Bastille lleva casi diez años dando vueltas por el mundo, en presentaciones individuales y al frente de festivales, como un acto de pop introspectivo que pone a bailar con letras que se salen del cliché sobre el amor, pero nunca habían tenido su propio espacio como acto estelar de un show público en la Ciudad de México.
Ayer, por fin se presentaron como banda principal en el Pepsi Center WTC, tras un par de showcases privados en años pasados y una intensa presentación en el Corona Capital 2018. Los londinenses salieron a las ocho y media frente a una pantalla que mostraba un reloj y una ventana que dejaba ver una ciudad.
Con la clara pista sobre su canción abridora para el show, sonó “Quarter Past Midnight” con Dan Smith, su vocalista, saltando por todo el escenario y gritando enérgicamente un coro que encontró respuesta inmediata con el público, que no paraba de gritar.
Las armonías que caracterizan a Bastille, con seis miembros en vivo para respaldarlas, encontraron miles de voces más en la audiencia del Pepsi Center, que dominaban todas y cada una de las canciones de los tres discos de estudio que hasta ahora ha lanzado la banda británica.
Para una de las canciones más coreadas, “The Things We Lost In The Fire”, los impactantes visuales mostraban los contrastes de la naturaleza con las acciones de la humanidad para destruirla, todo esto envuelto en la icónica voz de Dan y las percusiones a modo de grito de guerra de Chris “Woody” Wood.
“México, perdón, mi español es mierda”, reconocía el frontman británico para después hacerle saber a los fans que Bastille culminaba su gira mundial, que duró poco más de un año, en la CDMX.
“Waves” resultó ser de esas canciones que crecen aún más en vivo que en la versión de estudio, con los sintetizadores llenando por completo el recinto de la Colonia Nápoles, que no paraba de resonar con gritos de emoción pura de los asistentes. Entre el público, habían papás que iban a cuidar a sus hijos, y que terminaron bailando y aplaudiendo como si hubieran ido por puro gusto.
Bastille tomó un respiro después de lanzar puro trancazo para abrir su show, y Dan se sentó en una escalera, contrastando su contorno con una ventana de fondo y una luna roja, para interpretar la íntima y dolorosa “Two Evils”, como si estuviera en el cuarto de su casa, sólo con la guitarra acompañándolo y preguntándose como ser su mejor versión.
Haciendo suya una de sus colaboraciones más populares, Bastille soltó su propia versión de “Happier” en vivo, que resulta ser mucho menos electrónica, pero enloquece este “sad banger” a cualquier público que tenga frente. La banda tomó un momento para pedir un aplauso para el pelo de Woody, quien, en un clásico movimiento para empatizar, portaba la playera negra de la selección de futbol de México.
El agradecimiento a México se basó en su decisión de cerrar aquí su extensa gira, ante el público que reconocieron es el mejor y más ruidoso en vivo, y como prueba, “Bad Decisions” hizo que explotaran en gritos todos los que estuvieron ayer en el recinto.
El reloj de fondo seguía avanzando para llegar a lo que ellos reconocieron como posiblemente su canción más antigua, “Flaws”, en la que Dan cruzó por la multitud y convivió con el publico mexicano por casi todo el tema.
Dan se echa en un sillón, para cantar “Those Nights”. El público mexicano metió globos de colores y los lanzó cerca del escenario para la primera canción del segundo acto, que es un desafío a la llegada del día, detallazo que lleven de gira el sillón rotulado con “DOOM DAYS”, mismo que usaron en el video del tema.
Woody, como director de una orquesta lumínica, le pide al publico sacar su linterna para “4AM”. Hay que reconocerle a Bastille que, a pesar de ser un proyecto que usa muchos elementos electrónicos, logran ejecutar de manera orgánica las canciones, con muy pocos samples operando en vivo.
Dan, siendo un perfeccionista de su voz, no deja de dar señales para ecualizarse mejor, aunque sonaba inmejorable, y cuidando siempre los múltiples gritos que hay en sus canciones. También, el vocalista se involucra en los sintetizadores y en las percusiones, con un tom y una tarola permanentes, a un lado de su micrófono.
“En su mejor versión de nuestro acento británico, canten esta canción. ¡Son increíblemente ruidosos!”, fue la petición que hizo para iniciar “Doom Days”.
Para “Blame”, la icónica pirámide de Bastille parece brincarse al escenario, al hacer una progresión del logo al puro estilo de “Seven Nation Army”. “México, generalmente en esta parte le pedimos al público que elija entre dos canciones. Hoy vamos a tocar ambas, porque han sido los mejores de la gira”. Después de pedir un aplauso para el equipo que los ayudó en el tour, siguió “Another Place”.
Para la siguiente canción, claramente derivada de Twin Peaks (la excelente serie de David Lynch) la banda homenajeó con visuales inspirados en la serie. A partir de esta canción, el público mexicano de plano le arrancó los coros a Smith.
Para convertir el piso en una pista de baile, regresaron al escenario con “Of The Night”, cover a “The Rhythm of the Night” (tropicalizada en “esos son Reebok o son Nike”) efectivamente haciendo bailar sin control al Pepsi Center en un martes.
Dan se envolvió en una bandera con las palabras “VIVA BASTILLE CABRONES”, proporcionada por el público mientras explicaba por qué “A Million Pieces” es su canción favorita del nuevo disco para tocar en vivo. Pidiéndole al público mexicano que en el coro gritara “A Million Pesos”, explicó que es una canción que simplemente debes disfrutar, porque cuando tu cabeza se llena con el pensamiento, por ejemplo, de Donald Trump, debes dejarlo a un lado y seguir fiesteando. De cualquier manera, la cruda hace todo terrible.
Acercándose el final del concierto, no dejaron de agradecer por este cierre insuperable de gira, y llegó un momento conocido por todos: “Pompeii”. Visuales sobre la ciudad antigua que da nombre al sencillo, y de nuevo sin fallar en la armonización del coro que sonó en todos lados en el 2013, el Pepsi Center retumbó con los miles de coristas que se sumaron a cada palabra de la canción, sin dejar ni un segundo de brincar en la última canción de la noche.
Entre agradecimientos finales, Dan le pidió a México que se mantuvieran atentos, ya que el viernes lanzarán una nueva versión de una de sus canciones del Doom Days, así como un nuevo video, y prometió no tardar mucho en regresar a la capital mexicana.