Ah, los 90… De una u otra forma, está década significó una importante transición musical al ver cómo el rock alternativo y sus infinitas vertientes -encabezadas por el grunge, el shoegaze y el britpop- ascendían a la cima del ámbito mainstream.
Los nombres enormes siguen presentes (y en el recuerdo) aún cuando han pasado prácticamente 30 años de aquel apogeo: Pearl Jam, Soundgarden, Smashing Pumpkins, Blur, Oasis, Pulp, Nirvana… vaya, los grandes grupos no faltaron. Sin embargo, hubo otros tantos más que, por decirlo de alguna manera, quedaron relegados a la sombra de las ‘vacas gordas’ del momento.
Y bueno, pues nos llegó la nostalgia noventera y para echarnos un clavado al pasado, recogimos a algunas bandas geniales pero infravaloradas de la época. Así que, estimados miembros de la generación X, pónganse su camisa de franela y vamos al listado.
Toadies
El caso de Toadies, una banda que tenía todo para marcar época, es bastante raro. El grupo liderado por Vaden Todd Lewis tuvo algo de notoriedad en la escena alternativa estadounidense a mediados de la década de los 90 cuando lanzaron su disco Rubberneck (1994), del cual se destacan rolas como “Possum Kingdom” o “Away”.
Y es que en realidad, ese disco captura toda la esencia del rock noventero y el grunge como tal. ¿Qué les jugó en contra entonces? Primero, que eran una banda que había nacido en Texas, muy lejos de donde la capital musical que en ese entonces era Seattle. Luego, que tardaron mucho en lanzar un segundo álbum.
Las malas lenguas dicen que la banda tenía pensado lanzar su segundo disco, Feeler, entre 1997 y 1998, pero su discográfica los mandó al diablo sin más. El material ya compuesto para ese disco se desechó y armaron un nuevo álbum, Hell Below/Stars Above que arribó en 2001. Pero el grunge ya no era la corriente predilecta de la industria. Como dato anecdótico, Feeler se grabó varios años después y se lanzó en 2010.
Marcy Playground
¿Podríamos considerar a Marcy Playground un one hit wonder del rock alternativo? Muchos pensarán que sí pues se hicieron de un nombre momentáneamente llamativo en 1997 con su tranquila pero estupenda rola “Sex And Candy”. Pero lo cierto es que su disco debut homónimo es una joyita poco valorada de la época.
Y también debemos decirlo como tal: poco o casi nada de ruido hicieron en los años posteriores con su material de 1999 y los dos posteriores que lanzaron durante la primera década de los 2000. Pero con todo y eso, reiteramos, su álbum debut es bastante interesante y uno de los mejores valorados dentro de aquel género tan criticado como lo fue el post-grunge.
Candlebox
Siempre ha quedado el sabor de que Candlebox merece mucho más reconocimiento del que tiene. Kevin Martin y compañía eran músicos bastante prodigiosos y sus tres discos noventeros (el debut homónimo del 93, Lucy de 1995 y Happy Pills de 1998) son la joya de la corona en su discografía. Encima de todo, fueron uno de los primeros grandes éxitos de Maverick, la discográfica fundada por Madonna donde también recalaron en esa época Alanis Morrisette y Deftones.
Desafortunadamente, y aunque ellos sí emergieron de la escena de Seattle, no lograron acarrear tanto reconocimiento como sus contemporáneos ya que debutaron hasta 1993, cuando Nirvana y Pearl Jam seguían acaparando los reflectores. Quizá, de haber comenzado un par de años antes su carrera, estaríamos hablando de otra historia.
Bush
El caso de Bush es, posiblemente, uno de los más extraños de la década de los 90. Como tal, la banda tuvo bastante buen éxito en aquel momento pues sus discos tuvieron buena aceptación del público y la crítica. En términos generales, la escena y la industria siempre los catalogó como grunge.
Y si tuvieron tan buen recibimiento, ¿por qué no la liaron más? Algunos piensan que esto se debió a que era un grupo británico y era bastante raro ver a unos ingleses incursionando en un estilo básicamente más estadounidense. ¿El sentido de identidad jugó un papel importante ahí? Posiblemente, pero eso no le quita que sean una bandota.
Collective Soul
Con cuatro disco lanzados a lo largo de la década de los 90, Collective Soul es uno de los actos más interesantes de la época, pero también es uno de lo más menospreciados. Ellos emergieron de Atlanta y debutaron en la escena en 1994 con el disco Hints Allegations and Things Left Unsaid. Y podemos ponerlo así: si la capital musical de los 90 hubiera sido aquella ciudad, esta banda hubiese sido la precursora.
