Hace diez años, pocas bandas hicieron tanto impacto en la emergente escena del indie rock como Death From Above 1979 con su álbum debut. El dúo canadiense integrado únicamente por Sebastien Grainger y Jesse Keeler sonaba con la fuerza de una banda de rock de cinco músicos. La popularidad de You’re a Woman, I´m a Machine ayudó a que explotara un sub-género del indie bautizado por los medios como dance-punk. Aunque muchas bandas cosecharon más éxitos por unos años más, DFA nunca despegó más allá de su primer disco en lo que pudo haber sido una gran trayectoria
Desde que la banda se desintegró en 2006, la reputación de DFA1979 se mantuvo vigente a lo largo de los años. Cuando Keeler y Grainger anunciaron su regreso en 2011, ni los fans ni los medios fueron tomados por sorpresa, ya que el escenario estaba puesto para volver a escuchar la explosión de energía que tanto hacía falta. La verdadera interrogante era si la banda estaba dispuesta a grabar un nuevo disco, o si solo había anunciado la gira de reunión para capitalizar sobre la ola de nostalgia.
Para el enorme deleite de sus fans alrededor del mundo, Keeler y Grainger no se tardaron mucho en regresar al estudio y retomar donde se quedaron para sacar adelante su tan esperado segundo álbum. La espera llega a su fin el 9 de septiembre cuando podamos escuchar The Physical World, diez años después del ya clásico disco rosa. Los fans serán los que tengan la última palabra para ver si el segundo esfuerzo es un digno seguimiento de You’re a Woman, y si quieres adelantarte a la fecha de estreno, puedes darle una oída al disco completo en iTunes (pero solo si estás en la región indicada).
Con motivo de su próximo lanzamiento, Shy de Sopitas.com tuvo el privilegio de tener una extensa y profunda plática con Sebastien Grainger, baterista y vocalista de Death From Above 1979. Ya veremos si en efecto nos toca verlos sobre un escenario mexicano en 2015 por primera vez en su trayectoria.
SEBASTIEN GRAINGER: Sí, hemos tenido muchas ofertas de individuos y fans para ir [a México], nunca en el pasado, pero a partir de la reunión. Sin embargo, nunca ha existido el tiempo apropiado. Desde que nos juntamos en 2011 hemos tocado en varios festivales, aunque en realidad no hubo muchas fechas en solitario, nunca tuvimos una gira, más bien puras presentaciones en festivales y, por alguna razón, la Ciudad de México nunca entró en la ecuación. Pero estaría más que contento si viajamos por allá y con música nueva. El año que viene, definitivamente en 2015, estaremos en México.
SOPITAS.COM: Espero que así sea.
SG: Si, yo creo que sería un error quedarse sin ir. Siento que tenemos muchos fans por allá pero es difícil decir. En realidad yo solo me comunico con la gente durante los shows; así que, a menos de que vayamos a algún lado, es difícil decir. Nunca he ido a la Ciudad de México por lo que no puedo imaginar como sería la recepción, pero estoy dispuesto a intentarlo, me encanta México.
S: Bueno, te puedo decir que hay una comunidad de fans muy sólida. En lo personal, he sido un fanático desde que salió su primer disco hace ya diez años. Hoy tengo 31 años y no tengo tanta condición como antes pero me estoy guardando para un concierto de Death From Above. Tu estás en los treinta también, si no me equivoco.
SG: 35 años.
S: ¿Por cuánto tiempo crees que puedas seguir tocando y disfrutando este tipo de música tan enérgica?
SG: Por alguna razón, mi cuerpo todavía no se ha desbaratado. De hecho, esto me mantiene saludable. Tocar le ayuda mucho a mi mente. Cuando no estoy tocando siento que enloquezco un poco, entro en una curva de personalidad que me arroja en la idea de un artista sin hogar. Y físicamente es un banda tan exigente que sería imposible ser parte de ella si no estuviera en forma. Digo, justo ahora estoy en la mejor condición de mi vida. Yo nunca hago ejercicio deliberadamente, nunca, pero tal vez porque estoy más viejo pienso, “Tengo que cuidar mi cuerpo” o algo. Cuando tenía 21 o 22 años tenía una novia que era una bailarina de danza moderna y ella se comunicaba con su cuerpo, ella era un persona tan física y yo era todo lo contrario en ese entonces. Yo estaba más clavado en las ideas y eso era todo. Recuerdo que la veía bailar y me quedaba impactado por el hecho de que alguien pudiera estar tan entonado con su cuerpo que incluso pudiera comunicar una idea a través del movimiento. Así te das cuenta de toda la comunicación que no es verbal. Hoy estoy casado a una mujer de Polonia -nacida en Sudáfrica pero su familia es polaca- y cuando vamos allá, digo, no tengo más que afecto y amor por la gente con la que vivo, son mi familia, y aún así no hablamos entre nosotros. Tenemos una relación no-verbal y es como un símbolo de tantas otras cosas. Mi relación con Jesse también es muy física, no-verbal, aunque hay ocasiones en las que sí hablamos hasta que se nos cae la cara. No solo nos podemos comunicar a través de la música, sino también con lo que estamos haciendo con nuestros cuerpos a la vez.
