Sin importar si eres un viejo o un nuevo amigo del Carnaval, la fiesta empieza desde el momento que metes el traje de baño a la maleta. Y es que a dos horas y media de la cuidad de México, Las Estacas se transforma para recibir a los amantes de la música, la magia y la naturaleza. Desde la entrada a Bahidorá, que da lugar a un espacio de comida y al escenario El Umbral, te puedes dar cuenta que el detalle en todo lo que hace la producción es algo importantísimo para ellos.

No hay espacio que no esté bien pensado para la comodidad y deleite de todos los asistentes. Ahí mismo, entre los primeros tempraneros de viernes, Nicole Misha y Theo Parrish se aventarían unos sets muy especiales para los que les urgía poner a sus piernas a bailar.

Foto por Carlos Enciso. @krynowek

Caminando entre árboles y cuerpos de agua, al otro lado de un pequeño puente y unas pequeñas escaleras de pierda La Isla B nos recibiría con un escenario estéticamente hermoso, y con dos de los mejores actos de la música electrónica emergente del momento: el productor brasileño EXZ y el regiomontano Roderic.

EXZ se presentó para convertirse en una de las más gratas sorpresas de todo el festival. La fusión de ritmos electrónicos con instrumentos acústicos, y la exploración entre tonos y melodías que se contraponen entre ellos para encontrar parecidos y apreciar sus diferencias, hicieron de su set uno de los más finos que vería el Carnaval.

Para cerrar con una línea perfectamente curada en la Isla B, Roderic tomaría los controles de la tornamesa y presentaría, entre mucha genialidad, su último LP Laberino. A diferencia de It All Depends, Laberinto pone en segundo plano a los sonidos orgánicos para darle espacio a la tecnología. Fuertes líneas de bajo, beats ponchados y sintetizadores saturados, hicieron de su set uno perfecto para empezar tres días de mucha excelente música. La noche del viernes siempre será esa que te recuerda que bailar envuelto en un ambiente natural es de las mejores experiencias que pueden existir.

Foto por Carlos Enciso. @krynowek

Lo único bueno de que se acabe la noche del viernes, es que es interrumpida por los rayos de luz que le dan vida al carnaval más grande de México. Le dan vida a la magia del sábado. Le dan vida a los cuerpos de agua que rodean al festival, a cuatro escenarios llenos de música para el alma, a diferentes actividades para todos los gustos y a cientos de experiencias nuevas sin importar cuántas veces hayas ido.

Empezando con “Morenita” los hermanos Sotomayor arrancarían un set para combinar lo mejor de sus dos primeros discos Salvaje y Conquistador con lo nuevo de su reciente proyecto Orígenes. Ante un sol que pegaba fuerte en la espalda, el sudor se dio cita en el escenario principal por primera vez en todo el Carnaval. A partir de ahí, no existió nada más que buena vibra, mucha fiesta y buenos amigos.

Foto por Carlos Enciso. @krynowek

Una de las cosas que más destaca a Bahidorá por encima de cualquier otro festival en México, es la cantidad de propuestas que ofrece para pasar el día. Desde el circuito del arte, las actividades que ofrece el foro linterna, su deliciosa gastronomía, el spa para relajarse antes de que caiga el sol, el mercado, las albercas y el favorito de todos: el río. Cada quién tiene la oportunidad de disfrutar Bahidorá como mejor le parezca. Como mejor le vibre y le guste. Al final del día, es una comunidad de miles de personas que comparten en mismo amor por la música en vivo, la fiesta y el baile.

Si algo realmente me sorprendió, fue que a donde quiera que me llevaran mis pies, es que encontraba excelente música. Funk, electrónica, house, salsa, cumbia y electrocumbia, reggaetón, todo ahí estaba para asegurarte baile. Sin importar los ritmos a los que tu cuerpo gusta bailar, de alguna manera todos encontraban algo para seguir moviendo el cuerpo. Y lo mejor de todo cuando llegaba ese momento en el que tu cuerpo te pedía un descanso, te dabas cuenta que estabas en un oasis perfecto para relajarte.

Foto por Carlos Enciso. @krynowek

Después de cientos de historias regaladas por los rayos del sol que iluminaban el paraíso Las Estacas, empezaría a caer la noche al ritmo de uno de los actos más enérgicos que vería todo el festival. Channel Tres saldría para dar un espectáculo en todo el sentido de la palabra. Tropezarse con bailarín y productor Channel Tres es encontrar un tesoro. Sus bases electrónicas perfectamente combinadas con una especie de hip-hop/rap y danza del más alto nivel, hicieron de su presentación de lo más increíble que pudimos ver.

Después de Channel Tres, fue momento para ver al dúo de electrónica cubana Pauza en el escenario Doritos. Sorprendiendo a conocedores y extraños, Paulina y Zaira darían un set de muchísimo baile y una calidad de un altísimo nivel. Para darle también una descansada a las piernas, había actividades de lujo para cambiar el ritmo del festival. El favorito de todos fue el muro de escalar de Doritos. Ahí cientos de personas se retaron para ver si se podían aventar a escalar el muro a los ritmos de la mejor música.

Foto: Festival Bahidorá 2020 / Cortesía
Foto: Festival Bahidorá 2020 / Cortesía
Cortesía

Después de Pauza llegaría le momento de ver por primera vez en México al productor Goldlink. Con una muy buena presentación, pondría a disfrutar con su rap electrónico a todo el escenario Sonorama, incluidos a los que llegaron temprano para ver en primera a los ritmos serenos de Erykah Badu.

Después de Goldlink y 40 minutos de espera, nos dieron la noticia que por algunos problemas Erykah Badu se atrasaría 40 minutos. Algo que realmente no causó la menor molestia que el carnaval seguía sucediendo. Algunos aprovecharon para descansar, otros para comer, y algunos con mucha energía aprovecharon para seguir moviéndose a los ritmos de Chaos In The CBD.

A las diez en punto de la noche, el escenario principal se iluminaría para dar inicio al momento más esperado de todos. Erykah Badu, también conocida como Badu Obrigada, saldría con una capa de colores y su voz surreal para envolver a todo el carnaval con una vibra apacible pero poderosa. En un mar de pasajes suaves, navegando entre el neo soul, el jazz, el funk y hasta un poco de reggae, Badu le daría a todo el carnaval la presentación más íntima de todas. La Reina del neo soul nos demostró por qué es una leyenda desde hace 23 años y por qué es considerada un punto de inflexión dentro de su género.

Foto por Carlos Enciso. @krynowek

Para seguir con la genialidad, el productor David August saldría con una iluminación minimalista para dar un set de electrónica contemporánea del más alto nivel. Llevando a todo por pasajes de baile y por momentos de ambient, su concierto fue uno para los que gustan de tener paciencia y dejar volar su imaginación. Una vez más David August demostró por qué está en la cumbre de la música electrónica mundial.

A pesar de que el sábado es el día en el que se agotan todas las energías, pareciera que la madrugada repone a todos para darles un segundo o tercer aire para seguir disfrutando del Carnaval. El domingo es un día mucho más tranquilo pero igual de mágico. El sol abre espacio para que los ritmos funk y tropicales de actos como el de Barrio Lino y Sassy J se apoderen del sol por ultima vez y que todos tengan una despedida sin depresión por dejar Bahidorá atrás una vez más.

Foto por Carlos Enciso. @krynowek

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