Sabrina Teitelbaum salió del encierro pandémico convertida en una heroína del rock alternativo. Antes, bajo el nombre Baum, la angelina había lanzado música pop con una voz mucho más cercana al Rhythm & Blues. Pero ella siempre había querido hacer el tipo de música que le escuchamos hoy, con el lanzamiento de su disco homónimo bajo el nombre Blondshell.
Bajo la producción de Yves Rothman (Yves Tumor, Girlpool, Sunflower Bean) Blondshell se revela como una mujer insatisfecha con las relaciones amorosas, con letras ácidas y certeras sobre el mundo en el que vive. Presuntas baladas que se convierten en rock y distorsiones en todo el disco, reviven los ánimos de un rock noventero desilusionado y de denuncia.
Blondshell nos presenta canciones íntimas y relacionables
Para este disco, Blondshell decidió relatar situaciones y sentimientos personales en un álbum que se relaciona con cualquier ser humano que haya estado en una relación. Sin sentimientos de obsesión o amor de película, Teitelbaum aterriza las relaciones humanas en rolas como “Olympus”, en un sueño amoroso entre consumo de sustancias. “Eres parte de mi adicción. Solo te mantengo en la cocina”, canta Blondshell a un interés romántico que se asemeja a una sustancia tóxica.
Increíblemente, puede pasar de eso a una canción sumamente sexual como “Kiss City”, y ambas tienen melodías que se quedan en ti y letras que describen situaciones cotidianas, y por lo tanto son mucho más entretenidas para cantar. Burlándose de cómo alguien vio demasiado HBO de joven, o como poco a poco ella es menos joven, la melancolía de Blondshell tiene un toque de sarcasmo que permea a lo largo del disco.
La voz de Blondshell sobresale en todo el disco
La abridora “Veronica Mars” es un rock directo con un asombroso solo de guitarra de Blondshell que nos recuerda al descontrol magnífico de virtuosas como St. Vincent, en el que relata una escena de cuando era más joven en Nueva York.
El timbre de voz de Blondshell es muy versátil, porque puede transmitir a propósito un tono de aburrimiento y rutinario, que usualmente en los coros explota en gritos. También ligeros agudos como lo hace en “Joiner”. Por momentos, su voz y estilo se asemeja a The Cranberries o a Hole, banda que la ha influido bastante.
En todo momento la voz de Sabrina permanece como la protagonista de este disco, en particular cuando nos mantiene atentos a los relatos que hace, en los que habla de la ansiedad social y su relación con amistades e intereses románticos. El pop no se sentía como su lugar, y es en esta subespecie de rock en donde mejor funciona Blondshell.
Una producción que refleja bien todos los sentimientos de Blondshell
El rock alternativo celebra lanzamientos como éste, ya que Blondshell logra llevar sus canciones desde versos medianamente tranquilos, a explosiones enormes que imaginamos funcionando en estadios. Rolas como “Salad” tiene versos que te mantienen atento a lo que cuenta, pero los coros y el solo te hacen querer brincar aunque estés escuchando en casa.
Las canciones de su diario, como la propia Blondshell las ha llamado, rompen con una intensidad que el rock extraña cada vez más. Se siente fresco, sin utilizar fórmulas adivinables, y con temas actuales, como ir al terapeuta en “Sepsis” o explorar la sobriedad “Sober Together”.
La transformación de Blondshell fue por lo mejor
Si algo le podemos agradecer al encierro, es que Blondshell le dio un giro completo a su carrera musical, dejó el pop y optó por el rock como medio expresivo. El disco que lanzó es perfecto para escuchar en los momentos en los que no queremos ver a nadie y por el contrario, queremos pensar en lo que querríamos decirle a la sociedad que simplemente no nos convence.
Es ese espíritu misantrópico del rock de los noventas, como el de Nirvana y Hole, el que hoy rescata Blondshell, con una producción nada vintage, pero sin recurrir a elementos electrónicos o servirse de efectos digitales que alteren la esencia de su post-grunge.
Las nueve rolas muestran la sensibilidad sarcástica de Sabrina, y son sumamente congruentes entre ellas, los temas que toca y los sonidos que utiliza. La duración del disco hace pensar que la compositora nos pudo haber regalado un poco más, y quizás escuchemos más material nuevo de ella, pero por el momento, el debut de Blondshell nos ilusiona como amantes del rock alternativo.
Para el lanzamiento de su disco homónimo, Blondshell lanzó distintas ediciones físicas del álbum, así como mercancía de su proyecto que pueden encontrar en su sitio oficial.