Por estos motivos, en mi madurez he llegado a ser más apreciativo de mi cuerpo, y en realidad ya no quiero joder más con el. De niño eres un tanto nihilista, aprendes a moverte en el mundo y empiezas a correr. Pero sí, lo haremos por todo el tiempo que sea posible; en realidad depende, mientras esto siga siendo interesante para nosotros, y mientras sea divertido para la gente. Lo que he descubierto es que nuestros fans todavía están emocionados y creciendo. Sabes, veo a gente de nuestra edad entre el público pero ellos no están parados hasta delante– mucha de la gente que anda por ahí son más jóvenes, y lo que mantiene a esta banda relevante es el hecho de que alguien que no recuerde el primer [disco] tenga una oportunidad de disfrutarlo, quizás por primera vez.
S: Es curioso que menciones la palabra “físico” tanto, tomando en cuenta que el nombre del nuevo disco es The Physical World. ¿Acaso se trata de una obsesión con lo tangible que buscas expresar a través de este álbum?
SG: El concepto de observar el mundo tal como es, como un lugar físico y no como una noción o un concepto o una reflexión del ego -estas cosas que inventamos- creo que es importante ver que tenemos que hacer todo con nuestros cuerpos. Y la mente, esta cosa que básicamente se ha convertido en lo que somos, (y hablo específicamente sobre nuestro tiempo en el que la gente puede tener relaciones a través de redes sociales o medios digitales) lo que haces es que estás proyectando este diálogo interno que de repente se ha integrado a la sociedad. Básicamente, estás negando la realidad sobre la comunicación la cual es física, mucha de ésta sucede fuera del intelecto y sin expresar palabra alguna, digo la experiencia es totalmente visceral. Es interesante pensar en estas cosas ahora, en retrospectiva, porque el disco fue terminado conceptualmente y musicalmente hace un año, y apenas ahorita estamos hablando sobre él; apenas nos están presionando para hacerlo, lo cual es algo interesante.
Al mismo tiempo que estamos haciendo las rondas con la prensa estoy leyendo la biografía de Steve Jobs -todavía no le he entrado mucho, apenas llevo como 100 páginas- pero sentí que era algo importante para leer porque trata sobre este gran personaje que todo mundo más o menos conoce, más o menos supo qué hizo, pero la influencia que ha tenido en mi industria, en la música, es una locura. El concepto de iTunes es muy, muy nuevo pero muy dominante en la manera en que se consume en los medios… estoy tratando de verlo objetivamente, y soy un poco escéptico sobre toda la cosa, quizás bastante, pero mientras leo más sobre este tipo me doy cuenta de que era un narcisista obsesivo, y quizás no fue totalmente responsable por la creación de estos medios, pero es seguro que su influencia gozó de una fuerza tremenda a través de culturas, y la forma en que intercambiamos información por medio de nuestros iPhones y iPads. Con la idea de que toda esta nueva era de comunicación vino de parte de este pinche narcisista, no debería sorprenderme la manera en que interactuamos con otros con un aparato que nos lleva de regreso a nuestra propia personalidad. Es algo que además te da la oportunidad de criticarte a ti mismo, editarte a ti mismo, venderte a ti mismo y promoverte a ti mismo hacia otras personas; creo que es algo antinatural. No lo sé, es extraño. Estoy pasando por esta extraña fase de observación, aunque hace tiempo también era muy crítico de lo que sucedía en mi entorno.
S: Parece que todo artista, para ser escuchado, debe atenerse a ciertos rasgos narcisistas en su personalidad. Pero quería volver al disco, [en el momento en que se realizó esta entrevista] solo hemos escuchado “Trainwreck 1979” y “Government Trash”. Me dices que el disco fue grabado hace un año, pero ¿por cuánto tiempo has tenido estas canciones dentro de tu cabeza esperando a salir?
