Lo que necesitas saber:
Con el anuncio de su separación de manera indefinida, revisitamos el legado de black midi, una banda icónica del guitar rock en los últimos años. Analizamos su discografía y el sonido de este proyecto londinense.
Se acabó de manera “indefinida” black midi, como lo dijo su líder Geordie Greep, en un live de Instagram hace apenas unos días. Después de esta inesperada publicación, el bajista de la banda Cameron Picton pareció confirmar el anuncio inicial de Greep. En un tweet borrado, publicó:
“Acordamos no decir nada de una ‘separación’, por lo que la pasada noche me sentí sorprendido tanto como cualquier otra persona, pero quizás de una manera diferente”.
Recordemos que la última vez que la banda vino a México fue en 2022, con presentaciones en el Corona Capital y en el Frontón México. En ese entonces, parecía que black midi no tendría descanso alguno, y que esta promesa para cualquier amante del rock sería un referente activo en los años siguientes.
A pesar de la conmoción por la noticia, parece el momento ideal para valorar la corta pero prolífica carrera de black midi, con la esperanza de que la banda no haya llegado aún a su final, o al menos que se trate de un necesario respiro antes de regresar con todo.
black midi mostró su virtuosidad en el math rock, progresivo y hasta jazz cautivador
Un principio desinhibido y transgresor, desafiando tempos y estructuras
El legado de black midi, con apenas tres discos de estudio en cuatro años, parece en igual medida escaso y musicalmente vasto. Lo escaso viene quizás del hecho de que no escucharemos algo de la banda pronto, aunque hay evidencias sobre el lanzamiento de algunos proyectos de sus integrantes como solistas.
La vastedad musical de los black midi viene de lo mucho que han conseguido sonoramente en apenas tres LPs de estudio. Schlagenheim (2019), Cavalcade (2021) y Hellfire (2022) son una oda al guitar rock que parece perdido a ratos. La intensidad de la banda y su creatividad para cambiar de tempos y humor revivió en gran medida el uso de riffs acelerados con un trasfondo generalmente tétrico.
Desde su debut Schlagenheim, black midi mostró tener la intensidad y sonido para dejarte apabullado por lo que presenciaban tus oídos, con una mezcla tan elaborada de géneros que resulta poco preciso intentar definirlos en un solo género.
Los riffs de guitarra eran definitivamente de math rock, con una virtuosidad de una banda metalera o de rock progresivo, aunque muchas veces incluían un sonido desconcertante, como en la excepcional “Western”, con puentes acústicos y hasta con guiños al funk.
Más discos, más teatralidad y más sonidos abrumadores
Lanzamiento tras lanzamiento, black midi tan solo supo incrementar lo tétrico y disonante de sus rolas, que además lograban hacer convivir muchísimos elementos en principio contrarios en una misma rola.
Cuerdas orquestales disonantes, guitarras distorsionadas, la voz de Geordie en un rap solemne y pianos limpios, de alguna forma funcionaban en el inicio de su fenomenal Cavalcade. Poco a poco, la banda comenzaba a consolidarse como un referente necesario de the windmill scene, un movimiento dentro del rock inglés que incluye a actos como Black Country, New Road, Squid y shame.
En rolas casi completamente instrumentales sin reglas por seguir, como “Chondromalacia Patella” y la contrastante “Diamond Stuff”, o en una balada acústica como “Marlene Dietrich”, black midi mostraba dominar el género que se propusieran. Para Cavalcade, hubo mucha más presencia del saxofón, algo que retomarían en su siguiente y hasta ahora último disco de estudio.
La despedida sorpresiva con su mejor disco de estudio
Las noticias siendo fan de black midi eran buenas en 2022, cuando la banda lanzó su tercer disco de estudio en apenas 4 años. Parecía que había black midi para rato, y que tenían mucha música por lanzar, rompiendo las reglas (una vez más) respecto de cada cuánto debe de sacar disco una banda para explotar lo mejor posible cada material con giras, mercancía y demás.
El fantástico Hellfire es el disco más superlativo de black midi a la fecha, con riffs más acelerados, y que parecen casi imposibles de tocar, en guitarra y saxofón (“Sugar/Tzu”); fiestas de percusiones sobre bases acústicas (“Eat Men Eat”); una de sus rolas más icónicas con tintes de Rage Against the Machine y Primus (“Welcome to Hell”).
En este punto, black midi tenía una reputación también sobre sus enérgicas presentaciones en vivo, que eran aún más intensas que sus rolas de estudio. Por si su material no resultaba lo suficientemente distorsionado y transgresor, la banda tenía el misterio de una banda de post-punk y la energía de una banda de trash metal.
El futuro de los integrantes de black midi con proyectos solistas que escucharemos pronto
Con el anuncio reciente de su separación, el management de la banda confirmó la noticia, añadiendo que sus integrantes se encuentran enfocados en sus proyectos solistas. Geordie Greep, Cameron Picton, Morgan Simpson, y Matt Kwasniewski-Kelvin, mostrarán los caminos que decidieron tomar, lo que puede hacer más entendible el fin de black midi hasta ahora.
Inclusive, la separación puede justificarse con los lanzamientos que escuchemos post black midi, aunque la banda mostraba que la combinación de las mentes creativas de sus integrantes funcionaba de manera equilibrada, como un proyecto único que revivía la esperanza en el guitar rock pesado y de denuncia, sin miedo a tomar de otros géneros, voces cómicas en off, y una curiosidad sonora pocas veces escuchada a esa magnitud.
Por ahora, solo queda disfrutar la corta pero prolífica carrera de una banda que se encontró con su final de manera anticipada, cuando habían mostrado una acelerada ambición por lanzar toda la música que les fuera posible. black midi ha terminado, larga vida a black midi.