Estamos en un tiempo que, por sus muchas señales, anuncia el fin de una época. Adelantados como siempre han sido, Caetano Veloso y Gilberto Gil realizaron en 2015 y parte de 2016 una histórica gira mundial. En ésta se dedicaron a celebrar la música del siglo pasado. Propia, ajena, nacional y extranjera. Tan especial suceso fue documentado en Dois amigos, um século de música (2016). Un disco que vale la pena recordar en estos días de identidades inciertas.
La identidad es precisamente lo que nunca perdieron Caetano y Gilberto. En 1969, después de salir de prisión, huyeron de la dictadura militar impuesta en Brasil, exiliándose en Londres, Inglaterra. Tal experiencia, vivida cuando los dos ya eran referentes del Tropicalismo, quedó retratada en “Back in Bahia”, tema con el que abre el álbum, ya sin la energía del Expresso 2222 (1972) pero con la calidad y aire de sabiduría de quien ya vio y vivió de todo.
“Lá em Londres, vez em quando me sentia longe daqui (…) Tanta saudade / Preservada num velho baú de prata dentro de mim”
Con guitarra desnuda, los dos músicos repasan éxitos propios en los que dan muestra de los muchos géneros que, como buenos antropófagos, deglutieron para crear un estilo propio. Samba, bolero, bossanova, rock, fado, pop, MPB. Antropofagia: uno de los elementos principales de Tropicália, movimiento brasileño en el que los artistas retomaron sus raíces más elementales para fusionarlas con todas las influencias a su alcance. No sólo la música fue ingrediente para tal eclecticismo: cine, tecnología, política y sociedad. El mundo.
“Eu organizo o movimento / Eu oriento o carnaval / Eu inauguro o monumento / No planalto central do país”
Alternando canciones de uno y otro, Caetano Veloso y Gilberto Gil completan su set de 28 canciones con temas que casi todo mundo ha escuchado (o debería), pero cuyos autores parecen estar en el olvido: “Tonada de Luna Llena” del venezolano Simón Díaz; “Tres Palabras” del cubano Osvaldo Farrés (pero que también popularizó Javier Solís) y el sabroso homenaje a la samba: “É luxo só” de Ary Barroso.
¿Qué hizo diferentes a estos músicos del resto?
Seguro su férreo posicionamiento político (por algo los encerraron durante la dictadura), reflejado en su hermoso lirismo. “Aqui, o Terceiro Mundo / Pede a bênção e vai dormir / Entre cascatas, palmeiras / Araçás e bananeiras / Ao canto da juriti” canta Gilberto en “Marginália II” con versos casi cinematográficos, estilo que fue sello de la casa y que preciosamente ejemplifica Caetano en “Sampa”. Esta última canción resume en pocos versos el choque sociocultural de una época.
Do povo oprimido nas filas, nas vilas, favelas / Da força da grana que ergue e destrói coisas belas / Da feia fumaça que sobe, apagando as estrelas / Eu vejo surgir teus poetas de campos, espaços / Tuas oficinas de florestas, teus deuses da chuva.
Los Rolling Stones con su Blue & Lonesome fueron a su origen blusero. Con Dois amigos, um século de música, Caetano Veloso y Gilberto Gil demuestran que nunca abandonaron sus raíces. Su música fue el resultado de nunca negarse a sí mismos ni a los otros.
