Lunes y para iniciar la semana como se debe no puede hacer falta nuestra recomendación antitendencial, misma que busca saciar a los oídos más curiosos. Sé que he sido muy reiterativo en este párrafo introductorio, pero para aquellas personas que caen aquí por primera vez les comento que este espacio trata de dar difusión a proyectos musicales que muestran una estética distinta a la música comercial, por lo tanto, es más complicado que la logremos escuchar a través de los principales medios de difusión o en los festivales más representativos de nuestros país, pero que su música esta aquí, a tan sólo unos clicks de distancia en el maravilloso mundo del internet.

Música sin pretensiones, que pareciera estar oculta en el fondo del mar como un tesoro para los más aventureros que siempre tienen curiosidad por los limites, porque en la música no hay límites y entre más nos adentremos, más sorpresas nos llevaremos. Es hora de aprovechar las tecnologías y darnos un clavado profundo, basta de la comodidad de recibir todo tan fácilmente, el mundo es más complejo que eso.

 

Ben Lukas Boysen

 

Ben Lukas Boysen es uno de mis compositores contemporáneos favoritos. Con sede en Berlín, Ben es un productor y diseñador de sonido bastante cuidadoso ya que a través de sus conocimientos en procesamientos digitales ha logrado simular pianos que a simple escucha podríamos creer que se trata de uno orgánico.

En un principio Ben Lukas publicó bajo el nombre de Hecq, el cual trata de un proyecto meramente electrónico donde creaba pistas IDM y Techno, el cual con el tiempo fue mutando hacia terrenos mucho más experimentales en donde juega con la electroacústica, los paisajes sonoros, la música ambient y drone.

 

 

Gran parte de su trabajo son encargos que le han pedido, desde piezas sonoras para museos, así como soundtracks para películas y hasta la música para videojuegos de Marvel.

Pero en el 2013 fue cuando decidió lanzar una publicación totalmente distinta, se trata de Gravity, su álbum debut que salió bajo su propio nombre, el cual podría verse como un proyecto alterno a Hecq en donde Ben Lukas juega más con su formación de músico clásico que tuvo desde pequeño. Cabe aclarar que su mamá es Deirdre Boysen, una cantante de ópera y su papá el actor Noel Boysen, es por eso que no es de extrañar que desde pequeño sus dedos bailaran bajo las obras de Wagner y Bach, los cuales, ahora, se fusionan con sus nuevas influencias como Autechre, Cristian Vogel y Godspeed You! Black Emperor.

 

 

El proyecto bajo su nombre sobresale más como una dualidad con los elementos orgánicos y electrónicos, en donde a través de texturas y ambientaciones digitales aparece un piano robusto que en momentos es acompañado de baterías y sintetizadores. Su debut lo lanzó en el 2013 y a pesar de que no generó locura y frenesí, sí creó una referencia que nos hace tenerlo en la mira -cabe aclarar que para mí es un excelente álbum de principio a fin-.

Actualmente está promocionando la reedición de su álbum Gravity, pero también está promocionando su segundo álbum de estudio, se trata de Spells, el cual será publicado el 10 de junio a través de Erased Tapes.

 

 

T:@hreveh

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