Muchas veces imaginamos escenas de nuestras vidas con cierta música de fondo, incluso más allá de la imaginación, ciertas escenas y sensaciones pueden ser realidad. La poesía de musicalizar nuestra vida nos permite ver más allá de lo que a primera instancia podemos ver, sentirnos vivos y aligerar nuestra carga emocional, como si se tratara de un antídoto ante los malos momentos.
¿Qué sería de nosotros sin la música, sin ese acompañamiento tan especial en nuestras vidas? Ese extraordinario regalo que nos ayuda a enfrentarnos al mundo ante cualquier adversidad individual y colectiva. Come Around Sundown, el quinto álbum de estudio de Kings Of Leon, parece ser de principio a fin un disco pensado para ser el soundtrack que nos acompañe en ciertas situaciones de nuestras vidas.
‘Come Around Sundown’ y las altas expectativas que llevaba cargando del pasado
Un 15 de octubre pero del 2010 a través de RCA Records, se publica lo que sería la quinta entrega de larga duración de la banda originaria de Tennessee, Kings Of Leon, llamada Come Around Sundown. Lanzado primero en Irlanda Austria y Alemania el 15 de octubre, después en el Reino Unido el 18 de octubre y por último en nuestra parte del mundo, el 19 de octubre.
Tras haber tenido una etapa sumamente próspera en su carrera, dos años antes cuando lanzaron su exitoso álbum Only By The Night (2008), la banda integrada por los hermanos Caleb, Nathan y Jared Followill y por supuesto su primo Matthew, se enfrentaron a lo que posiblemente haya sido el mayor desafío de su carrera. Publicar un nuevo disco después de haber logrado el éxito masivo es algo sumamente complicado, cómo superar al pasado cuando se habla de canciones como “Sex On Fire” o “Use Somebody”.
Allí es justo cuando numerosas bandas han fallado en el intento debido a las altas expectativas generadas previamente, sin embargo, es justamente lo que puede separar a una banda de la delgada línea de pertenecer a las grandes ligas o simplemente haber sido algo bueno mientras duró.
Kings of Leon en su máximo esplendor
Un trabajo que sin duda posee una personalidad de rock sureño que engancha de principio a fin, algo que es recurrente dentro de la discografía de los Followill. Sonidos que consisten en baterías intensas, distorsiones de guitarras que dan lugar a ritmos poderosos, que pueden ser enérgicos o nostálgicos, y por supuesto la voz ronca pero sumamente melódica de Caleb Followill, una de las voces referentes dentro de la industria moderna. Dando como resultado final sonidos sensibles pero siempre increíbles.
Desde la portada y el título Come Around Sundown, nos podemos dar cuenta que el material es menos sombrío y oscuro a lo que venían trabajando, perdiendo ese toque agresivo y ambicioso que tiene su Only By The Night. El disco está compuesto por trece canciones, mismo que abre con “The End”, una potente advertencia de lo que está a punto de suceder.
Un excelente corte que sirve de preámbulo para uno de los sencillos del disco como “Radioactive”, canción que desde un principio estaba destinada a convertirse en uno de los himnos de la banda.
Un disco que manifiesta fragilidad esperanzadora
El álbum en todo momento, manifiesta emociones de altas y bajas, y pareciera que después de ese trepidante inicio viene una marcada fragilidad. “Pyro”, la tercer pieza del álbum, es hoy en día un éxito que seguimos cantando al ritmo de “I won’t ever be your cornerstone, I don’t want to be here holding on”, una canción de ánimos pesados, para después olvidar dicha amargura e irnos de fiesta con ‘‘Mary”, un juramento que promete nunca hacer llorar y de saber aprovechar cada momento con ánimos festivos.
La magia de “The Face” y ese “The one and only face”, posee vida propia a través de esas suaves y chirriantes texturas con guitarras melódicas que sin duda pueden musicalizar escenas de nuestras vidas, aquellos panoramas grises pero alentadores que tenemos en la mente dentro de nuestra fragilidad.
Y si, un álbum abrumador porque de golpe después de una canción introspectiva como ‘The Face’, llega “The Immortals”, otra de las grandes piezas del quinto álbum de la banda. Con un inicio intenso, nos lleva a través de unos largos coros, a la amalgama perfecta de emociones que nos toman por la espalda y nos dan la sensación de que todo estará bien, y claro que sí, porque después sigue “Back Down South” una canción perfecta para tener una cerveza en la mano.
47 minutos de rock sureño que musicalizan nuestras vidas gracias a Kings of Leon
Siguiendo la misma dinámica, la familia Followill parece dominar con los ojos cerrados su estilo y sobre todo el manejo de las emociones. ‘Beach Side’ y ‘ No Money’ son las ideales para complementar el camino que hasta el momento llevamos recorrido, y que sin duda merecen especial atención.
Por otro lado, para empezar a cerrar el álbum nos encontramos con “Pony Up”, y “Birthday”, canciones que nos llevan a para ponerle punto final al disco con “Mi Amigo” y “Pickup Truck”, siendo quizás las antagonistas de las primeras canciones del álbum. Hasta aquí son 47 minutos de rock sureño que nos llevaron de paseo dentro de nosotros mismos, subiendo y bajando decibeles y poniéndole música de fondo a nuestros recuerdos y a aquellas escenas que anhelamos ver y vivir.
Come Around Sundown, cumple de forma extraordinaria la tarea de ser parte de nuestro soundtrack, con canciones que se pueden dividir por vivencias y que incluso pueden hacernos imaginar otras tantas. Una colección sonora ideal para acompañar una tarde, donde podamos ir a ver una puesta de sol y por supuesto, disfrutarla con un whiskey de Tennessee.
Por: Salvador Medina