Ben Howard ha pasado su vida escribiendo canciones, retratando paisajes y contando historias. Su álbum debut ‘Every Kingdom‘ es uno de mis discos consentidos de la última década y en el 2021 cumple diez años de haber salido. Desde entonces, Ben Howard no ha hecho otra cosa más que escribir canciones, seguir experimentando y alejarse de todos los movimientos que pudieran parecer obvios o lógicos para cualquier persona.
Estamos hablando de un tipo reservado, introspectivo, que no le gustan los reflectores, tampoco las redes sociales, la fama o las entrevistas. Una complejidad para cualquier artista del Siglo XXI en donde cada canción, cada disco, cada lanzamiento y movimiento parece pensado para acumular likes, sumar reproducciones y reflejar eso que llamamos éxito a través de algoritmos y millones de followers.
Para su mala suerte, tras vender más de un millón de copias por ‘Every Kingdom‘ y ganar un par de Brit Awards, su pueblo natal, Devon, decidió poner su cara en un billete de 10 Totnes Pounds, una especie de moneda local lanzada por el gobierno de Devon con el fin de impulsar el comercio local en el 2014. Siguieron algunos otros lanzamientos, giras que lo llevaron a presentarse en festivales como Glastonbury, Lollapalooza o Coachella y un largo viaje por Francia, Portugal, y Nueva York, donde finalmente coincidió con Aaron Dessner de The National para trabajar en su cuarto disco de estudio ‘Collections From The Whiteout’.
Y así, es como llegamos a una charla vía Zoom desde Ibiza, locación que ha servido de refugio para Ben Howard en estos tiempos pandémicos y desde donde se abre en exclusiva para Sopitas.com sobre el proceso creativo de ‘Collections From The Whiteout’, un disco diferente a lo antes hecho en su carrera, comenzando, por ser la primera vez que abre la puerta a colaborar con otros músicos y un productor externo.
Abriendo nuevos caminos
Además de la producción de Aaron Dessner, el álbum cuenta con los créditos de Yussef Dayes, Kate Stables de This Is The Kit, Thomas Bartlett que es el pianista favorito de St, Vincent, Rob Moose de Bon Iver, y Phoebe Bridgers.
“Ha sido una curva de aprendizaje para mí, ya sabes, la importancia de juntar otras ideas con con las tuyas y que se complementen entre sí. Y sí, ciertamente el disco fue un gran esfuerzo de colaboración, donde varios músicos participaron. Además, pienso que probablemente lo necesitaba para obligarme a ir en una dirección, en la que esencialmente podía disponer de todo un cuerpo de trabajo del que me sintiera orgulloso.
Y seleccioné a muchísima gente. Considero que a veces la gente no se da cuenta de que detrás de la escena, no se dan cuenta que estás preparando un disco, donde tienes ingenieros, productores, ayudantes de ingenieros y de todo tipo. Realmente, hay un gran esfuerzo de colaboración. Es una forma positiva de verlo y sí, necesitamos a otras personas”
La colaboración con Aaron Dessner de The National
Tras producir a Sharon Van Etten, This Is The Kit, Local Natives o Taylor Swift, Aaron Dessner (The National) se ha convertido en uno de los personajes más importantes del folk contemporáneo, así que ¿cómo fue que lograron coincidir en agendas y sobre todo en proyectos para trabajar y desarrollar este nuevo disco?
“Bueno, él (Aaron Dessner) era inalcanzable para nosotros, estaba lejos geográficamente y ese tipo de cosas. Pero, yo siempre he estado al pendiente de las cosas que hace y aunque no son tan diferentes los géneros musicales en los que nos relacionamos, bastó con ver muchos de los proyectos geniales en los que él ha trabajado para que pensáramos que sería realmente interesante tratar de fusionar nuestros mundos y ver si combinaban.
