La música siempre se ha unido a las causas políticas, eso es algo que no podemos dudarlo. Cada cierto tiempo, algún músico o banda decide utilizar  los recursos que tienen a la mano para tratar de ayudar a la humanidad, ejemplos hay muchos pero uno de los más impresionantes y grandes fue el que hicieron los Beastie Boys en 1996. 

El Tíbet fue invadido en 1950 por el gobierno chino, que desde entonces aplico una política severa de genocidio cultural y violaciones de los derechos humanos contra todos los pobladores, destruyendo monasterios, reacomodando a ciudadanos chinos en la región y tratando con brutalidad a los tibetanos que permanecieron allí.

En los años transcurridos desde la invasión, se calcula que más de un millón de tibetanos fueron asesinados y cientos de miles más fueron encarcelados. Más allá de ser un pueblo que estaba siendo sometido por China, la gente del Tíbet siempre fue fiel a su espiritualidad, pues nunca contraatacaron con violencia, cosa que llamó la atención de muchas personas en el mundo.

Tropas chinas marchan hacia la frontera con el Tíbet después de invadirlos/ Foto: Getty

El viaje que le abrió los ojos a MCA

En 1990, Adam Yauch –mejor conocido por todos como MCA–, miembro fundador de los Beastie Boys, viajó a la India (para ser exactos a Nepal) donde conoció a los tibetanos que estaban en el exilio, pues el músico quería entender su voto de no violencia. Cuando escuchó todas sus historias, sabía que tenía que ayudarlos de alguna manera y en lugar de donar dinero para alguna fundación, creó una propia.

Junto a la activista Erin Potts, a quien Yauch conoció en aquel viaje a Nepal, crearon el Fondo Milarepa. Inicialmente se formó como una organización sin fines de lucro cuyo objetivo era darle las regalías que merecían a los monjes tibetanos que participaron en el álbum de los Beastie Boys, Ill Communication de 1994, particularmente en las rolas “Shambala” y “Bodhisattva Vow”. Además, invitó a monjes tibetanos para que repartieran panfletos durante la gira de Lollapalooza. 

Adam Yauch con los Beastie Boys en la gira Lollapalooza 1994/ Foto: Getty

Sin embargo, MCA se dio cuenta de que lo que había iniciado podía tener más impacto si armaba un show, donde además de juntar dinero para apoyar al Tíbet, pudiera concientizar a la sociedad estadounidense sobre la situación que pasaba en ese lugar. Así que se le ocurrió organizar un concierto benéfico, algo que no se veía en el mundo desde el famosísimo Live Aid de 1985.

Aprovechando el renombre que tenían, el grupo neoyorquino logró reunir uno de los mejores lineups que se hayan visto en toda la historia, pues en él había de todo y prácticamente los músicos más talentosos de varias generaciones estuvieron ahí. The Smashing Pumpkins, Rage Against The Machine, Foo Fighters, Red Hot Chili Peppers, Sonic Youth, De La Soul, Beck, Björk, The Skatalites, Yoko Ono, Buddy Guy y más se presentaron durante un fin de semana.

Foo Fighters en el festival/ Foto: Getty

Del 15 al 16 de junio de 1996, en el parque Golden Gate de San Francisco se reunieron miles de personas –100 mil para ser exactos, para ver a todas esas bandas y encima, ayudar a la comunidad tibetana. Para evitar que hubiera problemas, los organizadores decidieron que no se venderían bebidas alcohólicas, pero más allá de eso, querían que todos aquellos abrieran su mente hacia la espiritualidad que toda esa comunidad emana.

Durante los dos días, abrieron y cerraron la jornada con una oración cantada por los monjes budistas, que saludaban y sonreían mientras el público los veía. El ánimo de todos comenzó a crecer conforme fueron apareciendo las bandas, dejando un poco de lado aquellos cánticos del principio para pasar a sonidos distorsionados. 

Björk y Adam Yauch durante el festival/ Foto: Getty

Tibetan Freedom Concert

Los Red Hot Chili Peppers se aparecieron en el escenario con un pequeño cambio en la alineación, pues en lugar de contar con John Frusciante en la guitarra, en aquella época Dave Navarro estaba detrás de las seis cuerdas. Durante su set, la banda de San Francisco tocó rolas clásicas de su discografía como “Give It Away”, “Aeroplane” y “Suck My Kiss”.