Los liderados por Ed Roland tuvieron su apogeo en la segunda mitad de la década y estuvieron en los mejores festivales del mundo. Basta con pasearse por YouTube para darse cuenta de que, además, en vivo son una banda realmente excepcional. Lo que les jugó en contra es que su mejor momento llegó cuando el post-grunge y esa corriente noventera ya venía en picada.
Faith No More
Lejos del grunge y del britpop, había varios estilos que también hacían su luchita para alcanzar el éxito. El funk rock y el rap-metal andaban por ahí y tenía varios exponentes que estaban rompiéndola en grande, como los propios Red Hot Chili Peppers o Rage Againts the Machine.
Sin embargo, detrás de ellos venía otra muy buena banda como Faith No More a la que le tocó remar con fuerza para hacerse de un espacio en el género. Ellos ya habían comenzado a hacer carrera a mediados de los 80, pero fue hasta principios de los 90, cuando Mike Patton llegó para hacerse vocalista, el momento en que obtuvieron un éxito mayor pero moderado.
El único pecado que le podemos achacar a la banda es que tardó en despegar y que, dentro de su estilo musical, tenía que competir con RHCP y RATM. Pero de que es un gran grupo, lo es sin duda.
Blind Melon
Abrimos un nuevamente la pregunta… ¿es Blind Melon otro de los de one hit wonder del rock alternativo de los 90? Posiblemente. Seguro que ya se te vino a la mente “No Rain” y su tierna melodía, además del icónico video de la niña vestida de abejita en la que todos se burlaban de ella. La generación X abrazó con mucho cariño aquel videoclip y es que varios se veían reflejados esa historia.
Con esa canción le bastó a Blind Melon para convertirse en íconos de la época. Y a eso hay que agregarle la estupenda combinación de estilos que manejaban, desde el rock psicodélico y el blues, hasta la música folk y lo más distorsionado del grunge. ¿Qué hubiera sido de la banda si Shannon Hoon no hubiese fallecido? Siempre quedará la ilusión.
Veruca Salt
Digamos que el caso de Veruca Salt fue complicado en diversos sentidos. La banda encabezada por Louise Post y Nina Gordon tenía todo: guitarras estridentes, voces geniales, estilo y energía. Merecían brillar más, sin duda. El asunto es que fueron un tanto intermitentes con sus lanzamientos discográficos.
Además, hubo un boom bastante genial en el que había bandas que tenían miembros mujeres y hombres. Veruca Salt estaba entre esas agrupaciones, pero los reflectores se enfocaron en Smashing Pumpkins, Garbage, Hole o incluso Elastica. Como sea, creemos que esta banda merecía más, mucho más para la época.
Dato curioso: ¿Sabían que Louise Post mantuvo una relación con Dave Grohl y se dice por ahí que el vocalista de Foo Fighters escribió “Everlong” para ella? POR ACÁ, les contamos más.
Silverchair
A lo largo de este listado, hemos hablado de diversas bandas, que entrando a la segunda mitad de los 90, comenzaron a definir lo que a la postre se conocería como post-grunge. Este estilo, tan amado por unos pero criticado por otros, vio nacer a una de sus bandas más emblemáticas -y de las pocas que se consideran de culto-. Así es: hablamos de Silverchair.
En término generales, el problema con este grupo no es tanto que hayan aparecido años después del auge del grunge ni que hayan nacido en un país remotamente lejano a la industria. El asunto es que la escena musical de Australia, que de vez en cuando nos entrega uno que otro artista gigantesco, no termina por asentarse como una de las capitales musicales del mundo como lo han sido Estados Unidos con Seattle, Nueva York y California, o Inglaterra dentro del Reino Unido.
Digamos que si Australia hubiese dominado la escena del rock alternativo a nivel mundial en su momento, Silverchair hubieran sido la banda más emblemática de los 90.
Everclear
Todo buen amante de la música noventera recuerda a Everclear por esa pegajosa, sencilla y maravillosa canción titulada “Santa Monica (Watch the World Die)” de 1995. Esa rolita de raíz hard rock y cosillas country les llevó a cosechar un éxito moderado dentro de la escena alternativa del momento, aún cuando ellos no eran precisamente una banda identificada dentro del estilo.
Durante la década se mantuvieron bastante activos con tres discos y aunque la mayoría de su discografía la lanzaron a partir del 2000, el mejor recuerdo que se tiene de ellos es de los 90, con la rola antes mencionada. Vale la pena echarle oído a aquellos primeros materiales discográficos.