Todo mundo conoce a Bob Geldof como un exitoso empresario, organizador de eventos de caridad, músico de los 70 con un talento promedio, como actor haciendo el personaje de Pink en el filme The Wall de Pink Floyd, como Caballero inglés y como candidato al Premio Nobel de la Paz, el cual nunca se le ha hecho realidad, es decir, todo un estuche de monerías.
Mr. Geldof también es conocido por no ser el más amable detrás del escenario, es compulsivo y nervioso, pero es autor de la millonaria idea de organizar un 2 de julio del 2005 el Live 8, un festival de música celebrado a la par en Roma, Londres, Filadelfia, Berlín, Cornwall, Toronto, Tokio, Moscú, Johannesburgo y París para llamar la atención al Grupo del G8 donde los principales líderes se juntaron para discutir el futuro del planeta.
Pero más allá de eso, el concierto es recordado por haber juntado a los cuatro miembros vivos (en aquel entonces) de Pink Floyd con una presentación donde figuraron diversos éxitos. Roger Waters, David Gilmour, Nick Mason y Rick Wright se pararon en el escenario juntos cuando nadie creía ver en vivo a los cuatro en una presentación.
La idea de Geldof venía desde el Live Aid de 1985, tras hacer la petición a cada miembro, Roger Waters pegó un grito y dijo que no tocaría más con ellos tras separarse. El único que pudo estar ahí fue David Gilmour, quien participó como guitarrista de Bryan Ferry y Roxy Music.
Pero como el tiempo lo cura todo, las peleas y egos de los integrantes se calmaron. Bob aprovechó la amistad que hizo con todos durante el rodaje de The Wall; para que Waters y Gilmour pudieran pisar la misma tarima 24 años después, les dijo que podían trabajar libremente en las canciones que tocarían y la duración del show. Además, les encantó la idea de recaudar fondos para una buena causa.
A pesar de esto, no se ponían de acuerdo en el setlist. El primero no quería tocar rolas en que no hubiera tenido participación, mientras que David rechazó interpretar ‘Another Brick In The Wall Part II’ y otras canciones que no tuvieran que ver con el alma de la banda, como alguna pista de ‘The Final Cut’.
“Si otros artistas quieren donar sus ganancias adicionales a obras de caridad, tal vez se pueda convencer a las compañías discográficas de que hagan un gesto similar. Este es dinero que se debe usar para salvar vidas”, precisó David Gilmour.
El anuncio de la reunion de Pink Floyd hizo que las presentaciones de Paul McCartney, The Who, Elton John, Madonna, R.E.M., U2, Coldplay, Robbie Williams, Brain Wilson, entre otros pasaran a segundo plano y no fueran recordadas más allá de una simple participación, aunque algunas tuvieron un setlist de canciones e interpretaciones dignas de ser legendarias. Nadie sabe el número real de fans que se aglutinaron frente al escenario, pero se podía ver un mar de gente a lo largo de Hyde Park.
Geldof tuvo que intervenir para que todos estuvieran de acuerdo en una lista de canciones que rondara los 20 minutos; fue así como ‘Breathe/Breathe Reprise’, ‘Money’, ‘Wish You Wer Here’, con una dedicatoria al quinto elemento llamado Syd Barrett y finalmente, ‘Confortably Numb’ desfilaron en Londres mientras algunos hermosos cerdos rosados volaban alrededor del escenario, un espectáculo que nunca más se volvería a repetir tras la muerte de Wright en septiembre del 2008.
Tiempo después, a un promotor se le ocurrió la millonaria idea de juntarlos y ponerles un cheque con varios ceros en la mesa. Para ese entonces, todos los miembros eran multimillonarios y no querían saber nada de conciertos o presentaciones, por lo que la respuesta fue: ‘Ahorita no joven’.
Tal vez Geldof no es la persona más querida en el medio artístico, tiene varios escándalos en vida con Michael Hutchence de INXS, Paula Yates y su hija Peaches, todos pasaron a mejor mundo, pero esa es otra historia. Aún así, Sir Bob logró algo que ni los dólares, ni las influencias, ni las esposas de los integrantes de Pink Floyd pudieron hacer: reunir a la banda para un pequeño concierto.
Por: Emmanuel Gutiérrez