Los que amamos la música estamos contando los días para volver a vivir un concierto, pues aunque ya nos acostumbramos a las presentaciones en línea, no hay nada como estar junto a un montón de personas que sienten la misma emoción que nosotros a la hora de ver a bandas o artistas que admiramos, parados en un escenario y a punto de tocar sus canciones.
Desde que la pandemia por coronavirus obligó a cancelar conciertos y festivales en todo el mundo, se han propuesto soluciones para que regresan a nuestras vidas. En Dinamarca hicieron un show en un autocinema y en Estados Unidos los Dropkick Murphys y Bruce Springsteen tocarán en un estadio vacío.
A pesar de que son propuestas interesantes y que los profesionales de la salud han dicho que los conciertos volverían hasta otoño de 2021, hay otros artistas que de plano querían regresar a un venue con personas y experimentar la que podría ser nuestra nueva normalidad, como el guitarrista y cantante Travis McCready de la banda Bishop Gunn.
Durante los primeros días de mayo, Travis anunció que daría el primer concierto en Estados Unidos con todo y distanciamiento social. ¿De qué manera? Bueno, pues limitando los boletos que venderían, reduciendo los 1,100 asistentes que pueden entrar al foro Temple Live en Forth Smith, Arkansas a tan solo 200 personas, entre otras.
Aunque esto emocionó a muchos, casi de inmediato se anunció que se pospondría porque sus medidas no eran suficientes. Sin embargo, y tras arreglar todos esos detalles, el pasado 18 de mayo por fin se llevó a cabo el esperado concierto de Travis McCready y nos deja con bastantes cosas que pensar.
¿Y cómo estuvo la cosa?
De acuerdo con Consequence of Sound, los asistentes llegaron hasta el venue y de inmediato les tomaron la temperatura. Una vez adentro, se les exigió en todo momento que usaran cubrebocas y que mantuvieran la distancia entre ellos, y por si las moscas, había cintas que marcaban la distancia ideal. Cabe aclarar que solamente te podías sentar junto a otra persona si era conocido tuyo.
Quizá en este momento se estén preguntando, ¿y cómo le hicieron para comprar chelas o agua? Bueno, pues en el concierto únicamente tenían chance de vender bebidas preenvasadas o que tuvieran una tapa, así que olvídense de los vasos que coleccionamos. Por otra parte, a la hora de ir al baño también hubo cambios, pues solo podían entrar 10 personas a la vez.
Entre el gel antibacterial y la distancia, Travis McCready subió al escenario y tocó para esas 200 personas, aunque afuera del lugar llegaron muchas más que querían ser testigos de este momento histórico, pero por supuesto no los dejaron entrar ni siquiera comprando un boleto en taquilla. Y obviamente al final vendieron playeras y cubrebocas conmemorativos del concierto.
Al parecer, esta podría ser una de las soluciones para que vuelvan los conciertos en vivo, formando porta de nuestra nueva normalidad, una donde a pesar de morirnos de ganas por estar en un festival o show de nuestras bandas favoritas, tendremos que esperar a que la pandemia quede completamente erradicada o acostumbrarnos a esta clase de situaciones.
Pueden checar a continuación todos los detalles del primer concierto en vivo durante la pandemia:
