El lunes despertamos con una noticia que ha muchos nos dejó en shock. Durante el festival BPM de música electrónica que ocurre todos los años en Playa del Carmen, se reportó una balacera en donde aparentemente habían fallecido varios asistentes. Todo era muy confuso, ¿una balacera? ¿en el BPM?, ¿el mismo festival en el que estaban varios amigos y conocidos? Algunos medios reportaban ocho muertos, otros cinco. Se hablaba de varios heridos. No fue hasta las nueve de la mañana del mismo lunes que en conferencia de prensa el fiscal del Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, mencionó que había cuatro personas detenidas, cinco muertos y 15 heridos.
¿Pero cómo podía ser? El BPM estaba celebrando 10 años de existencia. Es un festival de 10 días: por los diez días pagabas 875.00, por 7 te salía en 585.00, 3 días te costaba 395.00… DÓLARES. Y es que tal vez muchos no lo sepan, pero a una década de su fundación, el Bud Light BPM era uno de los festivales de música electrónica más importantes del mundo. Con presentaciones de artistas como Danny Tenaglia, Carl Craig, Joe Goddard, Louie Fresco, Timo Maas o Green Velvet, Bonobo, Soul Clap. Participaban diferentes clubes como Canibal Royal, La Santanera, Salón Salsanera y Wah Wah Beach Bar. Había showcases de importantes disqueras como Kompakt o Domino, y era un festival cubierto por medios como MixMag. Hablando de medios de comunicación, varios internacionales se encargaron de esparcir la noticia al mundo. “Visit México“, ¿no?
Ayer Cristina Torres Gómez anunció en una conferencia de prensa que todos los festivales de música a celebrarse en Playa del Carmen quedaban cancelados de manera indefinida. ¡FINITO, CAPUT! Y también ayer se reportó otro tiroteo en Cancún, en pleno centro. Al parecer, 10 sujetos armados en motocicleta atacaron la Fiscalía General. Después de escuchar todo esto, ¿todavía siguen pensando que la culpa es de la presencia “de drogas” en el festival? Es igualmente simplista y chafa decir que la culpa fue de quienes se drogaron, que lo que salió a decir el Gobernador: “la tragedia del Blue Parrot fue por una disputa individual“. ¿También nos van a salir con que fueron “daños colaterales” como nos decía el ex presidente Felipe Calderón?
Este año se cumplen 19 años del Maxiproceso o Caso Cancún, donde se enjuició a Mario Villanueva Madrid por lavado de dinero. Qué casualidad que hoy este ex gober de Quintana Roo llega a México. Desde el año pasado periodistas como Alejandro Hope hablaban de la violencia que azota la Riviera Maya y Cancún desde hace años. Problemas de extorsión, cárteles, cobros de derecho de piso que van desde 40 mil pesos mensuales. Esta bombita (que lleva cocinándose años) acaba de explotar. Y no, la culpa no es de los festivales. La solución no es cancelarlos, tampoco se vale decir que fue una “disputa entre dos”, ¿cuál dedo creen que nos chupamos? Así como el avestruz, nomás están escondiendo la cabeza en la tierra. Lo que ocurrió en el Blue Parrot es un ejemplo más de un vacío de poder, uno de muchos que irán explotando próximamente. La música y sus asistentes, son las víctimas.
Por Almendra Hernández