SG: “Trainwreck” fue una de las últimas canciones que escribimos para el disco. La escribimos por partes -creo que el riff del coro la escribió Jesse en algún punto- y finalmente la armamos en los meses previo a la grabación del disco. El riff que Jesse escribió para “Cheap Talk” existe desde 2005, era algo en lo que él trabajaba para nuestro siguiente disco. En realidad yo ni me acordaba de cómo iba, creo que lo tocó un par de veces en un soundcheck pero no estoy seguro. Cuando empezamos a tocar juntos otra vez, él empezó a tocar esa canción y automáticamente lo seguí, de tal forma que la rola se escribió por sí sola. Ya luego nos tomamos un tiempo para arreglarla. También hubo otras cosas que sucedieron con rapidez en el estudio cuando trabajábamos en ideas nuevas; Jesse las trabajaría por separado y luego me enviaría un demo de los riffs acompañado por algo muy simple en la caja de ritmos, y luego yo escribiría algo sobre la pista. Con respecto al lapso de tiempo de la composición, algunas ideas han existido por años, mientras que otras surgieron durante el proceso creativo del disco, o sea, desde finales de 2011 a finales de 2013. Fue un par de años de tocar y dejar de tocar, de tomar la decisión de grabar un nuevo disco y trabajar sobre él, y luego otra gira, y regresar al estudio, para finalmente dejárselo a la industria para la que trabajamos y ya que ellos se hagan bolas sobre qué hacer con él y cómo sacarlo.
S: Ok, pregunta seria ¿En serio naciste en una carretera, en un accidente de ferrocarril?
SG: [Risas] Bueno, nací a una tirada de piedra de las vías del tren, y eso es una referencia al hecho de que siempre me persigue el sonido distante del viaje. Donde crecí, en los suburbios, había una autopista muy cerca y el sonido que provenía de ahí era lo que me arrullaba en las noches. Entonces esa letra es una descripción de ese sentimiento, y el choque de trenes es una referencia al año en que nací. De hecho, en el cumpleaños de Jesse (él es un par de años más grande yo) entre noviembre 10 y 11 de 1979, en mi ciudad natal de Mississauga, Ontario (un suburbio de Toronto) hubo un accidente ferroviario. En una hora de la noche, un tren se descarriló que transportaba todo tipo de gases en un area con alta densidad de población; tal es el espíritu del tema, y su puente describe este evento en particular.
Desde mi perspectiva, lo que me fascina de esa historia no es que pueda describir cómo era en mi infancia, sino habla de una época en la que no teníamos tantos medios para comunicarnos, pero de cualquier forma encontrábamos la manera de evadir un desastre. Este enorme tren se descarrila y explota, hay un derrame de químicos y nadie muere. De alguna manera, una colonia de 200 mil personas evacuó a tiempo. Todos estuvieron bien. Me parece chistoso que ando más perdido ahora con un mapa digital en mi bolsillo que cuando Jesse y yo salíamos de gira con un mapa de papel. Es solo una observación sobre lo que es considerado progreso y no sé si ese sea el caso. No me apego al punto de vista optimista que nos dice que la humanidad está constantemente progresando. A veces caminamos en sentido contrario. Si miras las condiciones de la pinche política internacional, en realidad no es más que gente tratando de lidiar uno con otro. Estamos en la jodida edad de las tinieblas.
S: Es como si todas estas innovaciones tecnológicas nos están obligando a depender más sobre los aparatos que usamos, en lugar de recurrir a nuestras más básicas habilidades humanas.
SG: Todavía las tenemos, es solo que han sido distorsionadas y suprimidas. El hecho de que tenemos esta increíble herramienta llamada Google que recolecta la memoria y el conocimiento del mundo es simplemente algo tremendo, de proporciones de ciencia-ficción. No podrías imaginar ese tipo de conexión entre tanto conocimiento hace 20 años. Sin duda es una gran hazaña de la ingeniería intelectual. Pero no nos hace más inteligentes, no está creando más conocimiento, solo está creando una dependencia como recurso. Yo no sé si tu compartes el mismo punto de vista que yo pero me deprime cuando la gente está hablando y tienen que googlear algo, ya sea para buscar una banda, o una película, y vas directo a Google. Creo que entorpece un poco tu cerebro, te vuelves más tonto.
S: Cierto, hay gente que suele olvidar que se trata de una herramienta nada más, pero sigue una cierta tendencia. Cuando somos niños, cuántas veces nos pasó que alguien nos pedía la solución de un problema de aritmética tan simple como 8×7 y lo primero que hacías, casi por instinto, era sacar la calculadora en lugar de hacerlo en tu cabeza o en un pedazo de papel. Una pregunta más sobre el disco; hace un par de meses leí en la revista NME que el disco iba a salir porque ustedes estaban hartos de la prensa y los fans que lo pedían a gritos. Ahora que The Physical World está por salir, ¿conservas la misma opinión o tienes una opinión distinta sobre estas canciones?