Tenía un año que The Smashing Pumpkins había lanzado el aclamado Mellon Collie and the Infinite Sadness, y Billie Corgan y compañía subieron al escenario para tocar lo mejor de su repertorio en aquel entonces. Por supuesto que sonaron rolas icónicas como “Bullet With Butterfly Wings”, “Zero”, “Tonight Tonight” y más.

Más tarde llegarían los Foo Fighters, la entonces más reciente banda de Dave Grohl, que poco a poco se iba ganando un lugar dentro de la industria musical y sobre todo, lo liberaba a él de la presión que tenía después de tocar la batería en Nirvana. En su presentación se aventaron prácticamente toda las rolas de su álbum debut, haciendo que la gente brincara y hasta un slam bastante choncho, ¿no que todo era pacífico?

Una de las mujeres que se rifó durante el festival fue Björk, pues se echó un set impactante en donde solamente le bastó su voz para impresionar a todos los que estaban en el parque Golden Gate de San Francisco. Por supuesto que el setlist incluía algunas de sus primeras composiciones, como “Venus As A Boy”, “Army Of Me”, “Human Behaviour” y “Violently Happy”, además dio un pequeño discurso para abrazar a las minorías y ayudarlas en todo momento. 

Pero una de las presentaciones más esperadas de la jornada fue la de Rage Against The Machine, ya que era la banda que a través de sus canciones transmitía mejor ese mensaje político y contundente que se necesitaba. Y no se guardaron nada, pues arrancaron con “Bulls On Parade” y a partir de ahí la intensidad subió con canciones como “Bullet In the Head”, “Killing In The Name” y cerrando con una rola acertada para el momento, “Freedom”. 

Un joven llamado Beck dio un show nada espectacular pero bastante preciso, pues el músico le cantó a todo el público con su guitarra y armónica, al más puro estilo de Bob Dylan en sus primeros años. Alejándose del sonido eléctrico, Beck optó por presentarse bajo un formato folk interpretando rolas como “One Foot In The Grave”, “Burnt Orange Peel” y “Hollow Log”.

Y por supuesto que los Beastie Boys darían la presentación más recordada de todo ese festival que ellos mismos organizaron. Al caer la tarde, MCA, Mike D y Ad-Rock fueron presentados por el rapero Biz Markie, tomaron el escenario e hicieron lo que mejor sabían, prender a la multitud.

“Sabotage”, “So What’cha Want”, “Something’s Got To Give” y 16 rolas más fueron las que el grupo se aventó, logrando que el público se divirtiera un rato y a la vez supiera qué era lo que pasaba con los tibetanos. Media hora después del show, MCA pidió amablemente a la multitud que asistiera a una manifestación al día siguiente, con el objetivo de llamar la atención del entonces presidente Clinton sobre la difícil situación del Tíbet.

El grupo terminó su set, subieron los monjes a cantar una última oración y todo terminó. Al final lograron reunir 800 mil dólares para la causa, algo completamente histórico. pero esto era más que un concierto para los Beastie Boys y sobre todo para Adam Yauch. El lunes después del festival y como había anunciado, Yauch junto a Erin Potts armó una manifestación afuera del consulado chino en San Francisco.

A la protesta se le unieron Flea de los Red Hot Chili Peppers, Perry Farrell (de Jane’s Adiction y Porno For Pyros), Mike Watt y 500 personas más. Lo que comenzó como algo tranquilo se puso mucho más denso cuando bloquearon el tráfico, pues la policía no tardó en arrestarlos por desobediencia civil, pero al no haber cargos en contra de todos ellos fueron liberados casi de inmediato.

Foto: Getty

Lo que comenzó como un festival único se convirtió en una tradición. y fue rolando por diversas ciudades de Estados Unidos. Hasta 1999 en el Tibetan Freedom Concert se presentaron artistas de la talla de U2, Pearl Jam, Blur, Radiohead, R.E.M., Blondie, Noel Gallagher, Patti Smith, Alanis Morissette, Run DMC y muchos más.

Aunque la lista de bandas y artistas legendarios creció con el paso de los años, nunca habrá uno como el primero, donde la necesidad de ayudar por parte de MCA hizo que miles de artistas se unieran después de tanto tiempo. Adam Yauch pasó de ser el chico que cantaba con sus compañeros canciones como ““(You Gotta) Fight for Your Right (To Party)” a convertirse en un hombre que ahora luchaba por el derecho de los tibetanos, y a la guerra se unieron los Beastie Boys.

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Me llamo Jesús pero todos me dicen Chucho. Me encanta la música y sé tocar algunos instrumentos, aunque creo que soy mejor escribiendo sobre las bandas que me gustan. Soy fan de los conciertos y festivales,...

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