Pero no hubo una presión como para decirle ‘Hagamos este disco, produce un álbum o esta es la versión definitiva’. Fue como una prueba de fuego solo para ver si podíamos hacer música juntos y si encajaría. Fuera de eso, ha sido un proceso mucho más agradable al tener un compañero, en el sentido de que podemos intercambiar muchas ideas musicales y confiar mutuamente en nuestros instintos.
Y lo hicimos antes de la pandemia, ya sabes, no era el mundo en el que vivimos hoy en día. Es sorprendente cómo cambiamos y cómo tendemos a asumir que ‘Zoom’ ya es normal, pero no, antes de que comenzara la pandemia, pasaba mucho tiempo en el estudio y ahí nos reuníamos con los músicos. Aaron estuvo viviendo en París por un tiempo y nosotros tenemos amigos que también estaban ahí, así que los invitamos para que tocaran en el disco. Después, viajamos a Estados Unidos y aprovechamos que Aaron tiene su estudió ahí, así que tuvo la libertad de invitar a algunos músicos que habían trabajado con él en otros discos, como Rob Moose, quien hizo los arreglos de cuerdas y afortunadamente, logramos terminarlo antes del confinamiento.”
Hacer un disco, en medio de la pandemia
Sin embargo, una cosa es terminar la grabación de una obra y otra muy distinta, tenerla editada, mezclada y lista para su lanzamiento, así que ¿cómo ha sido ese proceso para terminar un disco, a la distancia, en plena pandemia?
Bueno, lo que terminamos en su momento fue el proceso del registro. Nunca hubo una fecha de inicio real y no hubo una fecha de finalización real. Probablemente, el inicio de la pandemia fue la primera fecha que nos fijamos. Nos obligaron a decir: bueno, este es el disco que tenemos ahora y bien podríamos terminarlo o empezar a grabar otro álbum. Fue un tanto complicado en términos de grabar en el extranjero, ya sabes, como mezclar de forma remota. Pero, fue bueno que alguien nos diera una fecha límite. A veces necesitas una fecha límite, de lo contrario, estarías tocando para siempre. Incluso cuando habíamos llegado a ese momento en el que nos sentíamos felices con lo que estábamos haciendo. Haciendo música y componiendo canciones, bien podríamos haber continuado indefinidamente. Así que, en todo caso, nos hizo un favor.
Y Aunque tuvimos que esperar para terminarlo, ahora me alegro de que hayamos terminado el disco, porque debe ser muy difícil para la gente intentar grabar algo en estos momentos.
Un nuevo comienzo
De cierto modo, podríamos decir que ‘Collections From The Whiteout’ es el renacimiento de Ben Howard o al menos el inicio de una nueva fase en su carrera, en donde el autor se muestra más abierto no sólo a las colaboraciones en el estudio, sino también a lo que ocurre a nuestro alrededor. Todas las canciones, nacieron a partir de recortes de noticias y reportajes de diversos periódicos, terminando con un tracklist de 14 piezas que vale la pena escuchar. Pero ¿cuál es la favorita o la que ha dejado más conforme a Ben Howard?
Pienso que a menudo, la primera canción del disco, es realmente lo que hace al álbum. Así que, la primera canción del álbum, sea cual sea, a menudo se acerca mucho a ser mi preferida. La cosa es que, ¿cuál canción es la que pones primero? Pienso que la gente ha de pensar que la primera canción es el primer sencillo y por el contrario, esa no es la realidad. Pero, para que conste, mi favorita probablemente sería “Follies Fixture”, que para mí es una fotografía encapsulada en el tiempo en el que viví.
Si eres un compositor, tratas de crear un momento sentimental y eso es todo. Es una especie de seguridad tratar de capturar algo y convertirlo en algo tangible que te de experiencia y para mí, esa sería una de mis favoritas. Bueno, lo es por ahora, tal vez algún día cambiaré. Lo tengo en mente.
‘Collections From The Whiteout’ está disponible desde ya en todas las plataformas digitales, y ojalá, algún día se nos haga ver a Ben Howard en México.