Pure Morning” y la gente grita de emoción pensando que ha ocurrido un milagro, y que ya arrancó el concierto de Placebo, pero es sólo un video promocional por los 20 años de la banda que se muestra en las pantallas. Desafortunadamente, en Mérida se canceló el que sería el primer show de esta gira de del grupo inglés por México, y por un momento los fantasmas de la incertidumbre se apoderaron del ambiente, pensando que aquí se repetiría la misma historia. Pero no.
Las luces se apagan. Suena “Every You Every Me” pero es una salida en falso, nuevamente son las pantallas con el video del tema completo, aunque eso sí, acabando resuena en loop el riff de la guitarra del inicio de “Pure Morning”, y ya están sobre el escenario Brian Molko y Stefan Olsdal.
“¡Muchas gracias a todos, hermanas y hermanos! Bienvenidos a nuestra fiesta de cumpleaños”, dice Molko en un español con un marcado acento ibérico. Joder, tío, sois la hostia, porque nos tiene hipnotizados a todos con sus primeras canciones: “Loud Like Love”, “Jesus’ Son” y “Soulmates”. La primera gran sacudida sonora llegó con “Special Needs”. “Remember me, special needs”, ruge la gente.
Con una toque mucho más rockero, Molko cambia la melodía de las canciones que ha cantado durante más de 20 años, para ahuyentar a los fantasmas del hastío, pero la gente sigue apegada y canta como en la versión del disco. Gritan “Placebo, Placebo” antes de que recordemos al gran David Bowie con “Without You I’m Nothing”, seguida de “36 Degrees” en una versión más calmada.
Placebo detiene repentinamente la presentación para quedarse congelado sobre el escenario y recibir un minuto de aplausos y ovaciones. Siguen impávidos y la gente le regala tremenda ovación. “Wow”, dice Molko, y le responde un tremendo rugido. “Me ponen nervioso. Muchas gracias, sinceramente”, recita nuevamente con ese acento español, para llegar al primer encore con “Special K”, “Song to Say Goodbye” y “The Bitter End”, uno de los momentos más vibrantes de la noche.
“Hermanos y hermanas, es la hora”, dice un Molko agradecido mientras se retiran del escenario, algunos ya se salen del foro sin saber que aún hay más. El grupo regresa para tocar “Teenage Angst”, “Nancy Boy” e “Infra-red”, para luego retirarse de nuevo, más no terminar. Una vez más vuelven para regalarnos un emotivo cierre con su cover a “Running Up That Hill (A Deal with God)” de Kate Bush, el gran final para esta celebración de 20 años donde, por una noche, volvimos a ser esa persona que musicalizó diferentes momentos pasados de su vida con Placebo. Por eso, porque para nosotros Placebo ya no es un invitado, es parte de la familia.
Galería
Setlist
Pure Morning
Loud Like Love
Jesus’ Son
Soulmates
Special Needs
Lazarus
Too Many Friends
Twenty Years
I Know
Devil in the Details
Space Monkey
Exit Wounds
Protect Me from What I Want
Without You I’m Nothing
36 Degrees
Lady of the Flowers
For What It’s Worth
Slave to the Wage
Special K
Song to Say Goodbye
The Bitter End
Encore:
Teenage Angst
Nancy Boy
Infra-red
Encore 2:
Running Up That Hill (A Deal with God)
(Cover a Kate Bush )