Lo que necesitas saber:

Chalino Sánchez es uno de os cantantes más importantes del regional mexicano, pero ¿qué tan ciertos son los mitos y leyendas que lo rodean?

Es probable que cuando pensamos en los grandes de la música regional mexicana, se nos vengan a la mente varios personajes que hicieron célebres los sonidos de nuestro país. Sin embargo, si nos vamos al lado de la rancheras –y en específico de los corridos–, definitivamente debemos mencionar el nombre de Chalino Sánchez.

Conocido como ‘El Rey del Corrido’, Chalino se convirtió en una leyenda del género y pieza clave para que alcanzará popularidad. Sin embargo, su fama y éxito, de alguna manera, estuvieron rodeados de momentos oscuros y violencia. Pero, ¿qué tanto de lo que pasó con el es un mito o realidad? Bueno, pues acá les contaremos que sí y que no pasó dentro de su extraordinaria historia (que veremos en una biopic)

Chalino Sánchez es recordado como ‘El Rey del Corrido’/Foto: Especial vía Facebook.

Los inicios de Chalino Sánchez y el primer incidente que marcó su vida

Rosalino Sánchez Félix nació el 30 de agosto de 1960 en Rancho el Guayabo, Sinaloa. Tanto él como su familia vivieron situaciones complicadas debido a la pobreza y la violencia en el entorno en el que vivían, es por eso que tiempo después de haber nacido, fue llevado a vivir al Rancho Las Flechas. Sin embargo, la situación de Chalino cambió cuando su padre falleció y él apenas tenía seis años de edad.

A partir de ahí, Chalino tuvo que aprender a valerse por sí mismo y defender a su familia. Durante su juventud ocurrió uno de los sucesos que cambió su vida para siempre. Luego de que un sujeto de nombre Juan Quiroz se llevara a su hermana, Juana, y abusara de ella, a los 15 años, Chalino mató a Héctor ‘El Chapo’ Pérez (quien era allegado a Quiroz).

Chalino Sánchez se convirtió en un ídolo para todos aquellos a los que les gustan los corridos/Foto Especial vía Facebook

Según la leyenda, después de escuchar a ‘El Chapo’ hablando de lo mala que era la hermana de Chalino Sánchez como mujer y esposa para Quiroz, el futuro cantante se le acercó y le prometió que en cuanto fuera hombre y se comprara su primera pistola, la iba a estrenar en su pecho. No está claro si esto fue verdad o no, pero lo que sí es cierto es que el joven cumplió con lo que le dijo.

Años después, Chalino se enteró que Héctor Pérez estaba en un baile en un pueblo cercano llamado El Vizcaíno y sin pensarlo dos veces, fue a buscarlo y ahí, le soltó tres disparos. Aunque el hermano del cantante, Francisco Sánchez, declaró que esta historia ha sido deformada, confirmó que sí pasó, fue una realidad. De hecho, algo de eso lo podemos escuchar en “El corrido de Rosalino”.

La muerte de su hermano mayor y su paso por la cárcel

Fue gracias a este suceso que Chalino Sánchez tuvo que escapar de Las Flechas y de Sinaloa para esconderse en Tijuana. En la la frontera lo alcanzó su hermano mayor, Armando, quien al igual que él, mató a un cacique llamado Aparicio Ruiz. Juntos, en 1978 cruzaron ilegalmente hacia Estados Unidos con la ayuda de un ‘coyote’ hasta llegar a Inglewood, California, donde vivieron con una tía.

“Del otro lado”, Chalino se ganó la vida de muchas maneras. Trabajó en el campo, pero también lavó carros y hasta fue chofer del dueño de un restaurante italiano, aunque bajita la mano, también le entró junto a Armando a otras movidas “chuecas” (o sea, fue ‘coyote’ llevando a inmigrantes al gabacho). Y sí, fue en esta momento donde ocurrió otro par de tragedias que marcaron a Sánchez.

Antes de convertirse en cantante, Chalino Sánchez pasó un rato en la cárcel/Foto Especial vía Facebook

En 1984, su hermano Armando Sánchez fue asesinado en Tijuana, Baja California, por un presunto socio que lo mató a sangre fría, quien supuestamente lo asesinó como venganza por el homicidio del cacique años atrás Tras el deceso, el cantante le compuso tres corridos a quien fuera, de alguna manera, su figura paterna. Pero la cosa para Chalino no paró ahí, pues tuvo que enfrentar a la ley mexicana.