SG: No, en realidad nunca me sentí así. Sabes, la prensa es tan seca. No hay manera de traducir la ironía y el sarcasmo en ese medio. La naturaleza de una revista semanal es sensacionalista, es simplemente su naturaleza. Ese comentario terminó aislándose del contexto del resto de la conversación y la gente se va con ella. Pero la razón por la cual hicimos este disco fue por nosotros mismos, para honrar lo que habíamos iniciado con este banda hace tantos años. La banda existe como una entidad aparte de Jesse y yo como personas pero solo puede vivir si nosotros participamos en ella. Es esta cosa que existe pero tenemos que hacerla vivir. Por eso empezamos a escribir nueva música, fue para honrar esta cosa que por alguna razón todavía es algo fascinante para mucha gente y los sigue emocionando.
No quiero dar por sentado el hecho de que he logrado algo con mi vida que vale el esfuerzo, y tocar otra vez fue un experimento para ver si valía el esfuerzo. Por lo tanto, no fue tanto para satisfacer esta demanda, sino para ver si todavía lo podíamos hacer y si todavía podría ser interesante para nosotros y para la gente. La idea de que lo estamos haciendo para callar a la prensa es ridículo. Si alguna vez hago algo por la prensa, en ese sentido, sería un enorme paso hacia atrás. Hacer algo por los fans está bien, pero eso no es lo que estamos haciendo en realidad. Lo hacemos por nosotros, y si tú quieres pegarte a nosotros, pues bienvenido; pero si no es lo tuyo, entonces hay muchas otras bandas, más de las que había hace 10 años, y tantas otras cosas con las que puedes saturar todos tus aparatos. Nosotros hacemos justo lo nuestro, y sucede que es más de esas cosas, más gigas, más megas. Pero es nuestro arte y es lo que nos gusta hacer.
S: Del primer álbum, You’re a Woman, I’m a Machine, ¿hay alguna canción de la que estés harto? ¿Que ya no quieras tocar?
SG: Creo que “Romantic Rights”, solo porque fue elegida como sencillo y el sello se fue corriendo con él. Me gustaba mucho entonces y fue una canción central para la banda, pero siento que -entre todas la canciones en el disco- es la que peor muestra su edad. Como que refleja mucho esa época para mi y hay veces que no la quiero tocar, pero cuando la tocamos en vivo suena genial, está cabrón, la energía está al máximo y sabemos tocarla de manera tan genial que “ok, es bien pinche fácil tocar”. Pero a veces sí voy y digo, “osh, ¿esa otra vez?” He visto esto con otras bandas que muestran resentimiento de su propio material, e incluso lo he detectado en nuevas bandas que tienen una gran canción que ellos mismos hicieron, y por la que se les conoce, y en seis meses ya no quieren tocarla. Amigo, no has terminado con esa canción, no has terminado. Sigue tocándola porque la gente quiere escucharla y tú estás ahí para entretener. El arte termina cuando la composición termina. Pero te conviertes en una fuente de entretenimiento y eso es lo que debes hacer. Y si no lo disfrutas pues ya no lo hagas, pero es parte del show.
S: Si pudiera hacer una última observación. Hace poco más de diez años, cuando apareció Death From Above 1979 en la escena, me pareció curioso que había muchas otras bandas que seguían una misma estética aunque su sonido fuera distinto: el tipo de banda que estaba integrada únicamente por un baterista y un guitarrista (o bajista), como The White Stripes, The Black Keys, Lightning Bolt… y estos días no vemos tantas bandas nuevas que sigan esa misma alineación. ¿Alguna vez se vieron entre ustedes como parte de una tendencia?
SG: Es chistoso que digas eso porque yo veo lo opuesto. Creo que hay más de esas bandas ahora. Cuando nosotros empezamos, la única otra banda en mi radar– y esto fue algo que Jesse señaló cuando comenzamos a tocar, “¿Sabes? Hay otra banda ahorita llamada Lightning Bolt y tal vez nos comparen con ellos”, pero esa era la única. Y los White Stripes no estaban en mi radar. Me enteré de los White Stripes a través de un amigo nuestro con el que fui a la escuela de arte. Él era de Detroit y nos contó de esta banda local y así fue como supe de los White Stripes. Y los Black Keys ni siquiera sabía que existían en ese entonces, definitivamente no estaban en mi radar hasta muchos años después. El fenómeno de la banda de dos personas, especialmente con bajo, era tan fuera de lo común cuando empezamos que teníamos que explicarnos constantemente. Y ahora con todas las bandas similares que surgieron en nuestra ausencia y la transformación de los White Stripes y los Black Keys en grupos de pop, la banda de dos piezas es una forma aceptable estos días… pero en ese entonces no lo era. La misma conversación que tenemos ahora, hace 10 años iba ¿Por qué dos personas? ¿Qué tiene de malo la guitarra? Esas eran las preguntas que nos hacían. Es interesante que observas lo opuesto porque nunca fue nuestra experiencia [Risas].
T: @ShyTurista