Este fin de semana estuvo lleno de sorpresas que giraron alrededor de The Beatles, esto sobretodo por una inesperada reunión entre Paul McCartney y Ringo Starr, los únicos dos miembros vivos de la banda; aunque también por una triste noticia para McCarteney y es que, mientras él se encontraba deleitando a millones de fans por el mundo, su casa en Londres fue asaltada.
Un portavoz de Scotland Yard (policía en Londres) dijo a AP que el pasado viernes recibieron un reporte de que un grupo de ladrones había entrado a la casa del cantante. Al revisar el inmueble, los agentes de seguridad se percataron de que la entrada había sido forzada, sin embargo, hasta el momento no hay pistas de sospechosos.
Por el momento, la policía no ha revelado si Paul McCartney y su esposa se encontraban en la casa (valuada en 11 millones de euros), tampoco ha dicho qué objetos de valor fueron hurtados (si es que se llevaron algo). Lo que sí se sabe es que justo estos días el músico se encontraba muy cerca, realizando shows en Viena y Austria, además asistió a una fiesta navideña organizada por Mick Jagger.
Lo impresionante del asalto es que la casa cuenta con altas medidas de seguridad, como cámaras de circuito cerrado e incluso es imposible ubicar el inmueble a través de Google, ya que McCartney pidió a la compañía que eliminaran la ubicación.
Esta situación no es nueva para The Beatles. En 1999 un asaltante de nombre Michael Abram entró a la casa de George Harrison cuando él y su esposa se encontraban dentro. Pese a que el asaltante apuñaló varias veces al músico, él y su pareja lograron escapar luego de que ella golpeara a Michael. El delincuente fue atrapado, juzgado y luego enviado a un hospital psiquiátrico del cual salió dos años más tarde.