Luego de que lo acusaran por delitos menores, pasó un rato en la cárcel de Tijuana junto a su primo, Ismael. Fue tras las rejas que Chalino Sánchez empezó a escribir corridos para ganarse una lana, pues compartió celda con personas peligrosas (como narcotraficantes) que querían que sus historias y “hazañas” delictivas fueran contadas a través de la música.

Sánchez aceptaba a cambio de que le pagaran con dinero, joyas, relojes e incluso armas. Al salir de la cárcel, Chalino volvió a Los Ángeles donde comenzó a correrse la voz entre la comunidad mexicana y latina de que escribía canciones, por lo que muchos le pidieron que compusiera rolas con sus anécdotas personales. Fue ahí donde inició su camino dentro de la música.

El inicio de la carrera musical de Chalino Sánchez

Sin embargo, fue hasta a mediados de los 80 que Chalino Sánchez conoció a Ángel Parra, dueño de Estudios San Ángel y quien se fijó en su talento, que comenzó formalmente su carrera musical, al arreglar todo para que grabar en su estudio sus primeros demos junto al grupo norteño, Los Cuatro del Norte.

A pesar de que no sabía leer música ni tenía conocimiento de la misma, era innegable que contaba con la habilidad de escribir letras fácilmente. Además, el hecho de que Chalino no tuviera una voz privilegiada, convenció a muchos de que cualquiera podía intentarlo, aumentando su popularidad y la de los corridos al norte de México y en la frontera con Estados Unidos.

Sánchez comenzó a trabajar en el estudio en 1986 o 1987, y grababa 15 canciones, cada una encargada por “clientes” dudosos a quienes les daba una copia de su rola. Sin embargo, sus clientes pedían más copias para sus conocidos, es por eso que a Ángel Parra se le ocurrió sacar 300 casetes, que se vendieron fácilmente y fueron todo un éxitoChalino vendía los casetes en la cajuela de su auto o en mercados de pulgas, mientras se presentaba en centros nocturnos e incluso en fiestas de 15 años y bautizos.

Para 1989, Chalino Sánchez ya era conocido en California e incluso había quienes copiaban su estilo: ya saben, usando botas, sacos norteños, anillos y cadenas de oro. Sus canciones, acerca de los narcotraficantes y su historias, se volvieron conocidos y hasta sonaban en la radio, gracias a que hacía pasar a estos personajes como héroes que valientemente salieron adelante de la adversidad.

El primer intento de asesinar a Chalino

Sin embargo, fue esto mismo lo que hizo que su carrera, tuviera fecha de caducidad. El primer intento de que Chalino “colgara los tenis” ocurrió el 24 de enero de 1992. Durante un concierto en el restaurante Plaza Los Arcos de Coachella, California, Edward Alvarado Gallegos, de entonces 34 años, bajo la influencia de la heroína y el alcohol, pidió que Sánchez tocara la canción “El Gallo de Sinaloa”.

De inmediato, Alvarado se paró de su asiento, caminó hacia el escenario y sin pensarlo dos veces, le disparó en un par de ocasiones a Chalino Sánchez. Herido, el cantante huyó del fuego y disparó el arma que tenía en su cinturón para defenderse. Pero su pistola se encasquilló, por lo que no le quedó de otra que aventársela a Edward, golpeándolo en la cara. Esta historia sí es real y está muy bien documentada.

Esta fue la nota de un periódico sobre el intento de asesinato de Chalino Sánchez en Coachella/Foto Especial vía Facebook

​El agresor continuó disparando hasta que fue sometido por varias personas del público. En el tiroteo falleció una persona y ocho más resultaron heridas, pero lo clave fue que a Chalino lo alcanzó una bala en el pecho, cerca de la axila, y le hirió el pulmón, por lo que fue llevado de emergencia al hospital, donde logró recuperarse de este atentado.

El tiroteo le dio a Chalino Sánchez más reflectores y sus ventas y difusión radial aumentaron, particularmente por uno de sus clásicos que no era un corrido, “Nieves de Enero”. Aunque también, podríamos decir que este incidente también inició con su leyenda, pues lo mostraban como un ídolo invencible. Pero como ya sabemos, nadie es inmortal, ni siquiera un artista como él.

El último baile de Chalino Sánchez

Unos meses después del atentado en Coachella, Chalino Sánchez –quien no había regresado como tal a Sinaloa– regresó para presentarse en el Salón Bugambilias de Culiacán. Previo al show, sus familiares y amigos le dijeron que no aceptara, pues regresar a su país era muy peligroso ya que presuntamente estaba amenazado de muerte.

En palabras de su esposa, Marisela Vallejo Félix, ‘El Rey del Corrido’ recibió llamadas raras y mucha gente le aconsejó que no diera esa presentación. Sin embargo, a Chalino le ofrecieron una cantidad de dinero que no pudo rechazar (según, unos 40 mil dólares de la actualidad) y confiando en sí mismo y su suerte, decidió aventarse ese concierto.

El 15 de mayo de 1992, el Salón Bugambilias estaba llenísimo para ver a Chalino Sánchez. Acompañado de cinco coristas y su banda, Los Amables del Norte, el cantante salió al escenario y todo estaba saliendo de manera normal, como un concierto más. Sin embargo, en medio de la presentación, pasó algo que desconcertó al también llamado ‘Criminal de la canción’.

Como quizá ya lo sabrán, mientras cantaba “Alma Enamorada”, Chalino recibió un papel con un mensaje escrito que al leerlo, cambió su semblante, pues supuestamente era una amenaza de muerte. Según lo que ha contado la gente que estuvo en el lugar, entre ellos su acordeonista, Nacho Hernández, luego de este incidente, todos notaron que Sánchez estaba muy nervioso, aunque intentó disimularlo.

A pesar de que la hija de Chalino, Cynthia Sánchez Vallejo, ha dado a entender que a su padre no lo amenazaron, es claro que algo lo asustó. Aunque no podemos saber cuál era como tal el contenido del mensaje, pues luego de leerlo lo tiró al piso, lo que sí tenemos claro es que después de eso, tenía las horas prácticamente contadas.

Al terminar el baile, en vez de irse de inmediato, Chalino Sánchez decidió seguir la fiesta con amigos y otras mujeres. Después de dejar el lugar, a la altura del monumento a Cuauhtémoc –que antes era conocido como La Canasta, una zona famosa de Culiacán–, lo interceptó un grupo de hombres armados que dijeron ser policías y lo bajaron de su vehículo para subirlo a una camioneta. Aunque la leyenda dice que eran personas que trabajaban para alguien “pesado” de la ciudad.

En la actualidad, el Salón Bugambilias, el último lugar donde se presentó Chalino Sánchez, es usado como un estacionamiento/Foto: Google Maps

Esas personas se llevaron a Chalino con rumbo al norte y lamentablemente nadie lo volvió a ver. El 30 de agosto de 1992, encontraron el cuerpo de Rosalino Sánchez Félix completamente desfigurado. Según quienes siguieron el caso, tenía un par de tiros en la nuca y rastros de tortura, lo que da a entender que en sus últimas horas de vida sufrió muchísimo. Con decirles que estaba tan golpeado que era imposible reconocerlo.

Murió Chalino, pero esto dio pie al nacimiento de ‘El Rey del Corrido’

Gracias a esto, muchos pensaron que el cuerpo que encontraron unos campesinos en el canal de una carretera no era el de Chalino Sánchez. Sin embargo, fue identificado por un tatuaje de una cruz que tenía un talón. Fue ahí cuando se confirmó la muerte de ‘El Rey del Corrido’ a los 31 años, quien a pesar de tener una carrera muy breve, dejó un enorme legado musical que se puede hasta la actualidad con artistas y bandas del regional mexicano.

A más de tres décadas del fallecimiento de Chalino, su leyenda sigue más que viva, en particular por la manera en que lo asesinaron y que hasta la fecha, no se ha resuelto este crimen. El mito de Sánchez crece con el paso del tiempo, sobre todo porque muchas personas de origen mexicano en Estados Unidos siguen conectando con su historia y la cultura del narcocorrido lo puso en un pedestal, como un héroe que se fue muy pronto.

Como verán, la vida de Chalino Sánchez estuvo rodeada de la violencia y el crimen organizado, pues de alguna manera, se relacionó con el contexto en el que se desarrolló. Sin embargo, su caso también nos habla de superación y de éxito. Es por eso que continúa despertando interés entre el público, convirtiéndolo en una especie de figura de la cultura pop mexicana.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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